La policía de Hong Kong entra en el campus de la Universidad Politécnica

El campus es la zona cero de una batalla campal, la que enfrentó a los activistas radicales que se amotinaron dentro del recinto con la policía el 18 de noviembre, aunque parece el escenario posterior a un apocalipsis donde la vida quedó congelada. En la imagen, dos policías revisan un cóctel molotov en el interior del campus, este martes.JEROME FAVRE (Efe)

Los manifestantes colocaron macetas, ladrillos y piedras en las repisas altas como objetos arrojadizos; equiparon con botellas, químicos y gasolina una fábrica de cócteles molotov; construyeron catapultas y destrozaron el mobiliario universitario para levantar barricadas en todos los accesos. En la imagen, un policía en el interior de la universidad politécnica de Hong Kong, este jueves.Anthony WALLACE (AFP)

Máquinas expendedoras destrozadas por los manifestantes en uno de los pasillos del campus universitario de Hong Kong, este jueves.JEROME FAVRE (EFE/EPA)

Montañas de ropa tiradas por el suelo, artículos de higiene, reservas de comida e incluso sopas instantáneas a medio terminar completan el escaparate la universidad. En la imagen, un equipo de bomberos acceden al campus para realizar una inspección, este martes.NICOLAS ASFOURI (AFP)

Agentes de la policía accedieron al recinto con el fin de buscar objetos peligrosos, como bombas de gasolina o químicos explosivos que los estudiantes robaron del laboratorio. En la imagen, estado en el que ha quedado el gimnasio de la universidad, este martes.JEROME FAVRE (EFE/EPA)

"Nuestro objetivo no es encontrarlos ni detenerlos. La idea es evitar la confrontación. Si quedan algunos están muy bien escondidos, pero si los encontramos les convenceremos de que salgan por las buenas", indicó el superintendente Lau Siu Hon, que coordinaba los equipos. En la imagen, un oficial de policía examina un artefacto encontrado en el campus.Thomas Peter (REUTERS)

Tan pronto como concluyan la misión de comprobar que "no hay nada peligroso dentro" la policía entregará las instalaciones a las autoridades universitarias. En la imagen, un bombero inspecciona un comedor del campus universitario.Chris McGrath (GETTY)

El campus, que se ha convertido en uno de los lugares icónicos de la lucha prodemocrática que protagonizan miles de personas en la urbe desde hace meses, ha quedado convertido en un campo de batalla. En la imagen, dos oficiales de policía examinan las pruebas encontradas, este martes.Thomas Peter (REUTERS)

Paredes pintadas con frases como 'Free Hong Kong' (Hong Kong libre), restos de incendios, barricadas formadas por mobiliario escolar y un reguero por las instalaciones de cócteles molotov, máscaras y cascos, mezclados con zapatillas y mochilas estudiantiles. En la imagen, miembros del EOD de Hong Kong (Oficina de eliminación de artefactos explosivos) trabajan en el campus universitario.Anthony Kwan (GETTY)

Un grupo de bomberos trabajan en el campus de la Universidad Politécnica de Hong Kong, este martes.Anthony WALLACE (AFP)

La semana pasada, la Policía detuvo a unas 1.100 personas en el entorno del centro universitario, algunas de ellas cuando intentaban escapar del cerco policial. En la imagen, agentes de la policía requisan botes de gas y materiales inflamables en el campus universitario.Ng Han Guan (AP)

Una de las aulas tras ser utilizada como dormitorio en el campus de la Universidad Politécnica, 28 de noviembre.Thomas Peter (REUTERS)

Agentes de la policía tras requisar pruebas contra los manifestantes en el interior de la universidad, este jueves.,Thomas Peter (REUTERS)

Cócteles molotov, bombonas de gas y materiales inflamables tras ser requisados por la policía en el interior del campus universitario, este martes.Ng Han Guan (AP)

Un bombero retira cócteles Molotov del interior de la Universidad Politécnica, este jueves.Anthony Kwan (GETTY)

La Universidad Politécnica es el último de los cinco recintos universitarios ocupados por manifestantes en un intento por bloquear la ciudad de Hong Kong. En la imagen, miembros de la policía junto al material incautado en la universidad, este martes.Thomas Peter (REUTERS)