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Moreno, Ayuso y Mañueco presionan a Feijóo para que suceda a Casado en un congreso a finales de marzo

Los principales barones señalan al presidente gallego para pilotar la salida de la crisis del PP

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (derecha), toma un café durante la inauguración de la segunda línea de refinación de Aceites Abril, en Ourense, este lunes.Foto: BRAIS LORENZO (EFE)
Javier Casqueiro

Todas las miradas del PP se volvieron a depositar en el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, para salir de la crisis que vive la formación conservadora tras el choque entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. “Feijóo no ha tomado la decisión y no hay plan ni nada organizado aún, pero esta vez las posibilidades de que acepte están al menos al 50%”, concluye uno de los dirigentes nacionales más próximos a Feijóo y al tanto de las conversaciones de estos últimos días.

La presión es máxima, otra vez, pero en esta ocasión la situación interna del partido es tan grave que los barones del PP, al menos cuatro de los más importantes, y numerosos dirigentes consultados por EL PAÍS sostienen que ahora Feijóo comprenderá que sí tiene “un deber moral” de asumir el cargo tras haber apoyado en 2018 la candidatura fracasada de Casado.

Feijóo pareció este lunes dejarse querer más que descartarse y eso propició todo tipo de especulaciones a favor de que el presidente gallego recoja el liderazgo nacional del PP en un congreso extraordinario que algunos esperan para finales de marzo. Un congreso para el que varios de esos dirigentes ya sugieren nombres a consensuar sobre futuros miembros del nuevo equipo.

El presidente de la Xunta de Galicia, que volvió a ganar con mayoría absoluta por cuarta vez en las elecciones de 2020, se está convirtiendo con el paso de las horas de esta dramática crisis en el líder in pectore por aclamación, algo que en parte quiso buscar en el verano de 2018 cuando se afrontó la sucesión exprés de Mariano Rajoy y no ocurrió.

Todo parece distinto ahora. A Feijóo, como a Rajoy, nunca le agradaron demasiado las primarias. En este caso, en el hipotético congreso extraordinario que se quiere forzar en marzo, tras 30 días desde que lo apruebe una Junta Directiva Nacional por mayoría de dos tercios, no se vislumbra ninguna competición, porque nadie se apunta para disputar ese liderazgo. Feijóo solo quiso remarcar ayer desde Galicia que ya le había dicho a Casado su opinión sobre lo que había que hacer y sobre su futuro no precisó nada: “Yo no vengo a hablar de mí, sino del PP y de España”.

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La llamada de Ayuso

Hasta la madrileña Isabel Díaz Ayuso, con la que Feijóo conversó el domingo tras requerir este a Casado que renunciase y presentase su dimisión y la de su equipo, se autodescartó este lunes públicamente y aseguró que solo quiere seguir como presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde su entorno se transmitió más tarde que ella también “cree que Feijoó es la persona con más autoridad en el PP en este momento”.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que habló con Feijóo el domingo y el lunes, después de haber explicado telefónicamente a Casado que no le quedaban más opciones que retirarse, conminó en privado al líder gallego para que se haga cargo del reto. Algo que hicieron por su parte el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y otros responsables territoriales.

La aclamación para la llegada ahora de Feijóo no presentaría aparentemente contestación interna alguna, según las fuentes sondeadas. Algunos, incluso, le recordaron en sus charlas bilaterales que ahora no les podía “fallar” tras atribuirle en parte el triunfo de Casado sobre Soraya Sáenz de Santamaría en aquel congreso de las primarias.

Varios miembros del PP muy cercanos a Feijóo concluyeron tras hablar con él, pero sin que el líder gallego lo expresara así de claro y contundente, que ahora sí entiende que tiene una obligación especial, que su panorama y carrera en Galicia ya están casi cumplidos y no hay más opciones alternativas que concentren esa unanimidad. Feijóo, sin embargo, también ha esgrimido a favor de quedarse en Galicia que disfruta de una cómoda situación política, que tiene 60 años, un hijo de seis y un futuro muy prospero en la empresa privada si al final decide retirarse.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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