Óscar Puente, ministro a la tercera oferta

Óscar Puente Santiago (Valladolid, 54 años) dio su penúltimo paso hacia el máximo escalafón de Pedro Sánchez el pasado 26 de septiembre. El exalcalde de Valladolid, convertido en parlamentario nacional tras las elecciones del 23 de julio, dio la sorpresa cuando subió al estrado del Congreso de los Diputados para replicar al candidato frustrado del PP, Alberto Núñez Feijóo, mostrando así la confianza depositada en él por quien ahora le ha nombrado ministro de Transportes y Movilidad Sostenible. Puente ha tomado el tercer tren ministerial que ha pasado ante él, tras rechazar anteriormente los que le podían haber llevado a Cultura o a Justicia, unos viajes que declinó por su “compromiso con Valladolid”. Hasta hace pocos meses pensaba que sus oportunidades ministeriales habían pasado para siempre. Puente, leal a Sánchez incluso cuando el partido le dio la espalda, llegó a ser portavoz del PSOE, pero fue perdiendo fuerza interna y acabó regresando a su ciudad.

El nombramiento ratifica al exregidor como un hombre fuerte en el entorno del líder del Ejecutivo. Los socialistas auguraban nombramientos sorpresa para responder a Feijóo en el Congreso y la dura oposición que dan por seguro que va a plantear el PP. Puente, cuando hizo la réplica al aspirante popular a la investidura, efectuó un discurso contundente y duro, que molestó profundamente a los populares, en el que se puso como ejemplo de político que, pese a haber ganado unas elecciones, se veía apeado del poder por la aritmética parlamentaria. “De ganador a ganador”, le espetó mordazmente a Feijóo, pues él venció en número de votos en las municipales, pero una alianza entre el PP y Vox lo desbancó del Ayuntamiento.

El vallisoletano acaparó titulares durante los días del debate de investidura de Feijóo tras ser hostigado, en el tren que le llevaba desde Valladolid a Madrid, por un joven en busca de notoriedad que (posiblemente por el discurso con el que Puente replicó a Feijóo) acabó contando con la aquiescencia del PP, especialmente de Miguel Tellado. Y ello, a pesar de que el hostigador acumula denuncias policiales en su contra por hechos similares o de mayor gravedad. Con su intervención frente al aspirante popular, Puente resucitaba internamente tras unos años en segundo plano. En junio pasado admitía a EL PAÍS que sus quejas ante la “pelea” por la gestión comunicativa de los socialistas lo fueron “apartando” de la portavocía del partido.

El exalcalde de Valladolid, jurista de profesión y que ha sido alcalde desde 2015 y hasta el pasado mayo, gobernó la ciudad en alianza con la izquierdista Valladolid Toma La Palabra. Durante su paso por el Ayuntamiento, ha fomentado los carriles bici, las vías específicas para autobuses, la peatonalización de calles y se ha extendido una amplia zona de bajas emisiones y medidas contra el vehículo privado. Su rival municipal, el conservador Jesús Julio Carnero, basó su programa en derogar estas iniciativas y defender el soterramiento ferroviario de Valladolid, proyecto descartado tanto por el Gobierno como por Puente durante sus mandatos por su elevado coste. El compañero socialista de Puente en Valladolid, portavoz consistorial y exconcejal de Hacienda, Pedro Herrero, aplaude la decisión: “El reconocimiento merecido a un gran político y una gran noticia para Valladolid”.