Medio millar de migrantes llegan a las costas de Baleares en lo que va de agosto

Baleares ha experimentado un nuevo repunte migratorio con la llegada de unos 200 migrantes en los dos últimos días, antes de la llegada del fuerte temporal que está azotando las islas este miércoles. La Delegación del Gobierno estima que unos 118 migrantes llegaron en ocho embarcaciones a Formentera y Mallorca a lo largo de la madrugada del martes, a los que hay que sumar otros 80 interceptados a bordo de seis pateras al día siguiente. La mayoría son de origen magrebí y partieron desde Argelia, en una ruta cada vez más frecuente y favorecida por las buenas condiciones meteorológicas que había hasta este miércoles. El saldo total de migrantes llegados a las islas en lo que va de agosto asciende a más de 500, un punto más de presión que se suma a la que se vive en Canarias y Ceuta.

De las seis embarcaciones que llegaron este miércoles, cuatro alcanzaron la costa de Formentera, y dos fueron interceptadas en el mar a unas millas de Cabrera (Mallorca), una pequeña isla deshabitada y parque natural que colinda con aguas argelinas. En la madrugada del martes, otras ocho embarcaciones llegaron a Formentera y Mallorca.

Fuentes de la Delegación de Gobierno explican que la mayoría de los migrantes son jóvenes varones de origen magrebí —de nacionalidad argelina— que llegan a las islas como lugar de tránsito hacia la Península y, en muchos casos, como paso previo para viajar a otros países europeos como Francia y Bélgica. Su llegada, favorecida por las buenas condiciones meteorológicas del inicio de la semana, ha evitado el fuerte temporal que azota la zona desde el mediodía de este miércoles y todos ellos se encuentran en aparente buen estado de salud.

Solo en lo que llevamos de agosto, un mes en el que el mar balear acostumbra a estar en calma, han desembarcado en Baleares en torno a medio millar migrantes. Además de los 200 recién llegados en menos de 48 horas, durante los cuatro primeros días de mes hubo otra entrada de 350 personas. Aunque alertan del repunte, desde la Delegación de Gobierno sostienen que existen precedentes de llegadas numerosas en pocas horas en otros meses como julio, con 350 personas en 72 horas; o marzo, cuando hubo 203 personas llegadas en el mismo periodo de tiempo.

En total, en lo que va de año han llegado a Baleares al menos 2.186 personas a bordo de 165 pateras, una cifra prácticamente similar a los datos de todo el año anterior: 137 embarcaciones con 2.194 inmigrantes. En 2019, año previo a la pandemia, se registraron 507 inmigrantes llegados en 41 patera a las islas, una cifra que refleja el cambio de tendencia que supuso la covid.

Fuentes jurídicas explican que el aumento de llegadas de pateras desde las costas argelinas a las Islas Baleares fue detectado por primera vez en noviembre de 2020, coincidiendo con la crisis de la covid. Entonces, comenzó un conteo de pequeñas embarcaciones que alcanzaban la costa sur de Mallorca y Formentera, las más próximas a puertos argelinos como el de Dellys. “La mayoría son argelinos, pero también hay ciudadanos de Costa de Marfil, Ghana o Guinea-Bisáu, entre otros”, explica un abogado del turno de oficio de extranjería que atiende a los migrantes a su llegada y que prefiere mantenerse en el anonimato.

La situación de los menores migrantes no acompañados es una de las aristas más delicadas. El Consell de Mallorca, gobernado por el PP, acoge en la actualidad a 303 menores no acompañados —cifra que seguramente aumentará tras las últimas llegadas— en sus instalaciones, según los últimos datos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), actualizados la pasada semana. El presidente del IMAS, Guillermo Sánchez, volvió a pedir la pasada semana una reunión con el Gobierno para abordar esta problemática. Sánchez alertó de que el sistema balear de acogida estaba tensionado y anunció que se iba a habilitar un inmueble adicional que el Obispado de Mallorca había puesto a disposición del IMAS para acoger a menores.

El aumento de llegadas por esta ruta migratoria está suponiendo un desafío para las instituciones baleares, que en pocos años han tenido que adaptarse a un fenómeno del que Baleares estaban más exenta. El Colegio de Abogados de las Islas Baleares ha tenido que cambiar sus protocolos y establecer un turno de oficio fijo de extranjería para atender a inmigrantes llegados de manera irregular, cuando antes solo se prestaba servicio a través de abogados voluntarios.

Como máximo, un abogado puede atender a 10 inmigrantes e iniciar los trámites. Sin embargo, hay algunos puntos, como Formentera —con solo 12.000 residentes fijos—, donde este turno de extranjería no existe y los abogados siguen siendo voluntarios, por lo que la presión y dificultad para atender a los migrantes suele ser mayor, explica este letrado.