España, una isla

El Barómetro de 40dB. para El PAÍS y la Cadena SER no deja resquicio a la duda: la sociedad española condena mayoritariamente el trumpismo. Como muestra, los siguientes apuntes: en torno a ocho de cada diez opinan que Donald Trump es un político autoritario, manipulador e impulsivo; al menos la mitad declara que su presidencia perjudica a las mujeres, a los trabajadores, a las personas inmigrantes y al colectivo LGTBI+; la mayoría está en desacuerdo con sus principales propuestas o medidas (convertir Gaza en un área turística desplazando a la población palestina, negociar con Rusia el fin de la guerra de Ucrania, sin tener en cuenta ni a Ucrania ni a la Unión Europea, aplicar aranceles, deportar a los inmigrantes indocumentados, exigir a los países de la OTAN que aumenten el gasto en Defensa, etc.); alrededor de seis de diez creen que tendrá un impacto negativo en el orden mundial (en la seguridad, los valores democráticos, el comercio internacional y la lucha contra el cambio climático) y que debilitará la unidad entre los países de la Unión Europea; y la mayoría piensa que su mandato no sólo hará daño a la economía española, sino que además fortalecerá la extrema derecha en nuestro país.

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos despierta sentimientos negativos, ya sea de preocupación, temor o miedo, a casi siete de cada diez personas entrevistadas. Únicamente entre los votantes de Vox hay más optimismo que pesimismo, con la mitad que ve con buenos ojos su retorno y un tercio que no comparte esta opinión. En el electorado del PP el rechazo a Trump es contundente (69%) y no tan distinto del que se observa entre los electores de los partidos de izquierda (en torno al 80%).

La desaprobación mayoritaria de Donald Trump no es un fenómeno exclusivamente español. La ciudadanía de otros países europeos también está inquieta. En Francia, siete de cada diez personas afirman sentirse intranquilas con la llegada de Donald Trump al poder, según un sondeo de BVA para RTL. Más importante aún, una macroencuesta global, realizada en 24 países con una muestra de 28.549 entrevistas llevadas a cabo en noviembre de 2024, tras las elecciones americanas, para el European Council on Foreign Relations (ECFR) mostraba cómo las opiniones públicas de España, Dinamarca, Alemania, Francia, Portugal, Italia, Suiza y Reino Unido eran más proclives a pensar que el presidente de Estados Unidos iba a ser malo para sus países. Sin embargo, ese mismo estudio revelaba que en muchos otros lugares se veía con más optimismo que pesimismo el efecto en sus territorios de la segunda presidencia de Trump. Este era el caso del este europeo, como Rumania, Bulgaria, Polonia y Hungría, así como de Rusia, Estonia y Ucrania, pero también de Turquía, Indonesia, India, Arabia Saudí, China, Brasil y Sudáfrica.

En suma, en la opinión pública mundial, el regreso de Trump gusta. España, junto con un núcleo reducido de países de la Unión Europea, se ha convertido en una excepción. Es una isla.