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Careo en la Audiencia Nacional: el ex ‘número dos’ de Interior se enfrenta al “miserable” de Fernández Díaz

El juez cita a ambos a declarar a la vez sobre la Operación Kitchen, organizada para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas

Francisco MArtínez, ex 'número dos' de Interior, y el exministro Jorge Fernandez Diaz, en una imagen de archivo.
Francisco MArtínez, ex 'número dos' de Interior, y el exministro Jorge Fernandez Diaz, en una imagen de archivo.Luis Sevllano Arribas

A las 17.12 del 22 de enero de 2020, solo un día después de que el juez lo imputase por la Operación Kitchen, el ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, envía un whatsapp a su amigo José Ramón Navarro, actual presidente de la Audiencia Nacional: “Esta será la primera declaración de un político, a la que seguirán varias más. Pues, como sabes muy bien, mi grandísimo error en el Ministerio fue ser leal a miserables como Jorge o Rajoy o Cospedal”. Ahora, casi diez meses después de lanzar ese mensaje, Martínez volverá a vérselas con uno de ellos: su antiguo jefe, el exministro Jorge Fernández Díaz. A las 10.00 de este viernes ha comenzado otro plato fuerte de la investigación sobre la trama urdida para espiar al extesorero popular Luis Bárcenas: el careo entre los dos antiguos miembros de la cúpula de Interior.

Manuel García-Castellón, magistrado instructor del caso, ha citado a ambos a la vez después de que ofreciesen versiones opuestas durante sus declaraciones como imputados. Aunque aseguró que creía que era legal, Martínez admitió al juez que tuvo conocimiento en 2013 de Kitchen, la operación policial puesta en marcha ese año para arrebatar presuntamente a Bárcenas documentos comprometedores para altos cargos del PP. Y, de hecho, afirmó que fue el propio Fernández Díaz quien le habló por primera vez de que se había captado como confidente a alguien del entorno del extesorero —a Sergio Ríos, su chófer—. Sin embargo, el exministro del Interior negó esa conversación y aseveró que se enteró de la existencia de la trama por la prensa.

No es la única discrepancia que puede ponerse sobre la mesa. Otro de los indicios que enfrentan al ex secretario de Estado y a su antiguo jefe son los mensajes que Martínez guardaba en su móvil y que supuestamente le envió Fernández Díaz, lo que demostraría que estaba al tanto de la operación. El ex número dos de Interior los registró ante notario cuando, tras saltar el escándalo, sintió que el PP lo abandonaba. Y la Fiscalía Anticorrupción y el juez le otorgan credibilidad. En uno de ellos, se lee: “Chofer B. Sergio Javier Ríos Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)”, en referencia al conductor captado por la trama para espiar al extesorero y a su esposa, Rosalía Iglesias. En otro, se indicaba que “la operación se hizo con éxito. Se ha volcado todo (2 iPhone y un iPad)”, aludiendo a la sustracción de los teléfonos de Bárcenas y su pareja para acceder a su contenido, una de las acciones sin control judicial de la Operación Kitchen.

Fernández Díaz también ha rechazado la veracidad de esos mensajes. Repite que él nunca los envió y ha llegado a acusar a su antiguo subordinado de haberlos manipulado. Según dice, su contenido es “totalmente inverosímil y contradictorio”. Y alega en su defensa, por ejemplo, que el estilo de los SMS no es suyo y que se utiliza en uno de ellos de forma incorrecta la letra K (“kedado”). Ante tal versión, la Fiscalía Anticorrupción pidió que se le incautara el móvil para comprobarla, pero el exministro mostró entonces el teléfono al juez de la Audiencia Nacional, que comprobó que estaba vacío el chat de las conversaciones con Martínez. Era un aparato nuevo.

El PP, pendiente

El careo de este viernes copará, además, parte de la atención política. Su repercusión dentro de las filas del PP, principal partido de la oposición, es inevitable. No solo porque en el banquillo se sientan Martínez, también antiguo parlamentario popular, y Fernández Díaz, exministro de Mariano Rajoy. La preocupación para el PP reside en que la trama gira en torno al robo de documentos a su antiguo extesorero y amenaza con salpicar a su ex secretaria general, María Dolores de Cospedal, a quien la Fiscalía ya ha pedido también imputar.

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Martínez señala a Cospedal en otro de los mensajes que le encontraron en su teléfono, tal y como reveló EL PAÍS. El ex secretario de Estado se refiere en uno de ellos a los contactos que la popular tuvo con el comisario José Manuel Villarejo, también implicado en Kitchen: “A Cospedal le da igual, todo lo que habló con él era por el bien del Estado”. Entre esas conversaciones también le interceptaron otra con un inspector de policía, que presumía de ser “muy amigo” del juez García-Castellón. A este le pide que le diga “a Manolo” que les eche una mano, que “los fiscales son muy talibanes”. “Intento ir en las listas por el asunto judicial... Habla con Manolo para que cierre esa mierda”, le llega a decir a su interlocutor. Pero el PP lo dejó finalmente fuera.

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