Cinco abismos subterráneos
Viaje por algunas de las simas más profundas y fascinantes del mundo
1 Krúbera-Voronya (Abjasia, Georgia)
En 2012, el ucraniano Gennadiy Samokhin, logró llegar a los 2.191 metros de profundidad de la sima Krúbera-Voronya, un complejo cavernario del macizo de Gagra, en la república autónoma de Abjasia, en el Cáucaso Occidental. Krúbera-Voronya no es solo la sima más profunda del mundo, es también una de las más técnicas y difíciles, con varios sifones intermedios (pasos anegados de agua) y una gatera de apenas 40 centímetros de ancho a 1.600 metros de profundidad. En 2013, el aventurero Jesús Calleja y el equipo de televisión de Desafío extremo quedaron atrapados nueve días a 1.637 metros de profundidad. En 2015, el arqueólogo Sergio García-Dils y su equipo descubrieron en este mundo subterráneo 12 nuevas especies de invertebrados.
2 Dark Star (Uzbekistán)
Dark Star, un sistema de cuevas de piedra caliza en la cordillera de Boysuntov, en Uzbekistán, está considerado por los espeleólogos como el Everest subterráneo. Aunque aún no ha sido completamente explorado, se estima que este abismo puede llegar hasta los 2.651 metros de profundidad, con lo que superaría los 2.191 metros de Voronya, en el Cáucaso, la cueva más honda descubierta hasta ahora. Los cristales de hielo cubren el Salón de la Luna Llena; todo el sistema de cuevas es una cápsula geológica del tiempo donde los depósitos minerales revelan milenios de historia climática.
3 Torca del Cerro del Cuevón (Asturias, España)
En el macizo central de Picos de Europa (Cantabria, Asturias y León) se localizan algunas de las simas más profundas y complejas del mundo. Entre ellas, la torca del Cerro del Cuevón, a la que se ha llegado de momento hasta una cota de -1.589 metros (con un desarrollo total de 7.060 metros), lo que la coloca como la séptima más profunda del mundo. La entrada está situada a 2.019 metros de altitud en Picos de Europa, en el concejo de Cabrales. Se necesitan tres días para llegar al fondo, por el que discurre un torrente subterráneo, el Marbregalo.
4 Gran Pozo MTDE (Cantabria, España)
En 2016, espeleólogos del Espeleo Club Ábrigu y el Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas (ÁBRIGU-CCES) descubrieron en Ruesga (Cantabria) el pozo más profundo de España conocido hasta ahora, con 435,92 metros de caída libre desde el comienzo de la vertical hasta su fondo. El pozo se ubica cerca de la torca del Tejón, cuyo Pozo de los Pasiegos, con 346 metros de caída libre, ostentaba hasta ahora el récord.
5 Abismo de Xinu Attic (Wang Dong, China)
Las cavernas de Wang Dong (China), un vasto complejo de galerías en la provincia china de Chongquing, fueron exploradas por primera vez en 2013 por una expedición de 15 espeleólogos que descubrieron una de las mayores redes subterráneas conocidas, con salas inmensas como la Cloud Ladder Hall, de 250 metros de altura y con su propio sistema meteorológico, y simas de paredes verticales como el Abismo de Xinu Attic.
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