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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
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El desafío energético de Helsinki

La ciudad celebra un concurso global, premiado con un millón de euros, que pretende encontrar el futuro de la calefacción urbana que dejen de lado los combustibles fósiles y la quema de biomasa

Una imagen de Helsinki.
Una imagen de Helsinki.MIKKO KOPONEN (FLICKR CREATIVE COMMONS)

El 30 de septiembre se cerró el plazo para presentar propuestas en el Desafío Energético de Helsinki, un concurso global, premiado con un millón de euros, que pretende encontrar el futuro de la calefacción urbana. Para ello, las iniciativas deben dejar de lado los combustibles fósiles y la quema de biomasa.

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La invitación ha estado abierta a empresas, universidades, centros de investigación, expertos individuales o consorcios de todo el mundo. Y 252 equipos de trabajo, sumando un total de más de 1.500 personas expertas e innovadoras de diferentes lugares del planeta, enviaron su propuesta. De entre ellos, ya se han seleccionado los diez proyectos finalistas.

Los equipos escogidos son todos de origen europeo, y están formados por entre tres y 20 miembros, sumando un total de 85 personas expertas en diversos campos de conocimiento. Comienza ahora la fase de co-creación, y tienen hasta el 22 de enero de 2021 para desarrollar en profundidad sus ideas. Para ello, recibirán apoyos y recursos, y se realizará un campus formativo (virtual, posiblemente).

En enero un panel internacional de expertos evaluará cada propuesta, teniendo en cuenta variables como el impacto sobre el clima, sobre los recursos naturales, costes, cronograma de implantación, la viabilidad, o la seguridad del abastecimiento. Y tendremos que esperar al mes de febrero para conocer a los finalistas del Helsinki Energy Challenge.

El objetivo final de este desafío es contribuir a la descarbonización de la calefacción de las ciudades. Y ayudar, en particular, a que la ciudad de Helsinki cumpla sus objetivos de dejar de utilizar carbón en 2029 y ser neutra en carbono en 2035. La necesidad de impulsar un reto de estas características está clara para el alcalde de Helsinki, Jann Vapaavuori, “La covid-19 no ha cancelado el cambio climático. Nuestra prioridad debe ser continuar con los objetivos globales del clima, y en todo caso, ser todavía más ambiciosos en nuestras acciones. Más que acuerdos o declaraciones lo que necesitamos son cambios sistémicos y acciones con un impacto real. Invitamos a personas innovadoras de todo el mundo a utilizar Helsinki como un banco de pruebas para soluciones verdaderamente sostenibles de calefacción urbana. Este paso puede abrir un camino revolucionario en nuestra lucha por una vida urbana más sostenible”.

El ganador del premio de un millón de euros se dará a conocer en un acto en Helsinki en marzo de 2021

La ciudad de Helsinki se ha comprometido a compartir abiertamente las soluciones y los conocimientos que nazcan de esta iniciativa. Ciudades de más de 50 países han mostrado su interés, y organizaciones como el Consejo Mundial del Futuro del Foro Económico Mundial o la Plataforma de Soluciones de Ciudades C40 han apoyado la iniciativa.

El ganador del premio de un millón de euros se dará a conocer en un acto que se celebrará en Helsinki en marzo de 2021. A partir de ese momento, la propuesta escogida se hará realidad en la ciudad. Y dará la oportunidad a otros núcleos urbanos a plantear su reaplicabilidad. La cooperación entre ciudades para responder a la crisis climática, para Helsinki, resulta hoy más que nunca imprescindible.

Y es que las ciudades, si bien ocupan un 2% de la superficie terrestre, acogen a más de la mitad de la población mundial (se estima que en 2030 serán dos tercios), y tan solo en las 600 mayores urbes del mundo habita una quinta parte de la población del planeta. Los seres urbanos consumen el 78% de la energía mundial y producen el 75% de las emisiones de carbono del planeta.

Por eso, ya en 1992, el Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro, Maurice F. Strong, afirmaba que “la batalla global por la sostenibilidad se ganará o perderá en las ciudades”. Efectivamente, los modelos de vida urbanos, gestados en Europa a partir de la revolución industrial, son altamente dependiente de los combustibles fósiles.

Y, a pesar de que en la lista que elabora el Foro Económico Mundial (Índice de Sostenibilidad Ambiental) Finlandia siempre se ha ubicado en los primeros lugares, la ciudad de Helsinki quiere reducir las partículas presentes en la atmósfera que deterioran la calidad del aire y, en gran medida, son fruto de la calefacción de los edificios. En la capital más de la mitad de la calefacción utilizada depende del carbón.

Para Finlandia, la mayoría de los problemas ambientales se pueden mitigar invirtiendo suficiente tiempo y dinero. E insta a que, en el período de recuperación económica que se prevé a raíz de la crisis por la covid-19, una de las prioridades de inversión, tanto pública como privada, sea la descarbonización y la sostenibilidad de los modos de vida urbanos.

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