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Gernika será el primer “lugar de memoria” en España, en recuerdo a las víctimas del bombardeo de 1937

El Gobierno distinguirá a la villa vizcaína y el lehendakari Urkullu exige al Estado “un gesto de justicia restaurativa”

El ministro de Presidencia y Memoria Democrática, Félix Bolaños, entrega un ramo de flores en Gernika. Sentado a la derecha de la imagen, el lehendakari, Iñigo Urkullo, este jueves en la localidad vizcaína.Foto: JAVIER HERNANDEZ | Vídeo: EPV
Mikel Ormazabal

“No les olvidamos”. El Gobierno de España no olvida, ha dicho el ministro de Memoria Democrática, Félix Bolaños, en referencia a los cientos de personas que murieron en Gernika en los bombardeos “indiscriminados” contra esta villa vizcaína el 26 de abril de 1937 a cargo de “los nazis y los fascistas” que se aliaron con las tropas franquistas en la Guerra Civil. En reconocimiento a todas las víctimas de aquel ataque “atroz” contra una población civil indefensa, el Ejecutivo ha decidido declarar la localidad vizcaína como “el primer lugar de memoria” del país, conforme a lo que el artículo 49 de la ley de Memoria Democrática establece para aquellos lugares donde se han desarrollado “hechos de singular relevancia por su significación histórica” o han sufrido “la represión y la violencia por su resistencia al golpe de Estado de julio de 1936″.

Gernika es símbolo universal contra la barbarie y los horrores de la guerra. Fue escenario de uno de los ataques más cruentos durante la contienda nacional, cuando aviones alemanes e italianos descargaron decenas de bombas explosivas y sembraron el horror entre la población civil. Han pasado 86 años de aquellos hechos que han quedado en la memoria de todos, aunque las heridas no están totalmente sanadas. La batalla política se encarga en cada efeméride de mantener vivo aquel recuerdo trágico.

En un hecho sin precedentes, un ministro del Gobierno ha participado este miércoles en los actos de recuerdo de las víctimas del bombardeo que organiza todos los años el Ayuntamiento. Bolaños ha asistido al homenaje junto al lehendakari, Iñigo Urkullu, y otras autoridades institucionales y políticas. Es la primera vez que esto ocurre, pero al máximo representante del Gobierno autónomo no le ha parecido suficiente la presencia de un ministro en Gernika. El mandatario vasco considera que “sigue estando pendiente” por parte del Estado un “gesto de justicia restaurativa”.

La decisión de nombrar a Gernika como un “lugar de memoria” ya la había adelantado un día antes el presidente del Gobierno durante una intervención en el Senado. Pedro Sánchez dijo que merece esta distinción por el “horror del bombardeo fascista” que sufrió su población en 1937. Bolaños ha confirmado que la villa vasca estrenará el mapa de la memoria porque “fue el primer lugar donde se produjo un bombardeo indiscriminado contra la población civil y donde murieron cientos de personas a manos de los nazis, los fascistas y los golpistas”.

Esta decisión no ha complacido plenamente a Urkullu. En un mensaje difundido este mediodía a través de su cuenta en las redes sociales, antes del acto ceremonial del cementerio y de su encuentro con Bolaños, ha venido a decir que el Estado debe pedir perdón y tener un gesto de reconocimiento con las víctimas. “Es imprescindible reconocer el daño causado con el objetivo de contribuir a cerrar unas heridas que llevan demasiados años abiertas. A un Estado democrático le toca y debe asumir liderar ese reconocimiento, se lo debe a las víctimas”, ha defendido en su mensaje grabado. Es una reclamación que también ha realizado el alcalde Gernika, José María Gorroño, del PNV.

Bolaños no se ha pronunciado sobre esta petición de los dirigentes nacionalistas. Se ha limitado a decir que para él supone “un orgullo” estar en Gernika “representando al Gobierno legítimo de la República que fue atacado por los golpistas” en los “bombardeos indiscriminados contra la población de esta localidad, al igual que sucedió en Durango, Eibar, Otxandio y otros lugares del resto de España”. “Nos acordamos de todas aquellas personas que perdieron la vida. La democracia española es también resultado de aquella lucha, porque la democracia nunca ha caído del cielo, siempre ha habido que trabajarla. 86 años después de aquella matanza que Picasso inmortalizó, les quiero decir que no les olvidamos. Su recuerdo también inspira nuestra democracia”, ha afirmado el ministro de la Presidencia ante los periodistas antes de acceder al cementerio, a cuyas puertas Bolaños y Urkullu se han estrechado las manos. Unos minutos después, se ha colocado una ofrenda floral ante el mausoleo que recuerda a los fallecidos en el bombardeo. Ambos dirigentes han conversado amistosamente, sin que hayan trascendido las palabras que se han cruzado.

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Urkullu ha agradecido la presencia del ministro en el aniversario del bombardeo. “Es un paso adelante”, ha reconocido, pero ha pedido más. El Estado le debe a Gernika, según el lehendakari, “un gesto de justicia restaurativa” que en su opinión “sigue pendiente” a pesar de que la villa vizcaína “bien lo merece” porque es “un símbolo universal para la paz” y una “semilla permanente para la convivencia de las personas y los pueblos”. En esto ha coincidido Bolaños. Ha destacado que tras los ataques aéreos del 37 “el roble de Gernika, ante el que juran los lehendakaris y es el símbolo de la libertad en Euskadi, se mantuvo en pie”. En nombre del Gobierno, ha insistido en que “la memoria de todas las víctimas sigue aún presente y la democracia es también hoy resultado de su reconocimiento”.

El Ejecutivo autónomo liderado por los nacionalistas siempre ha considerado que el Estado está en deuda con la memoria de las víctimas de esta barbarie. Es una reclamación recurrente la petición de un acto de desagravio a Gernika y de reparación moral del daño que sufrieron sus habitantes. En esa línea, ahora hace un año, el Ejecutivo socialista aprobó por primera vez una declaración institucional que recogía la “condena sin paliativos” del bombardeo contra las localidades vascas que eran fieles a la causa republicana, como Durango. En 2022, el Gobierno de Sánchez comparó aquellos hechos con los ataques aéreos a civiles que se estaban dando durante la invasión de Ucrania por las tropas rusas.

Aquella declaración, que fue valorada positivamente por Urkullu, incluía un “compromiso con la pervivencia de la memoria de todas las víctimas, tanto de quienes perdieron la vida, como de quienes sobrevivieron y llevaron para siempre entre sus recuerdos las imágenes y las vivencias de la tragedia colectiva que significó la Guerra Civil”. “La villa de Gernika forma parte fundamental de la memoria vasca, española y europea. Representa la crueldad de la guerra contra la población civil”, interpretó el Ejecutivo de Sánchez.

Al homenaje de este miércoles en el cementerio de Gernika han asistido miembros del gabinete de Urkullu, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza; el senador de EH Bildu Gorka Elejabarrieta y el parlamentario del PP Carmelo Barrio, entre otros. Ante el monumento fúnebre en recuerdo a las víctimas se ha colocado, mientras sonaban las campanas, 24 ramos y dos coronas de flores.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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