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El PP llama de nuevo al transfuguismo a los diputados socialistas para que apoyen la investidura de Feijóo

La vicepresidenta segunda tacha de “síntoma de desesperación” y “corrupción” las proclamas de los populares, mientras que la ministra de Transportes los califica de “esperpento”

El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo (en el centro), la portavoz del partido, Cuca Gamarra, y el diputado popular Borja Semper, el jueves en el Congreso de los Diputados.
El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo (en el centro), la portavoz del partido, Cuca Gamarra, y el diputado popular Borja Semper, el jueves en el Congreso de los Diputados.Samuel Sánchez

A cuatro días para que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, intente ser investido presidente del Gobierno, varios dirigentes de su formación están insistiendo en llamar a los diputados socialistas para que le apoyen en esa sesión, porque le siguen faltando cuatro votos. El líder del PP cuenta con sus 137 diputados, los 33 de Vox, el escaño de UPN y otro de Coalición Canaria. “Espero que algunos reconsideren su posición, porque merece la pena (...) Hablo de las distintas formaciones que podrían reconsiderar su posición, entre ellos está el Grupo Parlamentario Socialista”, avanzó este jueves la secretaria general, Cuca Gamarra, al programa Parlamento de TVE y remató la misma idea este viernes en Tele5. El presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, ha instado también este viernes a los diputados socialistas a que “defiendan con el acta del PSOE” los principios que defienden en privado, en los que según él se muestran en contra de que se realice una amnistía general y un referéndum, como reclaman los independentistas de ERC y Junts para apoyar a Pedro Sánchez. Varios ministros del Gobierno de Sánchez han lamentado esos intentos “a la desesperada” del PP de Feijóo que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, equiparó a síntomas de “corrupción”.

Cuca Gamarra asegura que “muchos votantes socialistas” se arrepienten de haber votado al PSOE el pasado 23 de julio y les anima a “reconsiderar su posición” y su voto en contra de la investidura de Feijóo porque piensa “que merece la pena”. La número dos del PP entiende que el resultado electoral habría sido distinto si los votantes del PSOE hubieran sabido que su voto “iba a ser utilizado para amnistiar a aquellos que pusieron en jaque” el “orden constitucional”.

Entre los socialistas que se han posicionado en contra de esta medida en los últimos días está el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, que el jueves habló con el líder del PP en una ronda con los presidentes autonómicos. La conversación se produjo después de que Feijóo acusara a Pedro Sánchez de cometer un “fraude electoral” al abrir paso a una amnistía. Pero Page aclaró esa misma noche en la Cadena SER que esas insinuaciones no tienen ningún sentido en su caso: “Quien está jugando a que la falta de votos del PP, el déficit electoral que han tenido, se lo compensen tránsfugas del PSOE, puede que los encuentre, no digo que no, pero no será porque yo los busque o porque yo los ampare”. Y añadió: “Las cosas tienen que ser limpias, el Gobierno de España, el que sea, no puede estar nunca sometido a tamayazos de ningún tipo”. García-Page aseguró que Feijóo no le había pedido su apoyo para que el PSOE cambiara de opinión: “Tampoco le serviría para mucho. Yo no decido lo que vaya a votar el PSOE (...) Una cosa es discrepar y otra cosa que la alternativa del PP es mejor”.

Almeida pide “votar en conciencia”

El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, se ha sumado a esos llamamientos al PSOE diciendo que sus diputados deberían hacer “en conciencia” lo que “mejor convenga al interés general de la nación”. Y completó: “Y tengo muy claro que lo que mejor conviene al interés general de la nación, desde luego no es que Sánchez sea presidente con una amnistía a favor de Carles Puigdemont”. La expresidenta popular madrileña, Esperanza Aguirre, consciente de que pasar del PSOE a votar a favor del PP no es algo muy viable, les animó simplemente a abstenerse.

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El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, considerado el exponente del sector más moderado y transversal del PP, abundó en esa presión al instar a esos parlamentarios socialistas que según él “en privado defienden los principios de la Constitución” a que lo hagan “en público con su acta de diputado” en la sesión de investidura de Feijóo. El dirigente andaluz ha negado luego, como coincidieron los demás representantes de ese partido, que estuviera así haciendo un llamamiento al transfuguismo. “El voto es libre, como el acta de diputado, y eso no significa que abandonen el PSOE, sino que lo defiendan”, ha señalado.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz (a la derecha), saluda al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en Santiago de Compostela.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz (a la derecha), saluda al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en Santiago de Compostela. Lavandeira Jr (EFE)

El Gobierno reaccionó airado a esta presión in extremis del PP de Feijóo, en vísperas del polémico acto de protesta contra la presunta amnistía a los líderes independentistas convocado este domingo en Madrid y a dos días apenas del comienzo de la investidura. Los ministros preguntados aseguraron que no habrá tránsfugas en su partido, lamentaron esa actitud antidemocrática del PP que catalogaron dentro de lo que prohíbe el Pacto Antitransfuguismo y consideraron que se debía a una reacción a la desesperada, ante la falta de votos de Feijóo para poder ser presidente. Lo hizo así la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que lo relacionó también con “profunda crisis interna” que vivió esa formación desde la etapa de su anterior líder, Pablo Casado. Refrendó la misma idea la titular de Transportes, Raquel Sánchez, que lo tildó como “ejercicio de puro esperpento”, y también Fernando Grande-Marlaska, que auguró el fracaso de esa estrategia.

Vulneración “hipócrita”

El mensaje de la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, apuntó además a la posible vulneración de esa manera “hipócrita” del Pacto Antitransfuguismo, que se firmó entre 16 partidos en 1998 y se renovó en varias ocasiones hasta 2020. Montero certificó así: “El transfuguismo es una forma de corrupción y una práctica antidemocrática”. El PP dejó de hecho ese pacto el 15 de junio de 2021, tras beneficiarse de unos tránsfugas para la moción de censura en Murcia, porque argumentó entonces que no cumplía con las garantías de imparcialidad y porque el Ministerio Presidencia descartó la posibilidad de que los expertos que analizan los casos en ese pacto pudieran ser recusados o abstenerse en determinadas situaciones. El PP piensa que no sean neutrales. La Abogacía del Estado ha informado reiteradamente desde hace años que el Pacto Antitransfuguismo es un pacto entre fuerzas políticas, de naturaleza privada y ajeno a la legislación administrativa, por lo que no caben esas opciones. El Gobierno ha reclamado al PP, por escrito y con ofertas del propio Pedro Sánchez a Feijóo, que regrese a ese pacto sin ningún éxito.

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