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El encanto de dormir en la puerta del Reino de Granada

¿Quién dijo que en los meses más frescos da pereza viajar? Hay destinos a tiro de piedra para los días más cortos del año. El hotel El Mirador, en Loja (Granada), es el mejor punto de partida para disfrutar de un entorno natural y cultural de gran atractivo. A pocos kilómetros de la capital y del mar, aquí el invierno se convierte en cómplice

Asomarse al invierno desde la bonanza del clima de Loja (Granada) es más que una tentación en el hotel El Mirador.
Asomarse al invierno desde la bonanza del clima de Loja (Granada) es más que una tentación en el hotel El Mirador.ANTONIO OJEDA

El otoño está cuajado de festividades que invitan al puente. Cada vez son más los viajeros que, cuando acaba el verano, hacen un calendario a tres o cuatro meses vista para viajar durante el otoño. Incluso entrado el invierno, hay hermosos paisajes en un radio de pocos minutos, con rutas históricas y culturales para explorar y un entramado de rutas senderistas cerca.

Un plan redondo es la señorial Loja, en Granada. Con temperaturas que alcanzan los 15ºC en invierno, representa la elección ideal para cumplir con esa hoja de ruta viajera en los días más cortos del año. El hotel de cuatro estrellas El Mirador, con ubicación estratégica en el centro de Andalucía, ha sido recientemente renovado para convertirse en un refugio perfecto, pero sin relegar las comodidades y servicios de alta calidad que esperan sus huéspedes de un hotel urbano de primer nivel.

El Mirador es aún más especial por su localización. Situado en un entorno privilegiado, rodeado de múltiples atractivos turísticos, permite a los visitantes disfrutar de la belleza natural y cultural de la comarca. Además, está en pleno centro de la provincia andaluza, una ubicación estratégica que convierte al hotel en el punto de partida perfecto para explorar el embrujo del sur de España. Y hay mucho por descubrir, sin duda.

Vistas cautivadoras

El hotel El Mirador cuenta con 60 habitaciones completamente equipadas y decoradas con líneas claras, materiales neutros y detalles retro, con detalles de interiorismo que rinden homenaje a la estética de los años 50. Esta combinación crea un ambiente acogedor y confortable, al más puro estilo hollywoodiense. Todas las estancias se abren hacia el exterior para los huéspedes pueden gozar con la luz mágica del amanecer y el atardecer sobre Loja.

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En las zonas comunes, el hotel cuenta con distintos ambientes relajados y confortables: terrazas con espectaculares vistas a la ciudad y evocadores estanques. Desde las terrazas se pueden contemplar los perfiles de la sierra y el casco histórico de Loja, muy marcado por el legado del periodo nazarí español.

Hay unanimidad entre los huéspedes: el lugar más magnético (y visitado) del establecimiento es una pasarela con suelo de cristal, sobre el perfil urbano de la villa granadina, que queda a los pies. Cruzar este puente trasparente, además de un momento inolvidable, es toda una prueba para superar un hipotético temor a las alturas. Merece la pena intentarlo: la recompensa es grande.

La pasarela de cristal, con vistas (de vértigo) sobre la ciudad, suscita unanimidad entre los huéspedes: este es el lugar más especial del alojamiento.
La pasarela de cristal, con vistas (de vértigo) sobre la ciudad, suscita unanimidad entre los huéspedes: este es el lugar más especial del alojamiento.ANTONIO OJEDA

La mejor gastronomía japonesa y mediterránea

El restaurante Mokuren, cuyo nombre significa “magnolia” en japonés, sorprende con una carta divertida y ecléctica que fusiona las artes culinarias tradicionales de la cultura nipona con las creaciones más vanguardistas. Estratégicamente ubicado para no perder las vistas panorámicas sobre la ciudad (no podría ser de otra manera), el restaurante está dividido en varios espacios cuidadosamente decorados al modo japonés. Además, cuenta con una encantadora terraza al aire libre, perfecta para disfrutar de cenas en verano o de almuerzos en las soleadas jornadas invernales.

Los amantes de la cocina mediterránea, y en particular de los arroces, encontrarán su paraíso en el restaurante Arrozal de El Mirador, la segunda propuesta culinaria del hotel. Aquí los platos son cuidadosamente preparados con ingredientes locales y de proximidad, un plus muy a tener en cuenta. En este caso, el comedor tiene una decoración que combina el encanto clásico con las tendencias del momento, para lograr un ambiente con toques minimalistas y materiales naturales.

El restaurante Mokuren sorprende en su carta con los mejores platos de la cultura japonesa y mediterránea. Una experiencia que hará las delicias de los paladares más atrevidos.
El restaurante Mokuren sorprende en su carta con los mejores platos de la cultura japonesa y mediterránea. Una experiencia que hará las delicias de los paladares más atrevidos.

Espacios multifuncionales para todo tipo de eventos

Las instalaciones de Hotel El Mirador también incluyen un completo gimnasio, spa, discoteca y un aparcamiento privado. Sus amplios espacios permiten alojar todo tipo de convenciones y congresos. Es un lugar perfecto para aquellas empresas e instituciones dispuestos a deslocalizar sus eventos de las grandes ciudades.

El hotel dispone de tres salones equipados con tecnología de vanguardia para organizar todo tipo de encuentros, con una capacidad de hasta 2.000 personas, además de diferentes terrazas con vistas únicas con múltiples posibilidades para eventos. Un equipo de profesionales está dedicado a asesorar y acompañar a los clientes en todas las etapas de la preparación del evento, garantizando así que se cumplan los objetivos establecidos.

La versatilidad de las instalaciones ha permitido la realización de jornadas y encuentros de diversas temáticas. El reconocido chef Ferran Adrià ha organizado ponencias, por ejemplo, y el hotel ha sido utilizado como plató para programas de televisión. También ha acogido foros de turismo, deportes de montaña, fútbol y ornitología. Beneficiado por su ubicación equidistante de las provincias andaluzas, El Mirador ha sido escogido como la sede mensual de eventos de networking de la Cámara de Comercio y de diversos sectores productivos.

Loja, para exploradores de media y corta distancia 

Los Reyes Católicos consideraban a Loja la “puerta y llave del reino granadino”. No les faltaba razón: enclavada en el estrecho valle que horada el río Genil, entre la Sierra Gorda y el Monte Hacho, la ciudad se encuentra a tan solo media hora de Granada y a cuarenta minutos de Málaga, y está también muy bien comunicada con Córdoba y Sevilla. Alojarse en El Mirador permite explorar tierras andaluzas con mucho arraigo. Al final de un largo día aguarda un lugar único de paz y relajación. 

Quedarse en Loja más de una noche es una acertada opción: la ciudad tiene argumentos de peso para seducir al visitante. Su belleza también cruzó el charco y llegó hasta la gran pantalla, apareciendo en una de las icónicas películas de los Hermanos Marx. 

Loja cuenta con un Conjunto Histórico Artístico de gran valor, plagado de monumentos que narran el pasado de la ciudad. La Alcazaba, el Claustro del Convento de San Francisco de Asís o la iglesia de la Encarnación son visitas imprescindibles. Al igual que los dólmenes de Sierra Martilla, todo un referente en el patrimonio arqueológico de la provincia. 


Para los amantes de la naturaleza, la Sierra de Loja constituye un auténtico paraíso: está repleta de rutas y senderos que incluyen el impresionante Charco del Negro. Los que buscan emociones fuertes y deportes de aventura están de enhorabuena: la comarca es idónea para practicar el vuelo libre, gracias a sus amplias explanadas para el despegue y el aterrizaje. 
 

 


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