PSOE y Junts confían a un diplomático salvadoreño la verificación de sus negociaciones
La desconfianza entre las dos formaciones propicia el pacto sobre un “mecanismo internacional” coordinado por el embajador Francisco Galindo Vélez para cotejar los acuerdos
El PSOE y Junts se dan la mano, pero se miran con recelo. Las dos formaciones mantuvieron este sábado en Suiza una reunión que sirvió para escenificar que los tratos que fraguan están empapados de desconfianza. El consenso para pactar un “mecanismo internacional” de verificación, que coordinará el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez, pretende dar unas mínimas garantías de estabilidad a las dos partes, socios de conveniencia que mantienen discrepancias profundas. La llama de su relación la aviva el interés común por apuntalar la legislatura. A los socialistas les va el poder retener La Moncloa, mientras que Junts se juega el poder desplegar la ley de amnistía y garantizar el alivio judicial a su líder Carles Puigdemont. La cita de fin de semana en Suiza ha tratado de poner las herramientas para articular una alianza mermada de fe. La principal es la aceptación del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez, experto en refugiados, como coordinador del equipo de mediación y verificación.
Los equipos de Junts y el PSOE, capitaneados por Carles Puigdemont y Santos Cerdán, respectivamente, viajaron el viernes a Ginebra para estrenar, este sábado, la primera de la serie de reuniones que han pactado bajo la supervisión de un perfil independiente. La misión de moverse entre el fuego cruzado de acusaciones y reproches es, entre otros, para Francisco Galindo Vélez, licenciado en Ciencias Jurídicas y con estudios de Doctorado en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales en Ginebra. Fue embajador de El Salvador en París y ha sido alto comisionado de Acnur (Alto Comisionado de Las Naciones Unidas para los refugiados) en diferentes países. También la Fundación Henry Dunant se reserva un papel en la negociación. La institución, con base en Ginebra, ya ha tenido un rol protagonista en la negociación de anteriores conflictos, como el proceso de disolución de la banda terrorista ETA. La sede de la Fundación Henry Dunant, junto al lago Lemán, permaneció cerrada a cal y canto este sábado, pero fuentes cercanas a la negociación confirmaron poco después de las diez de la mañana que la reunión entre Junts y el PSOE ya estaba en marcha. Ninguna de las partes dio detalles sobre cuál fue el punto de encuentro ni de cuánto duró el encuentro, pero sobre las 16.30 horas, el emisario socialista Santos Cerdán fue visto accediendo a la terminal del aeropuerto de Ginebra para regresar a Madrid. Preguntado a la carrera sobre cómo se desarrolló el acercamiento, se limitó a tacharlo de “cordial”. “Es una reunión de trabajo”, apostilló.
El frío, la temperatura está atornillada en torno a los cero grados, y la intermitente nevada que cayó sobre Ginebra no congeló este sábado la aproximación buscada por Junts y el PSOE. El partido independentista catalán puso estas reuniones como condición para que sus siete diputados dieran apoyo a la reelección de Sánchez. Se trata de encontrar una salida al “conflicto político” que hay en Cataluña, Puigdemont asegura no renunciar al referéndum de independencia, y de negociar un nuevo sistema de financiación que dé más poder a la Generalitat. Temas altamente sensibles y que, según la jefatura de Junts, hacen conveniente la presencia de un verificador que de fe de los acuerdos y que se encargue de fiscalizar el grado de cumplimiento. Con respecto al hecho de que la Fundación Henry Dunant tenga una silla reservada en la observación de las negociaciones, Ramon Tremosa, concejal de Junts en Barcelona, manifestó en el espacio Aquí Parlem de TVE en Cataluña que “el PSOE puede estar más cómodo con esta fundación que con otra”. Según Tremosa, “el presidente Puigdemont tenía clarísimo que tenía que ser así y el PSOE lo ha aceptado, por lo tanto vamos a dejarles trabajar”.
El botín es goloso para la formación neoconvergente. Sin apenas cuotas de poder, Junts no manda en el ayuntamiento de ninguna de las grandes capitales catalanas y en octubre de 2022 sus bases votaron dejar todo el mando de la Generalitat en manos de Esquerra, cualquier anotación que pueda figurar en la lista de logros se publicita como un tanto valioso. Pese a haber pactado con el PSOE, Puigdemont y sus compañeros de partido se reivindican como el pilar más combativo, y resultón, del independentismo. El calendario fija que quedan apenas 14 meses para decidir el nuevo president de la Generalitat y el PSC lleva la delantera en la carrera electoral catalana, pero la lucha entre ERC y Junts por arañar voto independentista es intensa y no se escatima ningún recurso.
Por lo pronto, el encuentro de este sábado en Suiza ha oficializado el cambio de ritmo que ha tomado la relación entre el PSOE y Junts. El rechazo que se dedicaban ambas formaciones ha mutado en, como mínimo, cortesía mutua. El vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius, confirma que se ha entrado en un cambio de paradigma, y que el nuevo escenario sienta “unas bases muy sólidas respecto al conflicto político que existe desde hace tanto tiempo”.
En una entrevista en RNE, Rius destacó este sábado que el encuentro entre Santos Cerdán y Puigdemont se celebra en un “terreno neutral y sin árbitros comprados”. “Lo que siempre habíamos reclamado es que tenía que ser una negociación de verdad, no una mesa de diálogo para permitir al señor Pedro Sánchez ir por el mundo blanqueando su acción”, afirmó el vicepresidente y portavoz de Junts. Rius lanzaba, de esta manera, un dardo a Esquerra Republicana, alegando que no ha funcionado “la mesa de diálogo entre el Govern del señor Pere Aragonès y la Moncloa”.
Rius es uno de los mandos de Junts que mejor sintonía tiene con Puigdemont. Sus viajes a Waterloo han sido constantes y el expresidente catalán medió para buscarle un puesto principal en la lista de Junts al Ayuntamiento de Barcelona. La candidatura la comandó Xavier Trias, veterano político de Convergència con ideas enfrentadas a las tesis de Puigdemont, y el expresident consideró oportuno poner cerca de Trias a una figura de su máxima confianza. Preguntado sobre el regreso a España del expresidente de la Generalitat, Rius respondió que ese no es un tema urgente y que lo primero es que la amnistía se aplique a los encausados: “Él no se fue del país para buscar una solución personal, sino colectiva, y no volverá hasta que no vea que ha habido una solución colectiva con la ley de la amnistía”.
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