Prescripción
Nos encontramos con la noticia de que un expresidente de la Generalitat de Cataluña defraudó 885.000 euros, pero el delito ha prescrito. Una más tras la malversación acreditada de los ERE en Andalucía; la venta ilegal, según el Supremo, de viviendas sociales en la Comunidad de Madrid; el rescate bancario y más casos que huelga enumerar. En todos estos casos hay cantidades sustanciales de dinero público involucrado. Al parecer este dinero no es de nadie. Aquellas iniciativas para legislar eliminando aforamientos, inmunidades y prescripciones de los delitos cometidos por los electos han pasado a la historia. Para ejercer un liderazgo y merecer el respeto de la ciudadanía hay que hacerse acreedor de ello. Sin embargo, todos dan la impresión de estar más preocupados por su agenda, bien de partido o personal, en vez de la de los ciudadanos, que somos los que les pagamos. Cada vez es más difícil entender la ausencia de medidas contra esta lacra.
Guillermo Montoya. Frederiksberg (Dinamarca)
