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Las exportaciones españolas de armas rebotan tras el confinamiento y crecen un 37%

El Gobierno autorizó la venta de material antidisturbios a Cuba antes de la represión de las manifestaciones de julio

Miguel González
Botadura de la quinta corbeta construida por Navantia para Arabia Saudí, el pasado día 4 en San Fernando (Cádiz).
Botadura de la quinta corbeta construida por Navantia para Arabia Saudí, el pasado día 4 en San Fernando (Cádiz).Román Ríos (EFE)

Las exportaciones de armas españolas alcanzaron los 1.633,9 millones de euros en el primer semestre de 2021, con un crecimiento del 37,3% respecto al mismo periodo del año pasado, según el informe enviado al Congreso por la Secretaría de Estado de Comercio. El rebote en las ventas de material militar tras el confinamiento de 2020, que obligó a paralizar numerosas entregas, supone casi recuperar los niveles de 2018 (1.705 millones de euros), aunque aún no los de 2019 (2.413 millones), el año previo a la pandemia.

El 68,9% de las exportaciones de armamento español estuvieron dirigidas a socios de la OTAN, un porcentaje que alcanza el 69,6% si se suman los países que pertenecen a la UE pero no a la Alianza Atlántica. El restante 30,4% se repartió entre 51 países, destacando Australia que, con 269,9 millones, fue el tercer cliente de la industria militar española en este periodo, tras Francia (310,2) y el Reino Unido (285,6). Australia recibió un buque de aprovisionamiento del astillero público Navantia, La mayoría de las ventas a Francia corresponden a aviones de transporte y abastecimiento en vuelo de Airbus (301 millones); mientras que las del Reino Unido incluyen los blindados Ajax para el Ejército británico que fabrica parcialmente en España General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas (158,4).

Las entregas de munición a Arabia Saudí (39,5 millones), un país empantanado desde 2015 en la guerra de Yemen; y la autorización para exportar material antidisturbios (350.000 euros) al régimen cubano, que en julio pasado reprimió duramente las manifestaciones de la oposición, son algunas de las operaciones más polémicas. A continuación, se detallan los puntos de mayor interés del informe:

Munición para Arabia Saudí. Después de Australia, el mayor cliente de la industria militar española fuera de la OTAN y la UE es Riad, con 55,7 millones entre enero y julio. Sorprendentemente, el informe no incluye la venta de cinco corbetas a la Marina Real Saudí por 1.813 millones, a pesar de que el quinto y último buque de la clase Avante 2020, el Unayzah, fue botado el pasado día 4 en el astillero de Navantia en San Fernando (Cádiz). En el momento en que se entreguen las corbetas, y se incorporen a la estadística, Riad se pondrá en cabeza de la compra de material militar español.

Ya lo está en la partida de municiones y artefactos explosivos. El 48,3% de los 81,7 millones exportados por firmas españolas de este sector a todo el mundo fueron para Riad (39,5 millones). Las ventas incluyen 31.508 disparos de calibre 155 milímetros, 60.000 cargas de proyección, 40.800 espoletas y 80.000 estopines de artillería. En teoría, el Gobierno saudí ha prometido no usar estas armas en Yemen. El segundo comprador de munición española es Egipto, con 17,9 millones. Si se suman los demás países árabes (Catar, Emiratos Árabes Unidos y Túnez), el porcentaje llega al 62,7% del total.

Material antidisturbios para Cuba. El Gobierno autorizó la exportación de material antidisturbios a Cuba por 350.000 euros en el primer semestre de este año, antes de la violenta represión de las movilizaciones de julio pasado. El informe no explica si la exportación de los equipos policiales se consumó con posterioridad o se optó por suspender la entrega ante el riesgo de que fuera utilizado para reprimir manifestaciones pacíficas. Entre enero y junio de este año, España exportó material policial por 98.257 euros, un 86,3% menos que en el mismo periodo de 2020. El primer comprador fue Albania (con 78.948 euros, el 80% del total). Entre las operaciones autorizadas pero aún no ejecutadas destacan, además de Cuba, la República Democrática del Congo (4,6 millones), Togo (306.150) y Túnez (111.000). Entre los compradores de armas de caza figura Ucrania (1.044.853 euros).

Denegaciones a Burkina Faso. El Gobierno ha vetado la exportación de un total de 14,6 millones de cartuchos de caza a Burkina Faso por 2,3 millones por riesgo de desvío al mercado negro. En este país del Sahel fueron asesinados en abril pasado los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile cuando realizaban un documental sobre la caza furtiva en parques naturales. No obstante, se autorizó otra venta de cartuchos al mismo país por 197.856 euros.

Aviones para Malí. El Gobierno aprobó la exportación de aeronaves militares a Malí por 41 millones de euros. Dicho país, en el que España tiene un contingente de más de 500 militares, está regido desde mayo por una Junta Militar tras el segundo golpe de Estado en menos de un año.

Ventas a Israel. España exportó material de defensa a Israel por 474.789 euros, mientras que las operaciones autorizadas ascendieron a 838.775. El material vendido incluyó equipos navales, sistemas de dirección de tiro, municiones y bombas. La mayor partida autorizada (671.095 euros) corresponde al apartado de bombas, cohetes y misiles.

Armas para Gibraltar. Por primera vez, la colonia británica figura como cliente de la industria militar española, con una pequeña partida de 7.175 euros. Se trata de armas de calibre inferior a 20 milímetros con destino a armerías o particulares.

Vetos a Pakistán, Rusia y China (incluido Hong Kong). Las exportaciones de material de doble uso (civil y militar) ascendieron a 164,4 millones, con un incremento del 160,5%. El primer cliente fue Singapur, que compró material de hardware y software por 43,3 millones. Se denegaron 14 operaciones de exportación; entre ellas, una a Pakistán (20.000 euros), 11 a China (14,6 millones) y dos a Rusia (531.164 euros), por las sanciones de la UE. Se prohibió la exportación a Hong Kong de cuatro cámaras térmicas de vigilancia para la Policía, valoradas en 994.016 euros, “por riesgo de uso en la represión interna” del movimiento democrático.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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