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Zamora sale a la calle para protestar contra la gestión de los incendios: “¡Más bomberos, menos consejeros!”

Unas 3.000 personas se manifiestan para pedir la dimisión del presidente de Castilla y León y del consejero de Medio Ambiente por los fuegos que han carbonizado 60.000 hectáreas

Manifestantes con pancartas protestan por los incendios forestales en Zamora, este jueves.
Manifestantes con pancartas protestan por los incendios forestales en Zamora, este jueves.Emilio Fraile (Europa Press)
Juan Navarro
Valladolid -

La gestión de la Junta de Castilla y León de los incendios que han carbonizado 60.000 hectáreas en Zamora ha indignado a buena parte de la ciudadanía zamorana y a distintos agentes sociales. Este jueves se ha convocado una manifestación frente a la delegación de la Junta en la ciudad para protestar por este segundo incendio, que la semana pasada sumó más de 30.000 hectáreas arrasadas a las más de 25.000 que ardieron hace un mes en la sierra de la Culebra.

La concentración ha recorrido varias calles de la capital y se ha congregado ante la delegación provincial de la Junta de Castilla y León en la ciudad para, como hace unas semanas tras el fuego de la sierra de la Culebra, reclamar explicaciones entre silbatos y bocinas y pedir a gritos y con pancartas la dimisión del presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, y del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. “¡Más bomberos, menos consejeros”, han coreado grupos de asistentes, unos 3.000 según la Policía Nacional, reunidos bajo lemas como Zamora no se quema. Los asistentes, convocados por la plataforma La Culebra No Se Calla han gritado “¡asesinos!” en protesta por las muertes de un brigadista y un pastor, cuando la presentadora del acto los ha mencionado. Además de las dimisiones, los organizadores han pedido más medios, personal y “mejores condiciones laborales” para los trabajadores forestales, además de la declaración de zona catastrófica para todos los municipios afectados.

Hace un mes acudieron unas 5.000 personas, muchas de ellas llegadas en autobuses fletados por los pueblos más castigados por el fuego para que los zamoranos pudiesen expresar su desazón con las instituciones de Castilla y León. En esta ocasión también se han visto carteles de localidades que han padecido los fuegos, como Ferreras de Arriba y Otero de Bodas, y se han lanzado consignas a favor del personal de extinción. La agrupación convocante, La culebra no se calla, ha coordinado a los perjudicados por los incendios, como relata su miembro Lucas Ferrero. “La manifestación la han solicitado los vecinos de la zona porque ya bastó con un incendio, no es ni medio normal que haya un segundo”, lamenta Ferrero, que insiste en “luchar” para hacer escuchar sus reivindicaciones de ayudas y medios para los afectados. “Los ánimos están muy calientes, incluso con cabreo de los funcionarios de la Junta”, detalla el zamorano.

Irene Barahona, que ha acudido al encuentro y es miembro del colectivo Jóvenes de Castilla y León, explica que “estos incendios han supuesto un nuevo batacazo a Zamora, unas consecuencias que en el caso de la Culebra durarán décadas porque el patrimonio natural y la riqueza que se generaba no podrá rematerializarse hasta dentro de mucho”. La zamorana considera que ambos fuegos “podrían haberse atajado con un buen dispositivo, que los medios antiincendios de Castilla y León sean tercermundistas habla una vez más de la inmovilidad política y la carencia total de responsabilidad de los dirigentes que llevan en esta comunidad 35 años”.


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Denuncia de Greenpeace

La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este jueves al Ejecutivo autonómico ante la Fiscalía por “inacción” ante el primer fuego a causa de la escasez de recursos humanos y materiales y la falta de previsión. El ministerio público ya está tramitando una denuncia de Comisiones Obreras por disponer del riesgo medio y no alto antes de ese primer incendio, en junio. En un comunicado, Greenpeace señala que, de haber “un plan de prevención de incendios adecuado y un dispositivo de extinción a pleno rendimiento en un momento en que las alertas de riesgo de incendio ya estaban disparadas”, el fuego se habría podido “extinguir a tiempo o se hubieran producido menos daños”.

El actual plan autonómico, tildado por los profesionales de extinción de “obsoleto” por datar de 1999, contrastaba con las advertencias, a las que también alude la ONG, de que se avecinaba una ola de calor que podría propiciar fenómenos como estos ante tormentas secas con rayos como los que cayeron en la provincia zamorana y desencadenaron el desastre ecológico y socioeconómico en una zona de gran valor ambiental. Los ecologistas se unen al sindicato Comisiones Obreras, que hace unas semanas hizo lo propio y cuya denuncia ya se encuentra en tramitación. Greenpeace también ha respondido a las palabras del consejero de Medio Ambiente, Suárez-Quiñones, que acusó al “ecologismo extremo” de ser una de las causas de los incendios. “Los ecologistas no queremos un monte quemado. Queremos montes vivos, pueblos vivos y un sector forestal fuerte capaz de aprovechar los recursos forestales mientras se mantienen los servicios ecosistémicos y se fija población en las zonas rurales”, ha sostenido la ONG.

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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