_
_
_
_
_

¿Te gusta el comedor escolar de tu hijo?

Nueve de cada diez padres opina que la alimentación en las escuelas debería consistir en comida de más calidad y más frutas y verduras

Comedor escolar del colegio público San Bartolomé en Fresnedillas de la Oliva (Madrid)
Comedor escolar del colegio público San Bartolomé en Fresnedillas de la Oliva (Madrid)Andrea Comas
Nacho Meneses

El 94% de los padres y madres en España reconoce que la calidad de los menús escolares puede mejorarse, y cuatro de cada cinco estarían dispuestos a pagar un poco más con la condición de que sus hijos coman frutas con mejor sabor y de calidad en el colegio, según el reciente estudio Valoración de los padres sobre la alimentación escolar en España, realizado por Kantar para Plátanos de Canarias.

Más información
Lo que hay que exigir al comedor escolar (y lo que puedes hacer tú en casa)
Comer en casa o en el colegio, ¿qué es mejor?

De las conclusiones del estudio, que ha contado con la colaboración de 2.000 padres y madres, se desprende que más de la mitad de los progenitores (un 56%) piensa que debería existir una mayor presencia de vegetales y frutas de temporada con buen sabor, así como una reducción de ingredientes grasos (46%) y menos azúcares (40%). Sin embargo, y a pesar de ello, solo el 12% de ellos valora el colegio de sus hijos en función del comedor escolar, y cuatro de cada cinco reconocen, además, que este criterio no influye en absoluto a la hora de elegir centro.

Pero ¿cómo ha de ser la comida de los comedores escolares? “Exenta de alimentos ultraprocesados, frituras, productos con azúcares añadidos, zumos y embutidos”, sostiene Carlos Casabona, pediatra especializado en nutrición infantil. Ni siquiera jamón de York o de pavo, carnes procesadas que no son saludables, como el fuet, las salchichas, la mortadela o la cecina. “Hay que disminuir los alimentos de origen animal y aumentar los de origen vegetal. No hay que estar siempre con la carne y el pescado; la proteína puede venir de las legumbres, y es más saludable con el planeta”. Según los autores del estudio, hay además una relación directa entre el sabor de los alimentos y la facilidad con la que los niños adquieren esos hábitos saludables.

Una inmensa mayoría de los encuestados (nueve de cada 10) demanda que sus hijos coman más fruta en la escuela, pero lo cierto es que su consumo en el conjunto de la sociedad ha descendido en los últimos años: 92,45 kg por persona en 2017, un 7% menos que el año anterior y el mínimo de los últimos ocho años, según el Informe del Consumo de Alimentación en España 2017, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

De acuerdo con la ley de seguridad alimentaria y nutrición de 2011, los menús han de estar supervisados por especialistas acreditados en nutrición y dietética, pero la situación de los comedores escolares varía mucho según la comunidad autónoma donde se encuentren. Por ello, Plátano de Canarias, impulsora del estudio, ha iniciado una campaña de concienciación junto con una campaña en Change.org en favor de una regulación para todas las comunidades autónomas que apoye la labor de los colegios para la adquisición de hábitos saludables, y que asegure “la calidad y el consumo regular de productos de cercanía”.

La opción de los productos ecológicos y de cercanía, con un menor coste medioambiental, es precisamente el eje conductor de iniciativas escolares como las desarrolladas en Canarias (donde el programa de Ecocomedores está implantado en 51 centros de educación infantil y primaria, y atiende a más de 10.700 comensales) o Madrid, con una iniciativa impulsada por el ayuntamiento. “Desde el curso pasado se viene dando un cambio interesante para promover hábitos alimentarios más saludables y más responsables con nuestro entorno”, explica Mónica Carreño, directora de la escuela infantil municipal Las Nubes. “Es una oportunidad para contarle a las familias cómo debe ser una dieta sana en los primeros años de vida, la importancia que tiene reducir el consumo de algunos alimentos, etc.”.

Siguiendo el ejemplo de la escuela, se anima a las familias a que opten cada vez más por productos frescos, ecológicos, de temporada y de proximidad, a la vez que familias y equipos educativos se benefician del asesoramiento de dietistas-nutricionistas. E incluso de productos de comercio justo, como el cacao. Cada mes y medio o dos meses, se reúnen los grupos motores (con la participación de la cocinera, la educadora, quien esté en contacto con el proveedor, etc.), y se valoran las posibilidades de mejora de los menús.

Para Sergio Cáceres, director de márketing de Platano de Canarias, “una parte importante de los padres no es plenamente consciente de la alimentación de sus hijos en el comedor escolar”. Y es que, aunque el 88% confirma recibir en casa el listado de platos del menú, tan solo el 24% dice obtener información acerca de la calidad u origen de los ingredientes, pese a que la calidad y la variedad del menú sean precisamente los dos factores más valorados por los padres en un comedor escolar (con un 42 y un 37%, respectivamente).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nacho Meneses
Coordinador y redactor del canal de Formación de EL PAÍS, está especializado en educación y tendencias profesionales, además de colaborar en Mamas & Papas, donde escribe de educación, salud y crianza. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Valladolid y Máster de Periodismo UAM / EL PAÍS

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_