Ir al contenido
_
_
_
_

“Creer que estamos en la retaguardia y Rusia queda lejos es un espejismo”

El director del Ceseden, el teniente general Miguel Ballenilla, defiende que ayudar a los países que sienten la amenaza más cercana, como los del norte y este de Europa es una “obligación”

El teniente general, Miguel Ballenilla, el miércoles 19 de marzo, en el Ceseden (Madrid).
Belén Domínguez Cebrián

Miguel Ballenilla (Alicante, 61 años), teniente general y desde diciembre de 2023 director del Centro Superior de Estudios para la Defensa Nacional (Ceseden), recibe a EL PAÍS el pasado miércoles en su despacho. Una solemne habitación repleta de insignias y simbología militar con guiños a la Legión, su unidad. Ballenilla, con cuatro misiones internacionales a sus espaldas ―Bosnia-Herzegovina, Líbano, Irak y Afganistán― hace un repaso a la actualidad geopolítica internacional y al papel que el Ceseden desarrolla en la difusión, cada vez más amplia, de la cultura y la diplomacia de la defensa, que, entiende, es importante para generar “confianza” entre España y países socios, aliados y amigos.

Pregunta: ¿Por qué es importante y de qué salud goza la cultura de la defensa en España?

Respuesta: Desde luego, ha evolucionado en los últimos años. El Ceseden es un observatorio privilegiado gracias al contacto frecuente e intenso que tiene con la población a todos los niveles: ciudadanos de calle, pero también responsables políticos y de la Administración del Estado. Desde luego hay un conocimiento mayor [sobre temas de seguridad y defensa] obviamente derivado de la situación que estamos viviendo, muy especialmente desde la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, sigue existiendo una disociación entre la percepción de las Fuerzas Armadas, que es muy positiva, y el conocimiento de las misiones que cumple. Se desconoce cuál es la esencia de las Fuerzas Armadas y eso es lo que podemos llamar cultura de la defensa.

P: En España, la población vio y valoró el trabajo de las Fuerzas Armadas pero, ¿se percibe hoy una amenaza?

R: Es indiscutible. La Estrategia de Seguridad Nacional ofrece un abanico de riesgos y amenazas con un análisis muy bien hecho. Hay desde riesgos naturales, peligros en las infraestructuras críticas, riesgos de pandemias, terrorismo, ciberamenazas y también, obviamente, la guerra. La defensa ―las Fuerzas Armadas en particular― pueden jugar un papel, a demanda del Gobierno, porque tiene unas capacidades únicas. Pero no debemos olvidar que la amenaza para la que se preparan diariamente las Fuerzas Armadas es la del conflicto bélico, la del conflicto armado. Esa es la misión principal.

P: ¿Qué hace el Ceseden para difundir la cultura de defensa?

R: Cuando hace un año y medio me hice cargo de la dirección del Ceseden, mi lema fue ‘llegar a más gente y más lejos’. El Ceseden tiene la misión de expandir la cultura de defensa a través de sus cursos de defensa nacional entre diputados, senadores, universidades, medios de comunicación... Pero al estar en Madrid y ser presencial requiere un esfuerzo personal importante. Una de las cosas que estamos poniendo en marcha y estamos llenos de ilusión es llevar el curso de defensa nacional en un formato más concentrado a las diferentes autonomías. Empezamos el 12 de mayo en Sevilla y, si todo nos sale bien y todo apunta a ello, nos va a servir para ver si somos capaces de llevar nuestra actividad docente fuera de la sede principal [en Madrid]. Y procuraremos en años sucesivos llevarla a otras capitales [de provincia]. Además, en el Ceseden tenemos el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), que tiene como misión analizar el contexto geopolítico. Funciona con analistas internos y colaboradores de gran calidad que publican casi un documento diario y es otra forma de difundir cultura de la defensa.

P: Eso es a nivel interno, a nivel nacional, pero ¿qué hace el Ceseden para contribuir a preservar y expandir los intereses de España en el exterior?

R: El ejemplo más palpable son los cursos de oficiales para Ejércitos de países amigos. Se organizan por zonas geográficas: Iberoamérica, África cercana, donde participan senegaleses, mauritanos, marroquíes, tunecinos... Esto es la llamada diplomacia de defensa, y es muy importante porque genera confianza. En el curso de Estado Mayor, que es el más importante porque forma a las élites directivas de las Fuerzas Armadas, hay 150 plazas todos los años y 30 de ellas están reservadas para países aliados y amigos. Puede sorprender, pero tenemos alumnos de Mauritania, de Senegal, de Gabón, de Malí, de Túnez, de Egipto; de prácticamente todos los países Iberoamericanos; y de la OTAN también, estadounidenses, ingleses, franceses, alemanes, italianos... De Asia-Pacífico tenemos alumnos de Filipinas, de Corea del Sur, de Indonesia... Se hace una gran labor de diplomacia de defensa, de conocimiento mutuo.

P: Ya que nombra Asia, Estados Unidos tiene el foco puesto en el Indo-Pacífico y en su gran rival, China. ¿España puede y debe acompañar en esta labor al mayor socio de la OTAN?

R: Ya [Barack] Obama dijo que Estados Unidos pivotaba hacia el Indo-Pacífico. El foco del mundo se ha trasladado siendo este el nuevo Mediterráneo porque hay desarrollo económico, desarrollo cultural, desarrollo comercial. Cada país tiene su zona geográfica de interés e influencia. España es un país atlántico y mediterráneo y los intereses están en las zonas que más nos afectan. Estados Unidos es un aliado y se podrá colaborar en aquello donde se pueda, pero el Indo-Pacífico nos pilla muy lejos. De todas formas, se han hecho algunas acciones como el Pacific Skies [ejercicio del Ejército del Aire y el Espacio] en 2024. Y una fragata de la Armada irá este año a esa zona, pero lógicamente [esta región] no es la preferente de interés español.

El teniente general, Miguel Ballenilla, el miércoles 19 de marzo, en el Ceseden (Madrid).

P: Usted dice que hay mayor cultura de la defensa entre la población española. ¿Cuál ha sido el punto de inflexión que ha hecho despertar un interés en la población respecto a este tema?

R: Es un tema que siempre ha sido recurrente, pero lo que realmente despierta el interés es el sentido de amenaza. Es cuando se producen acontecimientos especiales, cuando uno ve que existen riesgos y amenazas. Ahí se despiertan las alertas y el interés por el tema de la seguridad y la defensa. Pero por mucho esfuerzo que se haga en cultura de la defensa, si la gente, la ciudadanía, no percibe la amenaza, esos mensajes no van a llegar [a la población]. Cuando uno ve que la guerra existe y que realmente hay países agresivos que invaden otros [en alusión a Rusia], uno despierta y se pregunta: ‘Oye, ¿eso nos puede pasar? ¿Afecta la inestabilidad que hay en el este de Europa a mi bienestar?’ (...). La defensa y la seguridad es un [valor] intangible.

P: De hecho, cuando uno viaja por Europa, especialmente en el este y en el norte, se ve claramente que la población tiene una cultura de la defensa arraigada y se da mucha importancia al mantenimiento de la seguridad, a la OTAN. En el contexto internacional actual y pese a que ha dicho que la cultura de la defensa ha aumentado, ¿no cree que aún dista mucho de nuestros socios y aliados?

R: Claro. El ciudadano chileno siente como un riesgo los tsunamis, porque allí son frecuentes. En el Mediterráneo no la sentimos [esa amenaza]. ¿Por qué vas a percibir los riesgos y amenazas de la misma manera? La geografía y la historia moldean una sociedad. En España, desde principios del XIX, con la invasión napoleónica, no hemos tenido otra invasión exterior, así que obviamente no tenemos el mismo sentido de amenaza que el que tienen los países [europeos] que hacen frontera con Rusia. Obviamente ellos son infinitamente más sensibles a esa realidad. En España tenemos otras sensibilidades que nos preocupan, por ejemplo, lo que pueda ocurrir en el Mediterráneo o los flujos de inmigración ilegal o las ciberamenazas.

Ahora bien, sí es cierto que el sentido de retaguardia que España históricamente siempre ha vivido, porque estamos en un extremo de Europa, se ha difuminado. Es decir, es un espejismo creer que estamos en la retaguardia y que Rusia queda lejos. Hoy existe armamento, y no solo el cibernético, que te puede atacar sin una presencia física. Existe armamento que puede alcanzar cualquier lugar desde miles de kilómetros. Por ejemplo, Israel ha sufrido ataques desde Yemen, a 1.500-1.600 kilómetros de distancia. Si uno coge el mapa de España y mira hacia el Sur, verá que hay una zona de enorme inestabilidad que es el Sahel. Y está también a 1.500-2.000 kilómetros. ¿Somos retaguardia? Pues no lo sé. Una desestabilización y un yihadismo en la zona del Sahel podría convertirse en una amenaza real para España porque hoy el armamento tiene un [gran] alcance y está a disposición no ya de un Estado, sino de movimientos insurgentes.

P: Sugiere que en España se entiende como amenaza el yihadismo y la inmigración pero, tal y como está el contexto internacional, ¿Deberíamos cambiar de mentalidad y considerar otro tipo de amenazas como factibles?

R: La posición geográfica de España es la que es. Me cuesta imaginar un Ejército invasor cruzando los Pirineos, pero lógicamente pertenecemos a la Unión Europea y a la OTAN y somos solidarios en su defensa. Así que debemos ser conscientes de que ayudar a los [países] que sienten la amenaza más cercana es una obligación, resultado de que España se ha integrado en el sistema internacional y es una nación importante. Tenemos corresponsabilidades, no podemos estar solo a las maduras y no estar a las duras.

El teniente general Miguel Ballenilla, director del Ceseden, en su despacho el 19 de marzo.

P: El Ceseden publica cada año su Panorama, un documento que da un repaso a los conflictos más relevantes en el mundo. En la última edición, de 2024, Ucrania ocupa un lugar destacado y se lee: “Ambos bandos están exhaustos, pero Ucrania lo está más, aunque no lo suficiente como para pasar de discusiones de bajo nivel ―como puede ser el canje de prisioneros― a cuestiones más amplias relativas a un alto en los enfrentamientos o un acuerdo sobre seguridad nuclear”. A la vista de los últimos acontecimientos, ¿Puede decir que esta premisa se ha quedado antigua? ¿Qué papel juega España en este momento?

R: A Rusia le interesa mantener el conflicto para que Ucrania colapse. Estados Unidos esta dejando a Ucrania sin profundidad estratégica, que sería ayuda militar o ayuda en inteligencia, entre otras muchas cosas. Si eso desaparece de la escena, la vulnerabilidad de Ucrania se multiplica y por eso la Unión Europea esta dando un paso al frente, para intentar completar ese vacío que esta dejando Estados Unidos. Y España intenta ayudar al esfuerzo heroico [de Ucrania] por defender la soberanía e independencia del país. Ayudamos económicamente, los heridos se recuperan aquí, damos apoyos a las familias, formamos a los soldados... España está haciendo un esfuerzo muy importante, junto a la Unión Europea, para ayudar a Ucrania a que tenga esa profundidad estratégica.

P: España no llega al 2% del PIB en gasto en defensa, tal y como se marcó la OTAN en 2014 y en 2022. Sin embargo, sí es un país con una gran presencia en misiones internacionales y parece que ese aspecto no termina de ponerse en valor o de generar cierto reconocimiento, ¿por qué?

R: España está muy comprometida. Yo he trabajado en cuatro misiones: Bosnia-Herzegovinma, Libano, Irak y Afganistan. Eso es solo un ejemplo del enorme compromiso, nadie puede negar eso. En capacidades [militares] estamos haciendo un esfuerzo importante y con el modelo de Fuerzas Armadas que teníamos eramos capaces de atender ese tipo de misiones internacionales, pero en 2022 [con la invasión rusa de Ucrania] se abre un escenario de conflicto de alta intensidad que exige unas capacidades muy diferentes que tiene unos costes económicos. [Lo anterior] Ya no es suficiente. Y es muy importante que ese esfuerzo económico de España, y, por tanto, de los españoles, revierta en el propio país. Que [este esfuerzo] sea un salto adelante en investigación y desarrollo, que sea un salto adelante en ingeniería, y, lo más importante, en autonomía estratégica. Es decir, que no dependamos de terceros para defender nuestros intereses de seguridad y defensa.

P: ¿Pero por qué la critica?

R: Porque cuando uno está en las estadísticas en el farolillo rojo, lógicamente se llama la atención. Somos exportadores de seguridad y si no preguntemos a Turquía [donde hay un contingente y una batería de misiles Patriot española], en Letonia [donde el Ejército del Aire y del Espacio patrulla los cielos en el marco de la Policía Aérea del Báltico y donde hay desplegada una unidad de defensa antiaérea con misiles NASAMS], en Rumania [donde también tiene presencia el Ejército del Aire y del Espacio con dos destacamentos]...

P: Cuando deje la dirección de este centro de estudio y conocimiento, ¿qué le gustaría ver al echar la vista atrás?

R: Cuando me hice cargo de la dirección del Ceseden dije que el legado mas importante que recibíamos era el prestigio del Ceseden en base a su excelencia. Y que para mí la principal responsabilidad era, como mínimo, preservar ese prestigio, esa excelencia, y acrecentarlo en la medida de lo posible. El día que me vaya, si esos objetivos están cumplidos, para mí la misión está cumplida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Belén Domínguez Cebrián
Cubre Casa Real y Defensa. Pasó 10 años en Internacional cubriendo inmigración y países nórdicos y bálticos. Estuvo en la corresponsalía de Bruselas. Licenciada en Derecho y Políticas (UAM); diplomada en Relaciones Internacionales (Universidad de Kent); Máster de periodismo (UAM/EL PAÍS); y Observadora Electoral (Escuela Diplomática).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
_
_