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La Guardia Civil crea una comisión de igualdad y autoriza a los agentes a lucir tatuajes vistiendo el uniforme

La nueva norma del instituto armado también se abre a que haya uniformes adaptados a las guardias embarazadas

Guardia Civil
La Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, en el Congreso el pasado 18 de marzo .Sergio R Moreno (GTRES)

La Guardia Civil ha aprobado este martes la creación de una Comisión Permanente de Igualdad y Diversidad, dentro de una serie de medidas impulsadas por el Ministerio del Interior, entre ellas el real decreto que autoriza a los agentes a lucir tatuajes vistiendo el uniforme. La propuesta permite a los uniformados llevar los grabados en su piel siempre que no comprometan la neutralidad política o sindical ni contengan imágenes contrarias a los valores constitucionales, que reflejen motivos obscenos o inciten al odio. La nueva normativa, que se ha sometido al preceptivo informe del Consejo de la Guardia Civil, ha recibido un amplio apoyo por parte de las asociaciones profesionales.

Entre los asuntos que se han abordado en el citado organismo destacan siete normas, cinco de las cuales son proyectos de reales decretos: la regulación de la uniformidad, el código de conducta, los derechos de las asociaciones profesionales, el funcionamiento del consejo y las quejas y sugerencias. Una de las medidas más novedosas es la inclusión de uniformes especialmente adaptados para las guardias civiles gestantes. La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha celebrado la creación de la comisión de igualdad: “En materia de igualdad de género y diversidad, todo avance que se quiera implementar es poco, nunca hay tiempo que perder y sí mucho que ganar si creamos ya desde hoy esta comisión en este consejo”. Gámez también ha destacado la labor de las asociaciones profesionales para “acercar posturas con el mayor consenso posible”.

La aceptación de los tatuajes, una medida polémica

Sobre el real decreto de uniformidad, la Guardia Civil ha destacado que regula el uso de la vestimenta tanto del agente en activo como en reserva con destino, pero también el de los empleados que se encuentran en otras situaciones administrativas, como el alumnado de los centros docentes o el personal retirado o de las fuerzas armadas que presta servicio en la Guardia Civil. “Como uno de los aspectos más novedosos se regulan las condiciones en las que sí podrán exhibirse determinados tatuajes que sean visibles vistiendo el uniforme de la Guardia Civil, siempre que cumplan unas determinadas características, algo que hasta ahora no estaba contemplado”, ha recordado el instituto armado. La Guardia Civil ha trabajado con las asociaciones para sacar adelante esta medida, que recibió algunas críticas internas.

La prohibición de los tatuajes a los miembros de este cuerpo siempre ha sido un tema polémico y criticado por muchas asociaciones desde hace tiempo. Ya en 2018 cinco de ellas cargaron contra uno de los aspectos más polémicos del borrador de orden general de la Guardia Civil en el que se vetaba el uso de los mismos por parte de los agentes, y amenazaron con recurrir a la vía judicial para evitar que se afectaran los derechos fundamentales y libertades públicas de los guardias civiles. El borrador prohibía cualquier tatuaje que fuera visible, de modo que los guardias tenían que taparlos o someterse a una intervención quirúrgica para eliminarlos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ordenó retirar aquel documento y pidió que se buscara el máximo consenso con las asociaciones.

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La nueva normativa aprobada este martes evitará casos como el de Estela Martín, uno de los primeros con los que se encontró la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuando tomó posesión en junio de 2018. Martín, madrileña de 30 años y licenciada en Psicología, cumplía con todos los requisitos para ingresar en el Ejército español. Sin embargo, cuando se puso el bañador para realizar la prueba de natación, el presidente del tribunal de la oposición al Cuerpo Militar de Sanidad observó que la joven tenía un tatuaje de siete centímetros en el empeine derecho, y la expulsó.

La convocatoria consideraba causa de exclusión portar tatuajes visibles con los uniformes reglamentarios. El de Estela podía apreciarse con el uniforme femenino (falda y zapato abierto de tacón), pero no con el masculino (pantalón y zapato cerrado), por lo que varones con tatuajes similares pudieron realizar las pruebas sin problema. Robles anunció que, en adelante, “el hecho de que una aspirante porte un tatuaje visible con la uniformidad en su modalidad de falda no será motivo de exclusión del proceso en el que esté participando” y que a partir de entonces solo se tendrían en cuenta los que se vean con el uniforme común.

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