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Miley Cyrus no es la única: diez artistas que convirtieron sus rupturas e infidelidades en canciones

De 'Hold up' de Beyoncé a 'Cry me a river' de Justin Timberlake. El pop está repleto de reproches y advertencias a exparejas

Liam Hemsworth y Miley Cyrus en la pasada gala del MET celebrada en mayo de 2019.
Liam Hemsworth y Miley Cyrus en la pasada gala del MET celebrada en mayo de 2019.Foto: Cordon

La noticia se conocía hace unos días: Miley Cyrus (Tennessee, 26 años) y Liam Hemsworth (Melbourne, 29 años) han roto. La pareja, que se conoció en 2009 durante el rodaje de La última canción, ponía fin a la relación tras una década juntos y ocho meses de matrimonio. Y lo hacían como solo lo hacen las buenas estrellas: con una separación inicial amistosa, seguido de un cruce de acusaciones públicas y reproches velados. Que si el hermano pequeño de Thor -Chris Hemsworth- tiene problemas con el alcohol y las drogas, que si la cantante lo ha engañado con la bloguera Kaitlynn Carter...

Miley Cyrus ha aprovechado la tormenta -porque nadie chapotea mejor en la polémica que ella- para estrenar el tema 'Slide away' y dar su versión de los hechos

Mientras, Cyrus aprovechaba la tormenta, porque nadie chapotea mejor en la polémica que ella, para estrenar el tema Slide away y dar su versión de los hechos. "Nos encontramos pero ahora estamos perdidos. Es hora de dejarlo ir"; "quiero mi casa en las colinas, no el whisky y las pastillas"; "sigue adelante, ya no tenemos 17. Dices que todo cambió, es verdad. Hemos crecido". Son algunas de las frases de despedida que se escuchan en su nueva balada.

No es la primera vez que la estadounidense le dedica una canción –dicen que Wrecking ball también trataba de justificar su primera ruptura en 2012, un año después de comprometerse–, ni tampoco es la primera artista que aprovecha la música para resarcirse. A continuación, recordamos algunas canciones pop que se convirtieron en dardos envenenados dirigidos hacia un ex:

'Someone like you' ('21', 2011), de Adele

A quién va dirigida. Alex Sturrock, un fotógrafo del diario The Guardian y Vice, conocido popularmente como el hombre que le rompió el corazón a Adele y la demandó después.

Los hechos. Aunque Adele nunca llegó a revelar su nombre, el disco 21 (2011) contiene bastantes detalles como para que la prensa acertara su identidad y él mismo se diera por aludido. La artista londinense mantuvo una relación muy intensa con el fotógrafo entre 2008 y 2009 e incluso canceló su primera gira estadounidense porque no soportaba la idea de estar lejos de él. Sin embargo, posponer su carrera no evitó que él la dejara y se comprometiera con otra, pero Adele consiguió transformar este fracaso amoroso en su disco más aplaudido. “Escribí esa canción porque me sentía mal por haber sido tan perra en Rolling in the deep o Rumor has it. Estaba agotada emocionalmente por la forma en la que lo estaba retratando porque, aunque estoy triste y me arrepiento de algunas cosas, él sigue siendo una de las personas más importantes de mi vida. Necesitaba escribir Someone like you para sentirme bien conmigo misma y estos dos años de relación. Y cuando lo hice, me sentí liberada”, explicaba en una entrevista en la revista Nylon. No pensó lo mismo Sturrock que intentó demandarla al considerar que se estaba haciendo de oro con canciones inspiradas en su romance y quiso sacar tajada de ello. El juez desestimó el caso.

La letra. “Odio presentarme sin invitación pero no podía permanecer alejada, no podía afrontarlo. Esperaba que vieras mi cara y te hiciera recordar que para mí no ha terminado. No pasa nada, encontraré a alguien como tú”. (“I hate to turn up out of the blue uninvited, but I couldn't stay away, I couldn't fight it. I hoped you'd see my face and that you'd be reminded that for me, it isn't over. Nevermind, I'll find someone like you”).

'Cry me a river' ('Justified', 2002), de Justin Timberlake

A quién va dirigida. Justin Timberlake se pasó la primera década del 2000 lanzándole reproches a su exnovia, la princesa del pop Britney Spears.

Los hechos. Qué decir que no se sepa ya. Justin Timberlake y Britney Spears fueron la pareja de América. La lolita de las coletas de Baby one more time, defensora de la castidad hasta el matrimonio, y el niño de ricitos de oro del club de Mickey Mouse y la cara bonita del grupo N Sync, empezaron a salir a finales de 1998. ¿Qué podría salir mal? El mundo estaba encantado. Se presentaban juntos (siempre híper conjuntados) en todo tipo de fiestas, se apoyaban artísticamente y aparecían por sorpresa en los conciertos del otro, eran simpáticos con los paparazzi y nunca tenían reparos a la hora de hablar de su relación. Pero todo terminó en 2002. Mientras Timberlake preparaba su primer disco en solitario, se dice que Spears le fue infiel con el coreógrafo Wade Ronson. Ninguno de los dos lo confirmó nunca, pero el cantante parece tenerlo muy claro en Cry me a river.

La letra. "No tienes que decir lo que hiciste. Ya lo sé, lo supe por él. Ahora simplemente no hay ninguna oportunidad, ni para ti, ni para mí, nunca la habrá. ¿No te hace sentir triste eso?". ("You don't have to say what you did, I already know, I found out from him. Now there's just no chance with you and me. There'll never be. Don't it make you sad about it?").

'Hold up' ('Lemonade', 2016), de Beyoncé

A quién va dirigida. Hold up, como todas las canciones del disco Lemonade, está dirigida a su marido Jay-Z. Digamos que se trata de un disco conceptual en el que las infidelidades del rapero  actúan como hilo conductor.

Los hechos. Los rumores sobre los vaivenes sentimentales de Jay-Z siempre han sobrevolado la pareja, que hizo oficial su relación en 2004 como hacen todos los famosos en Hollywood: posando juntos en una alfombra roja de los premios MTV. En la supuesta lista de conquistas del galán que nos ocupa hay nombres que van desde Rihanna a Rita Ora, pasando por la rapera LIV a la modelo Claudia Scheelen. Beyoncé siempre se había mostrado impasible al respecto. En silencio y sin pestañear, como en aquel famoso vídeo del ascensor en el que su hermana Solange se enzarzaba con su marido por motivos todavía desconocidos. Para qué hacer declaraciones al respecto si puedes desahogarte en un disco tan bueno y rentable como resultó ser Lemonade.

La letra. "¿Cómo llegamos a esto? Revisando tu registro de llamadas. No quiero perder mi orgullo, pero joderé a esa perra. Sé que lo mantuve sexy y que lo hice divertido. Hay algo que estoy perdiendo, quizás mi cabeza. ¿Qué es peor, parecer celosa o loca? O sentirse pisoteada últimamente, ser pisoteada últimamente. Prefiero estar loca". ("How did it come down to this? Scrollin' through your call list. I don't wanna lose my pride, but I'ma fuck me up a bitch. Know that I kept it sexy, and know I kept it fun. There's something that I'm missing, maybe my head for one. What's worse, lookin' jealous or crazy? Jealous or crazy? Or like being walked all over lately, walked all over lately. I'd rather be crazy").

'Family Feud' ('4:44', 2017), de Jay-Z

A quién va dirigida. El álbum de Jay- Z, 4:44, podría considerarse la cara B de Lemonade. Publicado un año después, el rapero confiesa que todo es verdad, que se ha portado mal y no sabéis cuánto se lamenta de todo.

Los hechos. En una entrevista en The New York Times, Jay-Z aseguraba que superaron la crisis con la composición: "Usábamos la música como si fuésemos a una terapia". Pero si analizamos las canciones de ambos podríamos llegar a creer que la salvación de su matrimonio fue encontrar un enemigo común. Porque el odio une tanto como el amor y 'Becky' se convirtió en el chivo expiatorio de la pareja. A ella se refiere Beyoncé en su canción Sorry: "Él solo me quiere cuando no estoy allí. Mejor que llame a Becky, la del pelo bonito". También Jay-Z la menciona en Family Freud para pedirle que lo deje tranquilo. Nada se sabe de su identidad, aunque toda la ira cayó sobre la diseñadora Rachel Roy, exmujer de Damon Dash (un viejo socio de Jay-Z), cuando subió una foto en Instagram con un comentario sobre el pelo bonito que muchos fans malinterpretaron.

La letra. "Sí, voy a joder una cosa buena si me dejas. Déjame en paz, Becky. Un hombre que no cuida de su familia no puede ser rico". ("Yeah, I'll f*ck up a good thing if you let me / Let me alone, Becky / A man that don't take care his family can't be rich").

'Olé' (2016), de Calvin Harris

A quién va dirigida. Taylor Swift, especialista en transformar los reproches a sus ex en éxitos musicales, se convirtió en el blanco de su propio género.

Los hechos. Jóvenes, guapos y en lo más alto de sus carreras, la estrella del pop Taylor Swift y el DJ escocés Calvin Harris empezaron a salir a principios de 2015. Parecían la pareja perfecta, pero el amor –quizá de tanto explotarlo en redes sociales– se les acabó 15 meses después. Y lo que parecía una ruptura de lo más amistosa (“La única verdad aquí es que la relación llegó a su final, pero lo que queda es una gran cantidad de amor y respeto”, comentó Calvin) dio paso a un culebrón por entregas. Primero llegaron las disputas sobre la autoría de This is what you came for, un tema que habían compuesto juntos (Taylor lo firmaría bajo el pseudónimo de Nils Sjoberg) y que Harris lanzaría un mes después en colaboración con Rihanna. “Escribí la música, produje la canción, hice los arreglos y las voces. En un principio ella quería que fuera un secreto”, explicaría en una serie de tuits airados. Después vendrían los reproches por el noviazgo de Taylor Swift con el actor londinense Tom Hiddleston. “Creo que si eres feliz en tu nueva relación, deberías centrarte en eso en vez de tratar de demoler a tu exnovio para tener algo que hacer”. Un resentimiento que también dejó plasmado en Olé, interpretado por John Newman.

La letra. "No te he visto ni he estado contigo durante semanas, pero he visto online que has empezado a ser una chica buena y a viajar con tu novio. Siendo atenta y fingiendo. Pero no, porque nadie te dice lo lejos que has ido". ("I ain’t seen you or bin’ with you for weeks, but I see online that you’ve begun to be a good girl and take trips with your boyfriend. Being attentive continue to pretend. But no, cos’ there’s no telling how far you can go").

'Ghost' ('Prism', 2013), de Katy Perry

A quién va dirigida. Al presentador y humorista, Russell Brand, con quien estuvo casada durante un tiempo y acabó todo como una broma pesada.

Los hechos. Katy Perry y Russell Brand se casaron en 2010 y apenas un año después estaban preparando los papeles del divorcio. El cómico fue todavía más rápido y breve a la hora de poner fin a cinco años de relación. "Digamos que no he sabido nada de él desde que me envió un mensaje de texto diciéndome que quería divorciarse, el 31 de diciembre de 2011", comentaba Perry en una entrevista en Vogue. La anécdota sirvió también de arranque de la canción Ghost. No es la única que le dedica a su ex, en Wide awake y Circle the draim también suenan ecos (y bastantes lamentos) del pasado.

La letra. "Me mandaste un mensaje. Como si el viento te hiciera cambiar de opinión. Éramos mejores amigos, construimos nuestras vidas. Con cada beso, cada carta, cada promesa eterna... Pero le diste a enviar y desapareciste ante mis ojos. Y ahora eres un fantasma". ("You send a text. It's like the wind changed your mind. We were best friends, we were building our lives. With every kiss, and every letter, every promise of forever. But you hit send and disappeared in front of my eyes. And now you're just a ghost").

'The KKK took my baby away' ('Pleasant Dreams', 1981), de Ramones

A quién va dirigida. Dicen que en algunos conciertos de los ochenta Joey Ramone presentaba esta canción como una historia real entre él y Johnny Ramone, al que acusa entre líneas de robarle a su chica y lo compara con el mismísimo Ku Klux Klan.

Los hechos. Cuando los Ramones entraron a grabar Pleasant dreams (1981), la relación entre su vocalista Joey Ramone y el guitarrista Johnny era bastante complicada. Entre ambos existían diferencias artísticas: el cantante quería acercarse más al pop (y lo hizo al elegir al británico Graham Gouldman, miembro de 10cc, como productor del disco) mientras que Johnny quería mantener el sonido crudo y rápido del principio. Tampoco ideológicamente se entendían muy bien. Mientras que Joey era defensor de la izquierda, Johnny era mucho más conservador. "Admiraba a Reagan y a Bush, a toda esa gente a la cual no le importa una mierda la clase baja y solo favorece a los ricos", confesaría el batería Marky Ramone en el libro Los Ramones. Demasiado duros para morir. En lo único que ambos coincidían era en su opinión sobre Linda Danielle, una chica de 16 años que se coló en el mítico club neoyorquino CBGB y se convirtió en el primer amor de Joey. Su primera novia seria hasta que, tras dos años de relación y varias disputas en las que incluso intervino la Policía, lo dejó por su compañero de banda, con el que se casaría. "Johnny se pasó de la raya con el tema de mi novia. Si quieres que el grupo alcance su plenitud, que vaya lo más lejos posible, no cruces esa línea", confesaría Joey, que jamás le volvería a dirigir la palabra pero hablaría del asunto en varias canciones.

La letra: "Ella se fue durante las vacaciones y dijo que iba a L.A., pero ella nunca estuvo allí. El KKK se llevó lejos a mi chica, se la llevaron lejos de mí". ("She went away for the holidays. Said she's going to L.A. but she never got there. She never got there, She never got there, they say. The KKK took my baby away. They took her away").

'Cold case love' ('Rated R', 2009), de Rihanna

A quién va dirigida. Al artista y niño prodigio del rap Chris Brown, con quien protagonizó la relación más tóxica del pop de los últimos años.

Los hechos. Es difícil olvidar la imagen de Rihanna con la cara llena de moratones. La de Barbados iba a actuar en la gala de los Grammy de 2009, pero tuvo que cancelar la actuación después de que Chris Brown le diera una brutal paliza la noche anterior. El rapero, que por aquel entonces tenía 19 años, se presentó en comisaría para declararse culpable. La fiscalía le condenó a cinco años de libertad condicional y asistencia a clases de violencia de género. Por su parte, Rihanna optó por encerrarse en el estudio y olvidar el incidente grabando el disco Rated R. El tema Cold case love está incluido en ese disco y es el único que habla de su truculenta relación.

Letra. "No necesito pruebas, estoy destrozada y tú lo sabes. Lo que me hiciste fue un crimen. Un frío caso de amor. Dejé que contactarás conmigo una vez más, pero es suficiente. Tu amor está violando la ley". ("I'm torn apart and you know. What you did to me was a crime. Cold case love. And I let you reach me one more time, but that's enough.Your love was breaking the law").

'Be careful' ('Invasion of privacy', 2018), de Cardi B

A quién va dirigida. Al trapero de Atlanta y miembro del grupo Migos, Offset.

Los hechos. En esta nueva ola de raperos blanditos con los sentimientos a flor de piel, la rapera neoyorquina Cardi B y el trapero de Atlanta representaban ese exceso y extravagancia al que nos tenían acostumbrados la viejas estrellas del hip hop. Su relación empezó primero de forma profesional, con la canción Lick que los colocó en el radar de la industria. Ellos mismos se encargaron después de situar su relación delante de todos los focos. Mostraban su cariño a diario en redes sociales, se comprometieron en una actuación multitudinaria en Filadelfia y confirmaron que iban a ser padres en Saturday Night Life y en la portada de Rolling Stone. Pero no todo era tan bonito como lo explotaban. Entre medias se filtraron varios vídeos del móvil de Offset: un corte en el que aparecía Cardy B bailando desnuda y otro vídeo sexual con una chica que nada tenía que ver con la primera. Como respuesta, la artista del Bronx, que no se anda con bromas y estaba apunto de publicar su disco Invasion of Privacy, adelantó la canción Be careful. Primer aviso.

La letra. “¿Sabes lo que estás haciendo? ¿Los sentimientos de quién estás hiriendo? Vas a ganarte el mundo entero, ¿pero merece la pena con la chica que estás perdiendo? Ten cuidado, no es una amenaza, es una advertencia". ("Be careful with me, do you know what you doin'? Whose feelings that you hurtin' and bruisin'? You gon' gain the whole world, but is it worth the girl that you're losin'? Be careful with me. Yeah, it's not a threat, it's a warning").

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