El embalse transfronterizo de Lindoso, un proyecto que nació de un acuerdo entre las dictaduras de Franco y Salazar y no se ejecutó hasta tres décadas después, borró del mapa las casas de casi 300 vecinos en Aceredo, Buscalque, O Bao, Lantemil y A Reloeira (Ourense). El llenado se inició en enero de 1992. En la imagen, varios turistas paseando por la zona, el 3 de febrero.Óscar CorralCon el cauce del embalse de Lindoso bajo mínimos, los fines de semana los turistas portugueses y españoles recorren las calles que han quedado accesibles.Óscar CorralLa eléctrica EDP, la concesionaria del embalse de Lindoso, pide a los alcaldes de Lobios y Entrimo que restrinjan el acceso de los turistas a la zona. En la imagen, varias personas entran en una casa accesible por la bajada del nivel del agua.Óscar CorralVista general del pueblo de Aceredo (Ourense), en el corazón del embalse de Lindoso.Óscar CorralEl hecho de que el embalse sea una infraestructura relativamente nueva propicia un sorprendente estado de conservación en las casas de Aceredo. En la imagen, varios turistas cerca de una vivienda de Aceredo.Óscar CorralVista de algunas casas de Aceredo desde una de las edificaciones que fueron sepultadas por el agua en 1992 y han salido de nuevo a la luz en el embalse de Lindoso.Óscar CorralActualmente, el embalse de Lindoso se encuentra aproximadamente al 20% de su capacidad. En la imagen, la aldea de Aceredo emergida por la falta de precipitaciones, el 3 de febrero.Óscar CorralDos turistas pasean por las calles de Aceredo, el 3 de febrero.Óscar CorralLa falta de precipitaciones desde el otoño se ha acentuado este enero, cuando en el conjunto del país ha llovido solo una cuarta parte de lo normal, según la Agencia Estatal de Meteorología. En la imagen, tierra agrietada del embalse de Lindoso, el 3 de febrero.Óscar CorralVarios turistas paseando entre las viviendas de Aceredo, que lleva desde el mes de octubre a la vista, tras la bajada del nivel del embalse de Lindoso, el 3 de febrero.Óscar CorralLa mayoría de los vecinos de Aceredo se resistieron a vender al principio, y el tiempo que transcurrió les hizo creer que aquel pantano iba a quedar en agua de borrajas, aunque al final llegó la expropiación forzosa. En la imagen, vista panorámica del pueblo de Aceredo.Óscar Corral
