La masacre de la desnutrición en Afganistán

Dos mujeres observan a sus hijos que se encuentran en estado de coma, en el Hospital Boost de Helmand administrado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kabul, Afganistán. La desnutrición se ha convertido en la peste del país. Al menos 23 millones de sus casi 40 millones de habitantes pasan hambre, con cerca de nueve millones a un paso de la hambruna. Otro millón de niños de menos de cinco años podría morir en los próximos meses por esta causa.Ángel Sastre

Casi todos los recién nacidos sufren neumonía. Algunos mantienen los ojos abiertos mientras reciben oxígeno, descoloridos, sus hígados no filtran la sangre.Ángel Sastre

Adeeba tan solo mira a su bebe, Abdul Azisu, cuya cara tiene rasgos de un hombre adulto, con arrugas que se intensifican cuando bosteza o llora y su piel se ve amarillenta. Padece hemólisis, cuando las células rojas están rotas o desintegradas, por la falta de proteínas fruto de la desnutrición.Ángel Sastre

Los doctores inyectan suero, antibióticos y vitaminas a los recién nacidos con la esperanza de reanimarlos.Ángel Sastre

La sala de cuidados intensivos está repleta de mujeres ataviadas con burkas de colores azules y negros. Algunas ocultan sus rostros con el tradicional niqab. Esperan sentadas juntos a sus hijos.Ángel Sastre

Aunque las vías de acceso son más seguras desde la llegada de los talibanes al poder, la debilidad del sistema de salud pública se ha visto incrementado después del bloqueo de las ayudas internacionales, que suponían un 75% del presupuesto. La gente tiene que recorrer grandes distancias, así que solicita dinero prestado para pagar el transporte y llegar a las instalaciones. El sistema sanitario, simplemente, no puede satisfacer sus necesidades. Está colapsado.Ángel Sastre

La reducción de la violencia tras la llegada de los talibanes el pasado agosto, ha hecho posible que las personas realicen viajes que, durante décadas, estuvieron plagados de peligros. Sin embargo, el sistema sanitario está colapsado.Ángel Sastre

En el área de cuidados intensivos la situación es aún más dramática. Los recién nacidos, los más vulnerables, no tienen defensas, cualquier tipo de enfermedad puede ser mortal.

Los hermanos Ebad y Abdullah, nacieron mellizos pero tienen distinto tamaño. Su madre, Yasana, llevaba días sin alimentarse.

Ángel Sastre

Aunque el hospital tiene 300 camas, la capacidad ya ha sido superada. Más de 2.400 personas ingresan en el hospital al mes y más de 20.000 son evaluadas en la sala de emergencias cada año.

Las familias desesperadas portan niños en coma, desnutridos, tras días de viaje extenuantes. Hasta llegar al hospital.

Ángel Sastre

Rashmina es una de las niñas que se recupera tras sufrir desnutrición aguda. Después de haber estado unos días en coma, su estado es favorable.Ángel Sastre

La madre de Rashmina aguarda paciente a que su hija despierte. En días será dada de alta. Sin embargo, no sabe cómo llegará hasta su hogar situado en Kandahar, otra provincia de Afganistán. Ángel Sastre

Los niños respiran a duras penas con mascarillas de oxígeno. Se recuperan en las llamadas "camas de resurrección”.Ángel Sastre