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Albert Rivera deja el bufete de abogados Martínez-Echevarría casi dos años después de su fichaje

La firma apercibió al exlíder de Ciudadanos y a Villegas por su “falta de productividad”. Los dos exdirigentes de Cs exigen a la firma sus sueldos hasta 2025 por “incumplimiento de contrato”

Virginia Martínez
Albert Rivera anuncia su incorporación al despacho de abogados Martínez-Echeverría.
Albert Rivera anuncia su incorporación al despacho de abogados Martínez-Echeverría, en marzo de 2020.Samuel de Roman (Getty Images)

El expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha anunciado su salida del despacho de abogados Martínez-Echevarría casi dos años después de fichar por la firma, según adelantó El Confidencial y ha confirmado este diario a través de fuentes del bufete. El despacho apercibió al exlíder de Cs ―que hasta ahora era el presidente ejecutivo― y a su compañero y vicepresidente ejecutivo, el ex secretario general de Cs, José Manuel Villegas, porque “su productividad estaba alcanzando niveles preocupantes”. En Martínez-Echevarría explican que “su implicación fue nula desde el principio”, y se muestran “muy sorprendidos” de haber recibido la renuncia por un correo electrónico. En cambio, desde el entorno de Rivera y Villegas se asegura que su marcha se debe al “incumplimiento contractual” de la empresa. Los dos exdirigentes del partido afirman que seguirán en el sector privado desarrollando un “proyecto de emprendimiento” relacionado también con el desempeño de la abogacía y que descartan volver a la política.

Fuentes cercanas a Rivera y Villegas explican que el “incumplimiento contractual” se debe a varios motivos. Por un parte, la empresa habría dejado de abonar los “bonus por éxito” firmados en el contrato y no se habrían formalizado jurídicamente sendos nombramientos como presidente y vicepresidente ejecutivos. Tampoco se les habrían asignado el 5% y el 2% de las acciones de la firma, respectivamente. Unas circunstancias que habrían llevado a ambos a enviar un correo electrónico a la empresa en la mañana de este lunes anunciando su salida tres años antes de que sus contratos vencieran. Desde el entorno de Rivera y Villegas niegan las acusaciones de “baja productividad”.

Una versión que se contrapone a la de Martínez-Echevarría. Desde el bufete reiteran que, pese a que desde su entrada no “han alcanzado unos objetivos mínimos de rendimiento”, han sido “condescendientes” con ambos exdirigentes de Cs y les habían avisado para que respondiesen conforme a las labores pactadas, cuya función se basaba en “las relaciones públicas” para atraer nuevos clientes. Unos términos que, según estas fuentes autorizadas del despacho, no se han cumplido. “Por eso [por haber sido condescendientes] nos sorprende tanto encontrar por medio de terceros esta comunicación. Nos envían un email a través de su abogado en lugar de decírnoslo en persona. Hemos intentado ponernos en contacto con ellos, pero no responden el teléfono. Hasta el viernes estaban en el despacho organizando reuniones”, se quejan dichas fuentes. Desde Martínez-Echevarría no quieren comentar el “incumplimiento contractual” al que se hace referencia, y apuntan a que su nuevo destino les “habría pedido” aducir esos motivos para poder incorporarse a un nuevo puesto.

Tras las declaraciones del despacho a los medios de comunicación, en las que se les acusa de “baja productividad”, el abogado de Rivera y Villegas ha enviado un burofax al bufete para exigir las cantidades adeudadas, a su juicio, por el “incumplimiento contractual”. Además exigen su sueldo hasta 2025, fecha en la que vencía su contrato. “No responde a la realidad ni a nada. Nos parece de risa pedir un sueldo por un trabajo que no se va a realizar”, añaden fuentes autorizadas de Martínez-Echevarría.

Tanto Rivera como Villegas estudian pedir también una indemnización por “daños morales” por las acusaciones vertidas desde el despacho. Este miércoles estaba prevista una reunión con el consejero delegado del bufete, Vicente Morató, en la que, según la firma, se iban a “tomar medidas” tendentes a resolver el desempeño de dichos objetivos. “Han renunciado a su puesto anticipándose a dicho encuentro”, añaden.

Las mismas fuentes cercanas a Rivera y Villegas aclaran que la reclamación de las cantidades pendientes hasta 2025 es válida jurídicamente porque es la empresa la que “ha roto una parte del contrato”. Y recalcan que la firma “ha pasado de facturar 16 millones de euros a casi 20 y la oficina de Madrid, de 1,5 millones a casi 4”.

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Pese a todo, Rivera y Villegas han sostenido que de estos casi dos años en el bufete, al que llegaron tras su salida de Cs, se llevan “una buena experiencia profesional” en la que han obtenido los mejores resultados de la firma y crecido en plena pandemia, en declaraciones a Europa Press en la mañana de este martes.

Desde que dejó la formación que ahora lidera Inés Arrimadas en noviembre de 2019, Rivera ha reiterado que ni piensa volver a Ciudadanos ni integrarse en otro partido. Y así lo ha confirmado también en algunas de sus últimas apariciones públicas relacionadas con el sector académico, como la inauguración del máster en Acceso a la Profesión de Abogado de la Universidad San Pablo CEU, el pasado octubre, o la presentación del Instituto de Liderazgo del CES Cardenal Cisneros, en noviembre. Fue en la Convención Nacional del PP, en octubre, cuando se despertó gran expectación en torno al exlíder de Ciudadanos, al que muchos esperaban ver en Valencia, tras recibir la invitación del partido de Pablo Casado. Una invitación que podía suponer un acercamiento de Rivera a las filas populares, pero que finalmente rechazó.

Rivera fichó como presidente ejecutivo por el despacho Martínez-Echevarría, que pasó a llamarse Martínez-Echevarría & Rivera Abogados, hace menos de dos años. En la web oficial sigue apareciendo el segundo nombre y las fotografías del exlíder de Cs. La firma confió en la figura del expresidente de Ciudadanos, al que se le presumía una alta capacidad de gestión y de toma de decisiones. También una agenda y unas relaciones privilegiadas. En marzo de 2020, la idea del bufete, originario de Málaga y con presencia en Granada, Almería y Córdoba, era la de crecer en la Andalucía occidental. Especialmente, en Sevilla y en el entorno de la Junta, cogobernada por Ciudadanos y el PP. En aquel momento, Ciudadanos formaba también parte del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid y, como hasta ahora, del Gobierno municipal. “El reto es crecer, crecer y crecer”, afirmó Rivera en una conferencia de prensa tras su fichaje, en marzo de 2020, la primera que ofreció desde que dimitió como líder de la formación.

El expresidente de Ciudadanos renunció en noviembre de 2019, tras las elecciones generales en las que Cs protagonizó uno de los mayores batacazos electorales, al bajar de los 52 diputados conseguidos en abril del mismo año hasta los 10 tras la repetición electoral.

Rivera ya había trabajado como abogado de La Caixa antes de entrar en política. También Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, ambas abogadas del Estado, ficharon por despachos de abogados (Cuatrecasas y CMS Albiñana & Suárez de Lezo, respectivamente) después de abandonar la política. “Vuelvo a mi profesión”, proclamó Rivera tras anunciarse su fichaje.

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Sobre la firma

Virginia Martínez
Es redactora en la sección de España y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en la sección audiovisual hasta verano de 2021. Antes cubrió información local en el diario Granada Hoy. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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