Niños de Ucrania, refugiados a salvo del lobo feroz

En Moldexpo, la feria de exposiciones de Moldavia reconvertida en hogar temporal para cientos de refugiados ucranianos, los voluntarios se afanan por registrar a las personas que se hospedan allí, aunque solo sea por unas horas o pocos días. La falta de registros debido a la magnitud del éxodo es, precisamente, uno de los problemas de los que se aprovechan las mafias.Gonzalo Höhr (ACH)

La confusión en los puntos fronterizos, con cientos de personas ateridas de frío deseosas de tomar un transporte a un lugar seguro, ha sido calificada por ACNUR como "el ensueño de los traficantes".Gonzalo Höhr (ACH)

Nellya S. (45 años) y sus cuatro hijos, tres chicas y un niño, acabaron en el Solidarity Transit Center, dos locales comerciales en Chisináu, cedidos a tres organizaciones de ucranianos en Moldavia para la acogida de refugiados. Un voluntario les ofreció transporte a la ciudad y les trasladó desde la frontera a este lugar. Cuando llegaron, confusas porque todavía no se terminaban de creer que acababan de huir de una guerra en su país, no sabían adónde ir. Por suerte y azar, esa noche durmieron en una cama compartida y bajo mantas donadas, calientes y a salvo.Gonzalo Höhr (ACH)

En el palacio de deportes de Chisináu, la capital moldava, habilitado para la acogida temporal de los desplazados, mujeres, niños y varones duermen en un mismo espacio sin intimidad. Los voluntarios y los agentes de policía en el lugar tratan de controlar que los niños son al menos parientes de los adultos que les acompañan. Aquí, la mayoría son de etnia romaní y alegan que son familias extensas cuando no presentan los documentos que acrediten la filiación, explica uno de los encargados.Gonzalo Höhr (ACH)

El 28% de las víctimas de trata en el mundo son niños; en el contexto de Ucrania, los expertos creen que es probable que representen una proporción aún mayor.Gonzalo Höhr (ACH)

La política de puertas abiertas de Europa para los refugiados ucranianos ha sido bienvenida por la ONU, pero supone un reto añadido. Sin una vigilancia estrecha y el conveniente registro, el temor de las organizaciones es que literalmente cualquiera con malas intenciones puede ir a una frontera y capturar a sus víctimas.Gonzalo Höhr (ACH)

Hasta que Unicef instaló cuatro de sus llamados puntos azules, espacios seguros para la infancia, en el paso fronterizo de Palanca, al sur de Moldavia, esta carpa era el único cobijo caliente en el punto de recepción de refugiados. Se supone que estaba reservado para mujeres y niños, pero nadie controlaba la entrada de varones, no había espacio suficiente para el descanso o el esparcimiento y carecía de personal cualificado para el apoyo psicosocial de los pequeños.Gonzalo Höhr (ACH)

En Moldavia, la atención de los niños y ancianos en situación de vulnerabilidad ya recaía casi por completo en ONG. Ahora, estas entidades han asumido en gran medida la acogida de refugiados, pero carecen de recursos humanos y fondos para hacerlo de manera sostenida en el tiempo sin comprometer su todavía necesaria actividad.Gonzalo Höhr (ACH)

Moldavia y Rumanía han acordado abrir lo que han bautizado como corredores verdes. En la práctica, decenas de autobuses trasladan cada día a cientos de refugiados desde los puntos fronterizos y la capital, Chisináu, al país vecino, miembro de la Unión Europea.Gonzalo Höhr (ACH)

“Los niños necesitan principalmente apoyo psicológico. A una madre le dejé mi teléfono para que llamase a casa. Tenemos actividades para que los pequeños se sientan seguros. Y estamos preparados para identificar casos de aquellos que llegan solos y sabemos lo que tenemos que hacer para comunicarlo a las autoridades encargadas de la protección infantil”, explica Irina Spivacenco, de la organización Partnerships for Every Child (P4EC).Gonzalo Höhr (ACH)

La avalancha de solidaridad, que ha empujado a cientos de ciudadanos a trasladarse a los países fronterizos de primera acogida para “llevar ayuda y traer personas”, según describen muchos de ellos sus intenciones, también representa un peligro. Los traficantes se aprovechan de la confusión y se camuflan entre los buenos samaritanos, advierten las organizaciones especializadas.Gonzalo Höhr (ACH)

“La adopción no debe ocurrir durante o inmediatamente después de la emergencia”, advierten fuentes de ACNUR. “Se debe hacer todo lo posible para reunificar a los niños con sus familias cuando sea posible”. La salud mental y el apoyo psicosocial también son prioritarias, agregan desde el organismo, dado que muchos de los niños han sido testigos directos de hostilidades y han sufrido traumas.Gonzalo Höhr (ACH)