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Se investiga la aparición de un colmillo fosilizado de elefante en un cerro de Valladolid

Un ciudadano encontró el resto milenario, a la espera de análisis científico, en una zona boscosa de la capital vallisoletana

El colmillo fosilizado de elefante en un cerro de Valladolid. Fotografía cedida.
El colmillo fosilizado de elefante en un cerro de Valladolid. Fotografía cedida.
Juan Navarro

Las anteriores veces que se vio un elefante en Valladolid se debió a la visita de circos mundiales con estos paquidermos entre su elenco y antes de la prohibición de la exhibición de estos animales salvajes en esos espectáculos. El avistamiento más reciente, y de forma parcial, se corresponde con el hallazgo de un colmillo fosilizado de elefante en el parque urbano del cerro de Las Contiendas. El vestigio óseo fue localizado por uno de los paseantes o deportistas que habitualmente transitan entre estas colinas con caminos, máquinas de ejercicio activo o mesas de merendero. El aviso a las autoridades permitió unos primeros trabajos que han servido para determinar que la pieza tiene miles de años, aunque no se sabe exactamente cuántos, y se encuentra fosilizada sin restos orgánicos, aunque se deberá examinar con precisión para precisar exactamente qué es y de cuándo. El colmillo se encuentra todavía en Las Contiendas, aunque alejado del acceso de los paseantes.

El hallazgo, adelantado por Diario de Valladolid y protegido en un lugar oculto de este espacio arbolado de Valladolid, ha transitado por los ciudadanos y se encuentra a la espera de que los técnicos especialistas de la consejería de la Junta de Castilla y León (PP) procedan a su extracción para proceder después a un análisis más minucioso. Las primeras acciones han confirmado la forma de colmillo de un paquidermo, fracturado en tres partes conectadas entre sí, y bajo esa fosilización que apunta a una antigüedad milenaria, aunque de momento difícil de categorizar concretamente.

El proceso seguido con estos restos históricos tan valiosos implica que acaben trasladándose al Museo Provincial de Fabio Nelli, en el centro de la ciudad, a unos kilómetros del cerro donde se han localizado los vestigios óseos. Portavoces de la consejería de Cultura de la Junta afirman que “parece que tiene valor, pero desde Patrimonio tendrán que extraer la pieza y analizarla para calcular su época y valor”. Cultura describe así la aparición: “En concreto en uno de los senderos practicables con bicicleta de dicho cerro, la acción del agua de lluvia ha dejado al descubierto un objeto alargado y de sección circular, con vetas oscuras, que se estrecha y que, a su juicio se asemeja a un cuerno de grandes dimensiones o a un colmillo de elefante”.

El presumible fósil se localizó hace unos días y la Administración ha contratado a una empresa especializada en estas labores para sacarla del cerro y dictaminar sus características. “Hay que ser prudentes”, zanjan estos portavoces, que han rechazado indicar exactamente la ubicación de ese vestigio “porque hay mucho vandalismo y hay que tener cuidado”. De ahí, para evitar riesgos, que Cultura esté suministrando la foto del posible resto óseo y se haya impedido que los fotógrafos de los medios de comunicación se acerquen a ese lugar y tomen sus propias imágenes.

Los indicios y los primeros rasgos percibidos invitan a pensar en un “alto valor” del descubrimiento, pero solo la evidencia científica permitirá aclarar si realmente se trata del colmillo fosilizado de un elefante milenario o una equivocación. “Aparentemente, se trata de una cornamenta o una defensa de animal, con una antigüedad notable, puesto que ha completado su proceso de fosilización. La materia no es orgánica, sino que, tal y como se observa en alguna esquirla desprendida, su estructura es ya totalmente mineral (caliza o carbonato cálcico)”, añade el comunicado de la Junta, que precisa una clave sobre el hallazgo: “Cabe indicar que se encuentra parcialmente sepultada por las arcillas del depósito geológico que lo rodea. No es posible determinar si solo existe esta pieza o se relaciona con otras partes esqueléticas que pudieran corresponderse con el mismo animal”.

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, buscándose la vida y pisando calle. Grado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS. Autor de 'Los rescoldos de la Culebra'.
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