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El Gobierno afronta una semana de parón legislativo sin resolver la crisis con sus socios

El PSOE justifica su primer pleno de este mandato sin proyectos de ley en la “casualidad” y niega la acusación de la derecha de que carece de socios fiables

Javier Casqueiro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, en un pleno de control del Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, en un pleno de control del Congreso.Claudio Alvarez

La legislatura ha llegado a un punto de estancamiento, en plena crisis sin resolver con los socios de ERC por el caso Pegasus. Las diferencias de proyecto entre los dos miembros de la coalición son evidentes, pero quedan muchas leyes e iniciativas en cartera que deben pasar el filtro de la cada vez mayor geometría variable en las votaciones del Congreso. En ese contexto, el Gobierno afronta esta semana un pleno, por primera vez en este mandato, sin discusiones ni votaciones sobre ningún proyecto de ley o decreto ley. En el PSOE argumentan que es una “casualidad” y que la semana que viene se agolparán para su debate hasta cuatro iniciativas legislativas. Auguran una “hoja de ruta normativa” intensa con 34 leyes planificadas. Los partidos de la oposición de derechas ven este parón como un síntoma de la poca fiabilidad y estabilidad del Gabinete de Pedro Sánchez y sus socios.

Los plenos del Congreso dividen su actividad normal en tres días perfectamente estructurados hace años: los martes es el turno de las proposiciones de la oposición, los miércoles tocan las sesiones de control al Ejecutivo y los jueves se discuten y votan los proyectos del Gobierno. El pleno de esta semana durará dos días. El próximo jueves no habrá leyes en disputa, algo que no es habitual. Es inusual y lo ha sido incluso durante los dos años en los que la pandemia restringió bastante las discusiones en las Cortes, donde sí se llevaron para ser cuestionados y convalidados numerosos decretos ley, como critica la oposición.

En estos casi dos años y medio de legislatura, pese a todos los imprevistos y emergencias, el Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ha mantenido un alto nivel de intensidad a la hora de remitir proyectos al Congreso. El ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, acudió la semana pasada a una comisión para presumir de esa “elevadísima hoja de ruta” y para glosar que el 94% de las iniciativas prometidas en el discurso de investidura o en los acuerdos políticos posteriores con los aliados estaban ya aprobadas o en tramitación y el 87% se habían cumplido. El propio Bolaños admitió que, de esos 368 proyectos previstos, 92 habían sido leyes y 236 reales decretos. De las 34 leyes programadas para ver la luz en 2022, 26 ya han sido aprobadas y ocho han pasado el trámite de su primera vuelta en la Cámara. Bolaños concedió que 261 de esas propuestas abordadas no estaban planificadas y así justificó “la agilidad para resolver los problemas de la gente que se van planteando” y contrarrestó la crítica de la oposición: “El ruido ensordecedor no logrará callar que España avance y la política sea útil”.

En el PP, Ciudadanos y Vox tienen otra visión radicalmente diferente del escenario parlamentario. Ven al Ejecutivo parado, bloqueado y a merced de sus socios, de coalición y de legislatura. Y apuntan que el frenazo legislativo de esta semana es algo más que un síntoma casual de que el PSOE no tiene seguros los suficientes apoyos para sacar algunos proyectos adelante. Uno de esos aliados, ERC, lleva, efectivamente, al menos dos semanas marcando muy de cerca al Ejecutivo en algunas votaciones como consecuencia del escándalo del espionaje presuntamente ilegal mostrado por el caso Pegasus. Votaciones que el Gobierno ha logrado superar gracias a apoyos puntuales del PP, Cs o incluso Vox, como en la ley de Seguridad Nacional.

Fuentes de la cúpula del Gobierno socialista y de la dirección del PSOE matizan mucho su inquietud ante una presunta inestabilidad de la legislatura. No se fían de las ofertas de pactos del PP de Alberto Núñez Feijóo, apuestan a que la relación con ERC y otros socios se reconducirá en breve —en cuanto los presidentes de España y de la Generalitat se encuentren bilateralmente— y hablan de “casualidad” para explicar que al pleno de esta semana no se lleven proyectos de ley nuevos. Auguran que la semana siguiente se podrían acumular hasta más de cuatro (ley de igualdad de trato; de garantía integral de la libertad sexual o del “sí es sí”; voto rogado; planes de pensiones e incluso de comunicación audiovisual) o que varios están en su fase final en sus comisiones. También remarcan que con ERC lo peor ha pasado ya, que con ellos se han solventado en estos años varios Presupuestos del Estado y avisan de que sin los escaños de esa formación se superaron la semana pasada algunas votaciones clave con alrededor de 300 votos a favor.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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