Las mejores planchas verticales a vapor para llevar de viaje

Una de las tareas domésticas que menos simpatía despierta entre los usuarios (yo me incluyo) es planchar la ropa. Para desempeñarla, en el mercado actual junto a las clásicas planchas de toda la vida o de diseño horizontal, se encuentran las planchas a vapor verticales que, por su tamaño compacto y peso liviano, son ideales incluso para llevarlas de viaje.

Es cierto que sus resultados no son equiparables a los que proporcionan las tradicionales, pero permiten salir del paso si nos damos un poco de maña gracias a su comodidad de uso. Asimismo, el vapor que expulsan ayuda a eliminar los olores y los gérmenes que tienden a acumularse en las prendas.

Todo potencia: plancha vertical Cecotec 1800 Force

Para quién es: se dirige a aquellos usuarios que necesitan hacer un uso intensivo de estas planchas.

Por qué lo hemos elegido: no es la primera vez que tengo la oportunidad de analizar un producto de Cecotec. Las impresiones que he tenido al hacerlo siempre han sido bastante positivas y esta plancha vertical de vapor no es una excepción. Posee una estética a la que el fabricante nos ha acostumbrado (y por lo tanto fácilmente reconocible), la calidad del plástico utilizado promete a priori una alta durabilidad y en mano se siente cómoda porque la muñeca no se carga.

Sobre el papel, dos fueron las características que más me llamaron la atención antes de probarla. De un lado, su potencia de 1.800 vatios. De otro, un depósito para el agua de 280 ml.

La plancha de vapor vertical Cecotec 1800 Force ha sabido estar a la altura: ofrece un óptimo rendimiento y sabe exprimir toda su potencia para proporcionar unos resultados más que aceptables sin necesidad de realizar demasiadas pasadas a las prendas a no ser que tengan muchas arrugas o estas lleven en la ropa mucho tiempo; en este caso toca esforzarse algo más, pero no tanto si lo comparamos con el resto de modelos.

La salida de vapor continuo de 35 g/min es constante y el cabezal de suela de cerámico cuenta con una buena anchura. Mientras, la capacidad de 280 ml de su depósito (con sistema antigoteo incorporado) me permitió disfrutar de una autonomía próxima a los 12 minutos de uso antes de volver a rellenarlo.

Sus puntos débiles: la calidad del cepillo para eliminar las pelusas es un poco justa.

¡A todo color! plancha vertical Rowenta Pure Pop

Para quién es: para los usuarios que buscan una alternativa que destaque por su diseño y resultados.

Por qué lo hemos elegido: desde el instante en que abrí la caja y la vi, he de reconocer que esta plancha vertical de vapor despertó rápidamente mi curiosidad por su diseño, que resulta de lo más bonito y original. Como huye de los colores clásicos, el usuario tiene a su disposición tres versiones: una amarilla, otra verde y una tercera en coral.

El mango para sostenerla se siente firme y en la parte superior (en posición horizontal) se encuentra el cabezal. No es un cabezal al uso porque tiene dos caras de manera que, dependiendo de cuál se utilice, la plancha desempeña una u otra función.

Para eliminar las arrugas de la ropa hay que usar la cara que tiene terciopelo. La calidad del planchado me ha sorprendido de manera positiva, incluso con alguna que otra camisa, sobre todo porque la Pure Pop no ofrece ni la potencia más alta ni tampoco el mayor caudal de vapor; aún así esto no le impide destacar.

Lo mismo me ha sucedido con la otra cara del cabezal que viene bien para quitar pelos y pelusas: no es que las quite todas, pero el resultado final es bastante bueno. Al incluir una bolsa la podemos guardar hasta el siguiente uso, así nos aseguramos dónde la hemos dejado hasta la próxima vez que la necesitemos utilizar.

Sus puntos débiles: su depósito para el agua (70 ml) es el más pequeño, pero a cambio es la que menos tarda en calentarse y estar lista para usar.

Con apagado automático: plancha vertical de vapor Solac Niagara Pro

Para quién es: aquellos que necesitan un modelo sencillo pero práctico.

Por qué la hemos elegido: la primera impresión al sacarla de su caja fue muy positiva: además de la plancha de vapor vertical, contamos con un cepillo para prendas delicadas y otro para pelusas junto a un vaso de llenado que viene bien para rellenar su depósito: aunque el orificio de entrada no es demasiado grande, durante las pruebas no se me derramó el agua en ningún momento. Su capacidad es de 200 ml, por lo que entra en la media de lo que ofrecen otros depósitos de planchas de este tipo.

La calidad del plástico parece buena y he agradecido no tener que mantener pulsado todo el tiempo el interruptor de vapor: basta con presionarlo una vez para que salga (esta salida es continúa y uniforme). Contabilicé un tiempo de calentamiento de unos 40 segundos aproximadamente y es posible escoger entre los modos de uso Eco o Max.

La plancha vertical de vapor Solac Niagara Pro cumple bastante bien con su propósito, aunque alguna que otra arruga muy marcada se le resistente y no puedes quitarla. En cuanto al manejo, su empuñadura robusta permite sostenerla con fuerza sin que se caiga o resbale. Los dos metros de longitud de su cable garantizan una plena libertad de movimientos.

Sus puntos débiles: si la usas durante mucho tiempo, la sensación es que su potencia (1.680 vatios) decae ligeramente.

Con adaptador para botella: plancha de vapor vertical Ufesa GS1600 ready2go

Para quién es: usuarios que valoran de manera especial la ergonomía.

Por qué la hemos elegido: uno de los aspectos que más valoro en una plancha de vapor vertical es la ergonomía y, en este caso, el diseño tipo pistola del modelo de Ufesa me ha resultado especialmente cómodo de sostener. También me he sentido a gusto al utilizarla porque el gatillo que hay que pulsar para que el vapor penetre en los tejidos incorpora una palanca de bloqueo para no estar dándole de continúo y que al final acabes cansándote.

¿Qué tal se desenvuelve con las prendas y tejidos? Como en el resto de propuestas, hay que cogerle el truco y aplicar movimientos que no sean ni demasiado largos pero tampoco cortos, siempre en línea recta y hacia abajo. No es que quite todas las arrugas, pero te apaña. Por cierto, viene con un cepillo para planchar tejidos más gruesos: lo usé con los vaqueros y tras varias pasadas consigues eliminar la mayor parte de las arrugas.

Por otro lado, quiero centrarme en su depósito para el agua. Lo habitual es que este componente se sitúe en la base de la plancha, pero aquí no. Se ubica a la altura de la empuñadura (les separa el espacio suficiente para introducir la mano sin problemas) y como es desmontable así me resultó más fácil rellenarlo (siguiendo las instrucciones utilicé agua del grifo).

Para evitar cualquier fuga, sellé el depósito con la tapa de goma que traía y luego lo volví a encajar a la plancha asegurándome que el sistema de cierre estaba perfectamente encajado. La plancha a vapor vertical Ufesa incluye un adaptador por si algún usuario desea acoplar una botella de plástico pequeña en vez del depósito.

Sus puntos débiles: nada reseñable.

Otros modelos de planchas verticales de vapor interesantes

Si buscas una plancha vertical de vapor de diseño: la Nesmar G5 Extreme Steam

A la venta en morado, este aparato integra un cabezal calefactor giratorio tanto en vertical como horizontal. Su potencia es de 1.200 vatios.

Si buscas una plancha vertical de vapor premium: la Steamery Cirrus X

Se trata de un modelo avanzado con boquilla de acero inoxidable, colgador y guante de planchado que puede usarse también con ropa de cama, cojines y cortinas.

Así hemos elegido y probado los productos

Para seleccionar los modelos de esta comparativa he fijado un precio máximo de 50 euros. Antes de probarlos en diferentes sesiones, y como ya hice en otra comparativa anterior, he acumulado prendas de distinto tejido y tamaño (pantalones, vaqueros, vestidos, camisetas, faldas, camisas…) que luego repartí entre las cuatro planchas verticales de vapor.

Esto me ha permitido comparar resultados y cómo se enfrentan a las arrugas cada una. También su manejabilidad a la hora de llegar a cada rincón de la ropa, el tiempo que hay que invertir para obtener un buen resultado y capacidad de sus respectivos depósitos.

Los aspectos que he tenido en cuenta han sido los siguientes:

• Diseño: referido a la calidad de fabricación de la plancha y sus acabados.
• Ergonomía: este aspecto es importante porque son modelos pensados para sostenerse con la mano porque la prenda se coloca en una percha. Todas son cómodas de usar, pero algunas lo son más que otras.
• Tanque de agua: por su tamaño, las planchas verticales de vapor incorporan un depósito donde se vierte el agua que no suele ser demasiado grande, por lo que es probable que durante una sesión haya que rellenar más de una vez si tenemos varias prendas. Sin embargo, algunos de estos tanques son más grandes que otros.
• Experiencia: si cumplen con lo que prometen, cómo es la calidad del planchado, si consiguen eliminar las arrugas, su respuesta ante los diferentes tejidos…

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 4 de febrero de 2024.

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