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Costa Rica, de costa a costa Ruta del Pacífico al Caribe repleta de vida salvaje, lagos volcánicos, playas desérticas, ríos de aguas bravas, olas gigantes y bosques envueltos en la bruma El litoral occidental de Costa Rica, bañado por el Pacífico, ofrece las mejores playas para el surf (en la foto, Playa Guiones, en la península de Nicoya), así como pueblos costeros donde la agenda del día suele reducirse al estudio de los informes de oleaje, una saludable aplicación de protector solar y unas cuantas cervezas Imperial bien frías. Hay buenos rompientes para novatos y muchas olas para cabalgar, entre ellas, la segunda izquierda más larga del mundo, en Pavones. Rob Francis Aunque abarrotado de visitantes, el parque nacional Manuel Antonio es una verdadera joya natural, una maravilla: los monos capuchinos corretean por sus playas, los pelícanos pardos se lanzan en picado sobre sus aguas claras y los perezosos vigilan sus senderos. Stefano Amantini Si a uno le tira la cultura playera y disfruta codeándose con neorrastas y fanáticos del yoga, o tumbándose en caletas blancas como el azúcar, sabrá encontrar el camino a Montezuma (en la foto), en la punta de la Península de Nicoya. Stefano Amantini En el extremo sur de la península de Nicoya el Pacífico rebosa de flora y fauna y las olas son casi perfectas en forma, color y temperatura. Un paisaje de colinas cubiertas de bosque, largas playas y elegantes alojamientos 'boutique' (en la foto, villa privada en Tambor). Stefano Amantini Así llaman a la playa Sámara algunos residentes extranjeros, fascinados por esta medialuna de arena que se extiende entre dos cabos de roca. Oportunidad para aprender a coger olas o probar el paddle surf; pescar con caña entre el oleaje o volar por encima de las ballenas migratorias en un ultraligero. Rob Francis Con un sinfín de playas y calas naturales aledañas para escoger, en Sámara todo queda a mano, por lo que se ha convertido en un destino perfecto para ir en familia. Stefano Amantini Ambiente surfista internacional, microclimas selváticos y éxtasis 'yogui'. En Nosara (en la foto, Lagarto Lodge), una red de sinuosos y accidentados caminos serpentean entre las colinas de la costa y comunican playas impresionantes, como el enclave 'surfer' de Playa Guiones o Playa Pelada, romántica, primitiva y apartada. Rob Francis Casi en la frontera con Nicaragua, al norte del Golfo del Papagayo (en la foto), llegamos a la capital nacional del kitesurf un lugar donde los surfistas con cometa surcan las aguas bajo magníficos arcoíris que abovedan esta amplia bahía hasta Nicaragua. Tony Arruza Una cordillera volcánica proporciona empaque al paisaje interior de Costa Rica y, sobre todo, una abrumadora riqueza de vida natural. El volcán Arenal (en la foto) es uno de los puntos imprescindibles de este recorrido: aunque permanezca dormido, sigue mereciendo una peregrinación senderista. Kevin Schafer Para los científicos el volcán Arenal sí se mantiene activo, pero incluso cuando se juntan las nubes y el frío corta el aire, uno puede relajarse en las muchas fuentes termales circundantes, (muchas de ellas gratis) como la romántica Eco-Termales (en la foto). Layne Kennedy El Bosque Nuboso de Monteverde, en las faldas del Volcán Arenal, tiene una moda reciente: la tirolina y los recorridos aéreos de árbol en árbol por el dosel de la jungla. Pero también cuenta con puntos de observación desde los que contemplar cómo la niebla se arremolina con la luz postrera del crepúsculo. Stefano Amantini El descenso de aguas bravas es otra de las grandes aventuras en Costa Rica y hay tres ríos imprescindibles, Pacuare (en la foto), Reventazón y Sarapiquí, con descensos emocionantes (de clase II a clase V) y tramos de agua mansa que permiten contemplar la exuberancia de la jungla circundante. Gaylon Wampler Aunque no sea la capital más bonita de Centroamérica, San José ofrece ejemplos notables de arquitectura neoclásica y colonial, barrios arbolados, museos con jade y oro precolombinos, una vida nocturna que se prolonga hasta el alba y algunos restaurantes refinados. En la foto, el Teatro Nacional. Robert Harding Al alcanzar la otra costa oriental, bañada por el Caribe, nos recibe uno de los parques nacionales más emblemáticos de Costa Rica, Tortuguero. Criadero principal de la tortuga verde, es también uno de los rincones más húmedos del país y sus famosos canales (en la foto), creados en los años 70, permiten la navegación fluvial entre Limón y los pueblos del litoral. Paolo Giocoso La ruta concluye con aires afrocaribeños, entre Puerto Limón y las playas del litoral sur, como Cahuita (en la foto) y Puerto Viejo de Talamanca. El plan es fácil: tumbarse en una hamaca; coger la bici para ir a para bucear con tubo en playas casi vacías o caminar hasta pozas alimentadas por cascadas. Barrett & MacKay