De cómo un futbolista bohemio se convirtió en uno de los modelos más cotizados

Muchos creen que se retiró por una lesión. Por qué si no iba a dejar el fútbol americano Justice Joslin (Tennessee, 1987) cuando estaba apunto de debutar en la NFL. “Empecé a plantearme quién era. Después de tanto tiempo viviendo de forma disciplinada, quería probar cómo era vivir sin horarios”. Tampoco entraba en los planes de este exatleta convertirse en uno de los modelos más cotizados de una industria en la que impera el frágil canon de belleza adolescente y tan poco tolerante con la disidencia.

“Si hubieses visto cómo vestía antes te habrías reído. No era precisamente un tío con estilo. Para mí, la moda era un sitio lleno de hombres depilados y ropa muy rara”, ríe Joslin. Pero algo tenía que hacer para costearse esa vida bohemia, de surf y música en Los Ángeles. Y bastaron un par sesiones de fotos para que su existencia cambiara tanto como su perspectiva. “Trabajar en este mundo, y sentirme aceptado por él, me sorprendió. Creo que la percepción del cuerpo ha cambiado y que la moda ha sabido incluir a todo tipo de gente, de razas y de tallas”.

A Joslin, su belleza clásica le ha permitido ser un dandi para Carolina Herrera, un seductor a la italiana para Giorgio Armani y, ahora, un hombre bien vestido a todas horas en la última campaña de Cortefiel. Joslin encarna la elegancia práctica de la firma española. “Siempre estoy en movimiento y creo que mi estilo refleja eso. Si tuviera un icono de estilo sería Indiana Jones”, bromea.

A pesar de ser también actor, está lejos de su intención el convertirse en el típico galán. “Noto un cambio de energía. La masculinidad se está redefiniendo, y buscando maneras que permitan vivir fuera de cualquier título o definición”.