El Gobierno critica el plan del PP para votar la amnistía de viva voz y descarta disidencias: “El PSOE votará sí”

El primer debate parlamentario sobre la amnistía a los encausados del procés independentista catalán se celebrará el próximo martes, cuando el pleno del Congreso discuta la toma en consideración y tramitación de urgencia de la proposición de ley registrada un mes antes por el PSOE. El PP va a pedir que esa votación se haga por llamamiento —es decir, de viva voz— para que los diputados del PSOE tengan que “dar la cara”. Una exigencia que solicitarán conforme al artículo 85 del Reglamento del Congreso. “Serán cómplices de estas decisiones”, aseveró el jueves Cuca Gamarra, secretaria general de los populares. El Ejecutivo critica esta solicitud de los populares pero, en todo caso, descarta disidencias. “No sé si lo que nos quiere decir [Gamarra] es que algún diputado socialista votaría en contra: ya le digo que no. El Grupo Socialista votará sí, sobre todo porque creemos que va a ser una buena ley”, ha dicho este viernes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en una entrevista en RNE. Si no hay sorpresas, esa primera votación sobre la ley de amnistía contará con el respaldo de 178 diputados: todos los que hicieron presidente del Gobierno a Pedro Sánchez salvo la de Coalición Canaria.

El artículo 85 del Reglamento del Congreso permite que una votación se haga por llamamiento si así lo solicitan una quinta parte de los diputados. Con 137 escaños, el PP cumple esa condición, por lo que el martes, durante la reunión de la Mesa previa al debate, los populares prevén demandar esa fórmula. Así lo anticipó Gamarra el jueves y lo confirman fuentes de la dirección popular. “Serán los primeros que faltarán a su palabra”, añadió la secretaria general del PP en alusión a los parlamentarios socialistas, a los que acusa de “fraude electoral” por haber negado antes de los comicios del 23-J que fueran a aprobar la amnistía. De hecho, varios de los diputados que la apoyarán el martes la rechazaron públicamente en los últimos años.

La portavoz del Gobierno ha parecido descartar hoy que la solicitud del PP fuera a ser aceptada: “Se votará como cualquier ley”, ha dicho. Y ha insistido: “Tiene que hacerse como es habitual”. Sin embargo, el Reglamento no deja lugar a dudas: si un quinto de los diputados lo piden, la votación ha de hacerse de viva voz. Alegría ha ensalzado el hecho de que haya “un número muy importante de grupos” que quieren apoyar la iniciativa parlamentaria. Los partidos que han mostrado su posición favorable son el propio PSOE, Sumar, Podemos, PNV, EH Bildu, ERC, Junts per Catalunya y BNG.

El Partido Popular ya intentó, durante meses y sin éxito, tras las elecciones generales del 23-J —que ganó Alberto Núñez Feijóo pero sin mayoría parlamentaria para ser investido—, apelar a los diputados socialistas para que frenasen la investidura de Sánchez. Y, por ende, impedir la amnistía a los encausados por el procés, asunto central en las negociaciones del PSOE con las fuerzas independentistas catalanas. Uno de los principales objetivos del PP fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, abiertamente crítico con la medida de gracia, a quien intentó convencer para que influyera sobre los ocho diputados de su comunidad autónoma. Una posibilidad que García-Page rechazó de plano.

La votación de investidura del presidente del Gobierno sí se lleva a cabo de forma obligatoria mediante llamamiento, como indica también el artículo 85 del Reglamento del Congreso. Tras el pleno en el que Sánchez fue investido, varios diputados socialistas y otros cargos territoriales del PSOE sufrieron señalamiento y acoso. Algunos parlamentarios fueron hostigados en redes sociales con imágenes del momento en el que fueron llamados a votar desde el escaño.

Precedente

Durante la tramitación de la reforma del Código Penal que supuso la eliminación del delito de sedición y la rebaja del de malversación, en otoño del año pasado, el PP también solicitó y logró que la votación se hiciera por llamamiento. La estrategia provocó una particular escena en el Congreso: los diputados del PSOE se pusieron todos en pie para arropar a la primera diputada socialista que tuvo que dar su sí de viva voz a la nueva ley, mostrando así de forma explícita la unidad del grupo parlamentario.

Por otra parte, Alegría ha insistido en la oferta de los socialistas a los populares para crear una “comisión de trabajo” donde ambos partidos negocien tres cosas: la renovación del caducado Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un nuevo modelo de financiación autonómica y la reforma del artículo 49 de la Constitución para eliminar el término “disminuidos” que alude a las personas con capacidades distintas. El ofrecimiento, que concretó el jueves el presidente del Gobierno en una entrevista en Antena 3, fue desdeñado poco después por fuentes de la dirección popular y por la propia Gamarra desde Zaragoza.

La portavoz del Gobierno ha insistido en esa vía en la entrevista de este viernes, y minutos después el PP ha vuelto a mostrar su desdén. “Lo de la comisión de trabajo no es serio”, ha afirmado en RNE la vicesecretaria de Sanidad y Educación de los populares, Esther Muñoz. “Las últimas [comisiones de trabajo] están siendo en Ginebra. Si quiere una comisión de trabajo para blanquear lo que está haciendo en Ginebra, no vamos a participar en esa humillación”, ha ironizado, en referencia a la reunión que mantuvieron en Suiza el pasado sábado representantes del PSOE y de Junts per Catalunya.