Este es el tiempo que suele hacer en los días en los que cae la Semana Santa de 2025

No preste oído a los cantos de sirena que le dicen qué tiempo va a hacer en la Semana Santa de este año en su pueblo o en su playa favorita a cambio de un clic, ya que falta un mes y los pronósticos fiables, hechos con ciencia meteorológica y no con cabañuelas y ojímetro, llegan a una semana o 10 días como mucho. “Es pronto para saberlo, aún queda mucho”, certificó el martes Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), durante la presentación del balance del invierno y de la predicción estacional de la primavera en la que, no falla, siempre se hace la pregunta del millón.

Del Campo remitió al análisis climatológico que ha realizado la agencia de los días en los que este año cae la Semana Santa, que no es ni mucho de menos una predicción, pero sí da pistas sobre el tiempo que suele hacer esos ansiados días. En resumen, el informe revela que la semana entre el 13 y el 21 de abril en los últimos 43 años en España ha habido una temperatura media entre las máximas y las mínimas de 11,9°, más días nubosos que despejados y precipitaciones frecuentes en el conjunto del país.

El estudio se titula Apuntes Climatológicos para la Semana Santa de 2025 y está elaborado, como ya es habitual, por César Rodríguez Ballesteros, del Área de Climatología y Aplicaciones Operativas, con datos de entre 1981 y 2024, para arrojar luz sobre el periodo del año que más angustia causa a los meteorólogos, ya que la demanda de información es muy alta y con mucha antelación y justamente en uno de los momentos en los que mayor variabilidad atmosférica hay. Roberto Brasero confesó en 2023 a Luz Sánchez Mellado que hasta “le salió un año un herpes de los nervios”. El año pasado por cierto, que cayó a finales de marzo, llovió tanto que Sevilla se quedó sin madrugá. Se llegaron a recoger 478 litros en Grazalema (Cádiz).

Según el análisis de Ballesteros, la temperatura media de los últimos 44 años es de 11,9° en el conjunto de España, con sus variaciones lógicas por zonas. Los días más cálidos entre el 13 y el 21 de abril fueron 2014 (15,2° de media) y 2017 (15,1°), y los más fríos, empate entre 1986 y 1994 (7,8°). En cuanto a las temperaturas diurnas, las más altas suelen darse en el valle del Guadalquivir y el interior de Murcia (de 22° a 24°) y el promedio está por encima de 18° en el resto de la mitad sur, excepto las zonas montañosas. El récord de calor diurno entre el 13 y el 21 de abril de los últimos 44 años por capitales son 35,2° en Santa Cruz de Tenerife. En la Península, 34° en Córdoba en 2017. Por el contrario, el récord de frío se produjo en 1994, con tan solo 2° en Teruel.

Respecto a las mínimas, las medias más altas están en las costas mediterráneas (10° a 14°), por delante del valle del Guadalquivir (10° a 12°). Otras zonas suaves son Baleares (10° a 12°) y Canarias (16° a 17).° En algunos años ha habido mínimas invernales con -8,6° en 1986 en Ávila, mientras que también se han registrado valores mínimos propios del final de la primavera o comienzos del verano con 22,2° en Tenerife en 2013) y 19,7°, al borde de la noche tropical, en Málaga en 2017.

Y, respecto a lo que más interesa, las lluvias, el estudio indica que suelen ser “frecuentes” dicha semana. En la Península, el menor número de días de agua se da en al sur del litoral de Almería (uno a dos días de precipitación), seguido del sur de Badajoz, el sur de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y áreas de Cataluña y Aragón (de dos a tres días); gran parte del interior y Cataluña (de tres a cuatro); La Rioja, Navarra, País Vasco, Galicia, Cantabria y puntos de Castilla y León (de cuatro a cinco), y zonas de Galicia y Asturias (cinco a seis). En las islas, en Baleares suele llover entre dos y cuatro días y, en Canarias, de uno a dos.

En cuanto a cantidad, en estos días de primavera la Península y Baleares, suele llover menos en la provincia de Almería, Ibiza y puntos de Lleida (entre 5 y 10 litros por metro cuadrado), y más en el oeste de Galicia (de 30 a 60 litros por metro cuadrado). En el resto de la Península, dominan los acumulados de entre 10 y 20, salvo en el tercio norte, con valores algo más altos, entre 20 y 30 litros. Como ejemplo de la variabilidad climática propia de esas fechas, Ballesteros cita el observatorio del Retiro, en el centro de Madrid, donde no llovió en ocho de los 44 años analizados, mientras que en otros 25 años se superaron los 10 litros.

El climatólogo aun aporta un dato más: la insolación diaria. El máximo peninsular está en el centro, la mitad sur, el sur de las provincias de Huesca y Lleida y puntos de Zaragoza, de Castellón y del oeste de Castilla y León (entre ocho y nueve horas diarias de sol), mientras el mínimo se localiza a orillas del Cantábrico (cinco a seis horas). Muy ligada a la insolación está la nubosidad. En las fechas analizadas prevalecen, lamentablemente para el ocio, el turismo y las procesiones, los días nubosos, seguidos de los cubiertos, mientras que los despejados suelen escasear.