La tragedia bajo la valla de Melilla que nadie pudo tapar en Marruecos
Sube a 23 el balance oficial de migrantes muertos. Sánchez justifica la actuación de la gendarmería y responsabiliza a las mafias de la tragedia, mientras que varias ONG reclaman una investigación judicial a ambos lados de la frontera
Las autoridades marroquíes han elevado a 23 el saldo oficial de migrantes muertos al intentar entrar en Melilla, el viernes. La tragedia permaneció oculta durante largas horas la mañana del viernes. Se sabía que a las 6.40 de la mañana la Guardia Civil en Melilla fue alertada por la gendarmería marroquí sobre un intento masivo de asalto a la valla de la frontera para entrar en territorio español. El asalto finalmente se produjo alrededor de las 8.30. Unos 1.500 emigrantes participaron en el intento y solo 133 lograron cruzar el paso fronterizo del Barrio Chino. Era el primer asalto masivo desde que Marruecos obtuvo en marzo de Pedro Sánchez la carta en la que el presidente se inclinaba abiertamente por la propuesta de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, en detrimento del referéndum de autodeterminación que reclama el Frente Polisario.
Desde primeras horas de la mañana hasta las cuatro de la tarde se produjo un silencio informativo por parte de las autoridades marroquíes, donde nadie sabía con certeza si se habían registrado muertos ni cuántos eran.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la de mayor implantación en el país, a las 14.00 no tenía ninguna constatación de que hubiese muerto nadie. Trascendió que los emigrantes habían usado métodos violentos. Y la propia organización, que cuenta con una larga trayectoria en defensa de los migrantes, hizo un llamamiento público al cese de la violencia tanto por parte de los emigrantes como por la policía. Pero no se sabía nada más.
Pasado el mediodía, el diario La Razón publicó que habían muerto 40 subsaharianos y cinco gendarmes marroquíes. Pero el Ministerio del Interior marroquí no confirmó ni desmintió nada. “Estamos consultando a nuestra gente en el terreno”, indicó una fuente autorizada a este diario. En cuanto a la embajada española en Rabat, la mayor parte de las autoridades y funcionarios tampoco sabía nada. De pronto, empezó a extenderse el rumor de que “algo” había pasado en la frontera, algo diferente a los asaltos masivos anteriores, donde casi nunca se registraron víctimas mortales. Y, finalmente, a las 16.00 en Marruecos, una hora más tarde en la España peninsular, las autoridades de Nador emitieron un escueto comunicado en donde indicaron que habían muerto cinco emigrantes irregulares, fallecidos a causa de una avalancha en su intento por acceder y también a consecuencia de la caída desde la valla. Además, informaban de que había 13 heridos graves entre los subsaharianos y cinco graves entre los policías. Finalmente, a las once de la noche, una autoridad de Nador declaró que los 13 emigrantes graves habían muerto, con lo cual el saldo aumentaba hasta 18. Y aseguraba de forma tajante que ningún gendarme perdió la vida.
Desde ese momento comenzaron a circular vídeos, cada cual más conmovedor. La AMDH publicó varios de ellos en donde se veían decenas de subsaharianos inertes apiñados en el suelo, sin que se distinguiera muy bien quién estaba vivo y quién muerto. En otro vídeo, un agente antidisturbios intenta levantar a un emigrante que yace inmóvil en el suelo. Al ver que no reacciona, intenta tomarle el pulso primero en la muñeca y después en el cuello. Otro agente aplica la porra sobre el costado del emigrante y comprueba que no se mueve. En medio de esa masa de cuerpos inertes, apretujados al pie de la valla, de pronto algún emigrante logra mover un brazo, y otro más allá desplaza una pierna. La mayoría de los subsaharianos, sin embargo, permanecen inmóviles, contemplados por una fila de agentes antidisturbios. Una fuente oficial conocedora de los hechos indicó a este diario con la condición del anonimato: “La causa de las muertes es que se produjo una avalancha. Y los más fuertes cayeron sobre los más débiles”.
Este sábado, la AMDH emitió un comunicado junto a otras asociaciones, como la española Caminando Fronteras o Attac Maroc, donde aumentaba el número de muertos hasta 29 emigrantes. Por su parte, Helena Maleno, fundadora de Caminando Fronteras tuiteó a media tarde del sábado un mensaje donde aseguraba que la cifra de muertos ascendía a 37. Las autoridades de Nador mantuvieron el saldo de 18 víctimas hasta que a las nueve de la noche sumaron otros cinco migrantes, con lo cual la cifra total de muertos reconocidos oficialmente sumaban 23.
Las mismas fuentes oficiales indicaron a las 15.30 —una hora más en la España peninsular— se encontraban bajo cuidados médicos dos agentes de gendarmería y 33 emigrantes. Y que el estado de salud de todos ellos es “estable”. A las nueve de la noche ya solo había un gendarme y 18 subsaharianos. Los otros habían salido ya del hospital Hassani, de Nador, y del universitario de la ciudad de Uchda
Las asociaciones exigieron una investigación judicial independiente, “tanto del lado marroquí como español, así como a escala internacional”, para aclarar los detalles de la tragedia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido, también este sábado —durante la comparecencia en la que ha anunciado el nuevo paquete de medidas anticrisis—, la actuación de Marruecos y ha señalado como “responsables” de la tragedia “a las mafias que trafican con seres humanos”. “Ayer, primero me solidaricé y reivindiqué el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos del Estado en nuestro país, algunas de ellas guardias civiles que fueron heridos como consecuencia del asalto violento. Y además quiero repetir este calificativo, violento, y organizado por las mafias que trafican con seres humanos”, sostuvo Sánchez.
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