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Detenido en Barcelona un presunto yihadista que envió más de 200.000 euros a Siria y Turquía en criptomonedas

El arrestado, de origen jordano y pasaporte español, controlaba tres carteras de monedas virtuales supuestamente para financiar actividades del ISIS

Yihadista Barcelona
Momento de la detención el pasado 18 de enero de un presunto yihadista que financiaba al ISIS con criptomonedas, en una imagen cedida por la Guardia Civil.
Óscar López-Fonseca

Golpe de la Guardia Civil a la financiación del terrorismo internacional a través de criptomonedas. Agentes del instituto armado han detenido en Barcelona a M. A. D. A., un ingeniero informático de 30 años de origen jordano y pasaporte español, por su presunta implicación en una trama que supuestamente hacía llegar fondos al Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) mediante la transferencia de monedas virtuales, según ha informado este miércoles el Ministerio del Interior. El arresto se produjo el jueves en la capital catalana, adonde el sospechoso viajaba frecuentemente desde Turquía aprovechando su condición de agente comercial de varias empresas, detallan fuentes cercanas a la investigación. Los responsables de las pesquisas atribuyen al detenido un “papel destacado” como recaudador y facilitador de fondos para la organización terrorista y le adjudican el envío de, al menos, 200.000 euros a Siria y Turquía a través de tres monederos virtuales que manejaba. La Audiencia Nacional ha ordenado su ingreso en prisión provisional.

La investigación sobre M. A. D. A. se inició después de que agentes del Servicio de Información del instituto armado que rastrean los movimientos de criptomonedas detectasen traspasos y movimientos de dinero sospechosos ligados a él. Las pesquisas apuntan a que el arrestado formaba presuntamente parte de una amplia red internacional de financiación del terrorismo yihadista “con un gran impacto en forma de grandes movimientos económicos” y por la que Francia ya había condenado a varias personas en ausencia. Esa red extiende sus tentáculos a otros países, como Suecia. De hecho, en la investigación que ha desembocado en la detención de Barcelona, han participado la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa, el FBI estadounidense, la policía de seguridad sueca (Säpo) y Europol, la agencia policial de la UE; además del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). De hecho, hay investigaciones abiertas por esta trama en otros países.

Según las pesquisas, el dinero era recaudado por el ISIS mediante campañas que realiza a través de sus perfiles en la aplicación de mensajería instantánea Telegram. Ese dinero entraba posteriormente en un circuito de operaciones económicas simuladas que tenían como objetivo último dificultar el rastreo para acabar, finalmente, en las arcas del grupo terrorista. Es en esos movimientos financieros donde presuntamente participaba el ahora detenido a través de varias direcciones de criptomonedas que operaban, al menos, en tres redes distintas de dinero virtual. En el momento del arresto, la Guardia Civil le intervino diferentes dispositivos electrónicos que están siendo analizados.

En su nota, Interior destaca que el uso de criptomonedas por parte del terrorismo yihadista se inició a comienzos de la década pasada, “habiendo aumentado su intensidad desde entonces y, especialmente, tras la pandemia de la covid-19″ para sortear las dificultades que las limitaciones de movilidad supuso las medidas de confinamiento adoptadas por numerosos países. “Estos sofisticados medios actuales de financiación promovidos por criptoyihadistas plenamente especializados complican severamente las investigaciones de los servicios de seguridad”, añade Interior. Es en este papel donde la Guardia Civil sitúa a M. A. D. A., del que destaca su perfil alejado del que dibujan los presuntos yihadistas detenidos en España. “Su procedencia, jordana, no es común y, además, tenía un alto grado de formación en informática y experiencia en transacciones económicas que no se suele dar entre los detenidos en otras operaciones”, destacan fuentes cercanas a las pesquisas. Su actividad profesional de comercial le permitía moverse de manera frecuente entre Turquía y Barcelona (donde se solía alojar en hoteles) sin levantar sospechas.

La operación que ha desembocado con su arresto no es, sin embargo, la primera que se desarrolla en España contra la financiación del terrorismo yihadista. En junio de 2019 hubo una decena de detenidos como presuntos integrantes de una trama que supuestamente enviaba fondos desde Madrid a Al Qaeda en Siria a través de diversos mecanismos. Más recientemente, en febrero de 2022, fueron detenidas tres personas, entre ellas una mujer, en un dispositivo desplegado en Barcelona, Girona y Valencia. A los tres implicados se les atribuyó entonces un presunto delito de financiación del terrorismo a través de un complejo entramado empresarial con conexiones internacionales que les habría permitido enviar dinero a combatientes terroristas del ISIS en Libia. Al grupo también se le atribuyó el pago de tratamiento médicos en clínicas privadas de la capital catalana a supuestos yihadistas heridos.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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