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La Fapac critica a Educación por quedarse el saldo de las tarjetas comedor

Los consejeros de Asuntos Sociales, Chakir el Homrani, y de Educación, Josep Bargalló, deben explicar este martes en el Parlament la gestión de las ayudas a menores vulnerables

Un comedor escolar de un colegio de Barcelona.
Un comedor escolar de un colegio de Barcelona.Joan Sánchez

Los consejeros de Asuntos Sociales, Chakir el Homrani, y de Educación, Josep Bargalló, están citados hoy en el Parlament por la gestión de las becas comedor. ¿Por qué Educación canceló las tarjetas comedor antes de tiempo (tenían vigencia de un año) y avisó con solo unos días de antelación? ¿Se informó a todas las familias? ¿Se han activado las ayudas alimentarias de verano? Son algunas de las cuestiones que deberán aclarar ante la oposición.

Con el cierre de las escuelas en marzo, las becas comedor se transformaron en tarjetas monedero que se recargaban periódicamente con un importe de cuatro euros diarios. Cuando acabó el curso, Educación dejó de inyectar dinero y en julio alertó a los municipios que las tarjetas se desactivarían el 31 de julio y que recuperaría el saldo pendiente. La decisión generó una oleada de quejas de alcaldes, que además veían incumplido el compromiso parlamentario de alargar las ayudas alimentarias a los menores vulnerables durante todo el verano. Educación aseguró que no era competencia suya y el Departamento de Asuntos Sociales y Familias finalmente anunció, la tarde del viernes 31 de julio, que asumiría el coste de las ayudas veraniegas, pero eso sí, deberían ser los ayuntamientos quienes las otorgaran y las gestionaran.

Desde la federación de asociaciones de familias (Fapac) censuran que Educación haya vaciado las tarjetas. “El Departamento no tiene derecho a quedarse con el dinero que había en las tarjetas porque eran becas que se habían concedido a los alumnos”, tercia su directora Lidón Gasull. La Fapac también lamenta que algunas familias no hayan podido ser avisadas a tiempo, ya que Educación informó a los ayuntamientos y consejos comarcales —que son los que debían notificar la desactivación— con pocos días de antelación. Y critica la poca “diligencia” y “sensibilidad” a la hora de desactivar las tarjetas “porque no han tenido en cuenta la consecuencia que tiene en las familias vulnerables”, añade Gasull.

Otra línea de quejas viene por la tardanza en la puesta en marcha de las conocidas como becas comedor de verano, que debían servir para mantener la ayuda alimentaria a los menores vulnerables durante los tres meses estivales, tal y como aprobó en junio el Parlament por unanimidad. “La administración no puede quitar la única comida que tienen asegurada al día estos menores. La burocracia no se puede interponer en una necesidad tan básica como es la alimentación”, remacha la Fapac.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona también critican haber recibido la responsabilidad de gestionar las ayudas en pleno agosto. “No todos los municipios tienen capacidad de reacción en estas fechas”, destaca Laura Pérez, concejal de Derechos Sociales. Pérez calcula que en la capital se conceden unos 2,4 millones de euros mensuales en becas comedor, mientras que actualmente están invirtiendo unos 800.000 en ayudas de alimentación para la infancia. “Es obvio que no llega a todas las familias de las becas. No es un equivalente, es solo un apaño, para la Generalitat es una forma de cubrir algo que técnicamente ellos no han podido hacer”, lamenta la concejal.

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