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Argelia desautoriza a su patronal bancaria sobre el bloqueo comercial con España

La agencia oficial de noticias publica que “son erróneas” las informaciones sobre una marcha atrás en las relaciones mercantiles entre ambos países

Argelia España
Vista del puerto de Argel, la capital de Argelia, en una imagen de archivo.Zohra Bensemra (Reuters)

En la primera reacción oficial de las autoridades argelinas después de la decisión de la patronal bancaria del país de descongelar las transferencias financieras entre España y Argelia, el Ministerio de Asuntos Exteriores negó el sábado a través de un comunicado que el Gobierno haya dado marcha atrás en su política hacia España. Según la nota, la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros (ABEF), en tanto que asociación profesional, no puede tomar decisiones relativas a la soberanía del país, ya que corresponde solo al Consejo de Ministros. Las relaciones entre Madrid y Argel atraviesan una fase de fuertes turbulencias después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya abrazado la posición de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental.

La agencia oficial de noticias argelina, que hizo público el comunicado de Exteriores, alerta de interpretaciones “erróneas” aparecidas en algunos medios de comunicación, que no cita, por considerar la normalización de las relaciones financieras como una cesión hacia España. La contundencia del comunicado es una nueva señal de que la crisis entre ambos países continúa siendo profunda y que el fin del bloqueo financiero, que estrangulaba el comercio entre ambos países en todos los sectores, menos el gasístico, no es una medida avalada por el Estado en busca de la distensión con Madrid. EL PAÍS publicó el sábado una información que atribuía el retorno a unas relaciones comerciales normales a las presiones de las compañías argelinas, que se habían visto perjudicadas por el frenazo a las importaciones de productos españoles.

La decisión del Gobierno español en marzo de imprimir un giro radical en su política tradicional hacia el Sáhara Occidental, basada en la neutralidad, levantó ampollas en Argel, principal aliado del Frente Polisario en su conflicto con Marruecos. Unas horas después, el Ejecutivo argelino llamó a consultas a su embajador en Madrid, que todavía no ha retornado a su puesto. Un par de meses después, a principios de junio, Argel intensificó las represalias y suspendió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y de Cooperación con España. El mismo día, la ABEF, que depende del Ministerio de Finanzas, anunció la prohibición de realizar cualquier tipo de transacción financiera con los bancos españoles.

En su comunicado, el Ministerio de Exteriores argelino hace una defensa de su decisión de romper el tratado que había regulado sus relaciones bilaterales con España durante décadas, y asegura que responde a “unas consideraciones legítimas”. En concreto, acusa al Estado español de “haberse desligado de las obligaciones y los valores esenciales inscritos en este tratado”, lo que justificaría su suspensión.

En aquel momento, la reacción del Gobierno de Pedro Sánchez ante el órdago de Argel fue recurrir a Bruselas para que interviniera en la crisis. Y la estrategia funcionó porque la Comisión Europea salió en defensa de la posición española, y recordó a Argel que una obstaculización de las relaciones comerciales con España representaría una violación de los tratados con la Unión, y tendría consecuencias.

El comunicado de Exteriores hecho público el sábado también aborda este asunto para negar cualquier relación entre el conflicto con España y las relaciones entre Argel y la UE, y califica de “precipitadas e infundadas” las declaraciones hechas en nombre de la UE. “Se trata de un desacuerdo político de naturaleza bilateral con un país europeo, que no tiene ninguna incidencia sobre los compromisos de Argelia respecto a la UE, por lo que no es necesario cualquier tipo consulta europea para una reacción colectiva”, reza el texto.

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Durante los próximos días se sabrá hasta qué punto el comercio bilateral entre España y Argelia ha sido completamente restablecido, tal como esperan las compañías españolas que exportan al país magrebí. El contundente comunicado del Ministerio de Exteriores no parece invalidar la circular de la ABEF, sino más bien el hecho de que se haya interpretado como una cesión de Argel para normalizar las relaciones con España. Durante el último mes y medio, además del corte de las relaciones financieras, las mercancías provenientes de España no recibieron el visto bueno de las aduanas para salir de los puertos argelinos.

La conflictiva relación con Argelia ha provocado temores en España ante un posible corte del suministro de gas argelino, clave para satisfacer las necesidades energéticas de ciudadanos y empresas. De hecho, esta misma semana saltaron las alarmas después de que un “problema técnico” provocara una reducción de la provisión de gas argelino que llega a Almería a través del gasoducto Medgaz.

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