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El asalto al Capitolio llega al Senado español

La Cámara alta vota por unanimidad una moción del PSOE que rechaza las acciones insurreccionales que ponen en peligro la democracia

Los senadores escuchan la intervención del portavoz del Partido Popular, Javier Maroto, durante la sesión de control al Gobierno de este martes en el Senado.
Los senadores escuchan la intervención del portavoz del Partido Popular, Javier Maroto, durante la sesión de control al Gobierno de este martes en el Senado.David Fernández (EFE)

El asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado 6 de enero ha entrado este miércoles en el debate del Senado español, en la discusión de una moción de rechazo a las acciones insurreccionales que ponen en peligro la democracia. Los senadores de todos las formaciones han dejado de lado la crispación y han rechazado de manera unánime el ataque en el que cientos de personas, incitadas por el expresidente Donald Trump, invadieron el Congreso de Estados Unidos durante más de cuatro horas y mantuvieron en vilo a todo el mundo. La moción ha puesto de acuerdo a todas las formaciones —incluso a las que presentaron enmiendas que finalmente no fueron aceptadas— con 262 síes, cero noes y ninguna abstención.

Antonio Magdaleno Alegría, del PSOE, ha defendido este miércoles la moción en la que ha pedido acabar con la antipolítica “antes de que ella se apodere de la democracia”. “Las involuciones democráticas no son frutos del pasado”, ha afirmado el senador, que ha puesto como ejemplo el asalto al Capitolio. Alegría ha recordado que los episodios radicales y de violencia son fruto de “un populismo reaccionario de ultraderecha” que se insinúa en la sociedad mediante “bulos, descalificaciones personales e insultos por no pensar de la misma manera”. “Tenemos que preguntarnos si se están manifestando algunos de estos síntomas en las Cortes Generales o en los parlamentos autonómicos”, ha recalcado el senador. Desde el inicio de la legislatura la crispación se ha adueñado del Parlamento. En las últimas semanas, el retraso en la llegada de las vacunas junto a la campaña electoral para las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero han centrado los ataques entre las formaciones.

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“Los insultos y las descalificaciones personales en el debate solo producen ruido y el ruido hace que los ciudadanos no escuchen y vuelvan la espalda a las instituciones democráticas”, ha zanjado Alegría. El último barómetro del CIS refleja que entre los problemas principales para los españoles están los problemas políticos en general (17,8%) y el mal comportamiento de sus representantes (16,2%). El senador ha advertido de que “si se afirma que el presidente del Gobierno de España es ilegítimo, el mensaje político que se transmite es que los procesos electorales son fraudulentos y los ciudadanos pueden pensar que la única salida es la insurrección”, en alusión a Vox, que en varias ocasiones ha tildado el Ejecutivo de ilegítimo.

El primero en tomar la palabra fue Tomás Marcos Arias, de Ciudadanos, quien se ha sumado a la moción presentando una enmienda adicional, que pretendía incluir el respeto a las instituciones del Estado, “en particular a la Corona y al Poder Judicial”. Sin embargo, la negativa del PSOE ha llegado enseguida con el senador César Alejandro Mogo Zaro: “O no han entendido el sentido de la moción o quieren llevarla a su terreno y creo que desvirtúan su sentido”, ha respondido. El socialista ha incidido en que su formación respeta el Poder Judicial y por eso quieren renovarlo –después de dos años prorrogado– pero ha lamentado la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los demás partidos. Mogo también ha rechazado la enmienda de Vox que quería que se rechazaran los “pactos con partidos políticos que hayan tenido que ver con la violencia”, en alusión a EH Bildu y su coordinador general y exmilitante de ETA, Arnaldo Otegi. Por ello, el socialista le ha devuelto la propuesta: “¿Qué le parece si lo ampliamos a los partidos que están en contra de la lucha contra la violencia de género? No podemos aceptar sus enmiendas porque nos parecen una trampa”, ha sentenciado.

Desde JxCat, Josep Maria Pinart Cervera, se ha sumado al apoyo a la moción y ha rechazado los proyectos políticos incompatibles con la democracia y los derechos fundamentales, incluso en España, donde “a una parte de la Cataluña del siglo XXI no se le ha escuchado ni se la está escuchando, se la niega, se la engaña y se la reprime”, ha lamentado el senador. La campaña electoral catalana ha entrado en la Cámara alta cuando Cervera ha recordado que “Carles Puigdemont, Jordi Sánchez, Jordi Turull pudieron ser investidos presidentes, pero no lo pudieron ser aunque habían tenido los apoyos necesarios en unas elecciones. Tampoco Oriol Junqueras pudo ser europarlamentario”, ha recordado.

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