El inspector al que atropelló un narco en Algeciras regresa a su puesto cuatro años después

El inspector Francisco G.S. volvió este lunes a su puesto de trabajo en la Comisaría de Algeciras. No fue un regreso cualquiera. Sus compañeros le recibieron entre aplausos y él, agradecido, les ha reconocido como su “familia”, según un vídeo difundido por la Policía Nacional este martes. Esa vuelta a la normalidad es el cierre de un capítulo que comenzó a las 6.35 de un 5 de septiembre de 2020 en una carretera de Algeciras, cuando un narco atropelló con un todoterreno al policía, en el transcurso de una persecución. Aquel ataque hizo que el autor, Isaías M.S. acabase condenado el pasado mes de julio a 28 años de prisión.

El agente se ha incorporado a su puesto de inspector cuatro años y cuatro meses después del ataque a petición propia, después de que el atropello le dejase graves secuelas en un brazo, una pierna, el pie y la cara. Los daños hicieron que tuviese que permanecer un mes en la UCI, que se haya tenido que someter a más de 30 operaciones en estos años y que haya acabado con un grado de discapacidad reconocido del 60%, según recogió la sentencia 214/24 del 30 de julio que condenó a Isaías M.S. por un delito de atentado con uso de instrumento peligroso y dos delitos de asesinato en grado de tentativa.

“Vuelvo a mi casa, gracias por ser mi familia”, ha explicado Francisco G.S., en un vídeo difundido por la Policía Nacional que, de momento, ha vedado el acceso a los medios al inspector, originario de Coria del Río (Sevilla) y que estaba destinado en Algeciras en el momento del suceso, justo a la comisaría a la que ha vuelto. Los hechos aquel 5 de septiembre ocurrieron en una carretera algecireña conocida como la de los yanquies. Los investigadores supieron esa noche de un alijo de hachís en la zona de Getares que acabó en la persecución entre el BMW sustraído que conducía Isaías M. y el Toyota Prius que conducía Francisco G.S. como coche policial.

El coche robado iba cargado con 17 fardos de hachís, más de 500 kilos de droga. El Toyota del inspector —en el que viajaba un agente en prácticas como copiloto— se colocó en la carretera en el sentido de la vía para cortarle el paso, pero dejando espacio a su lado sin impactar contra él. Pero Isaías M. continuó la marcha a gran velocidad y fue entonces cuando atropelló al agente, que recibió un impacto a gran velocidad que le dejó secuelas que, en el momento de la sentencia de julio, le impedían hacer vida normal y autónoma. El pronunciamiento judicial —que también condenó dos personas más por delitos contra la salud pública y tenencia de armas— determinó que el conductor tenía ánimo “suicida u homicida”.

El inspector Francisco G.S. ha sido recibido por sus compañeros en un acto donde le dieron de nuevo su placa y su arma reglamentaria, según ha confirmado este martes la Policía Nacional. El sindicato JUPOL mayoritario en el cuerpo, ha manifestado “su máximo reconocimiento y apoyo para el agente, al que aseguran haber apoyado en todo el camino de estos años. “Un proceso que culmina ahora con el reingreso al servicio activo del inspector, que, a pesar de las gravísimas lesiones sufridas, se negó a aceptar una jubilación anticipada y ha luchado estos casi cinco años por “volver a ser útil para la Policía Nacional”, ha explicado el sindicato en un comunicado.