Amaia confiesa que después de OT tuvo que ir a un terapeuta
La ganadora de la penúltima edición del famoso concurso de talentos musicales afirma que "se le vino todo encima" y que se sintió "súper inestable emocionalmente"
Amaia Romero ganó Operación Triunfo 2017 y su fama estalló. Cualquier acto en el que apareciera la cantante, cualquier gesto, era interpretado, analizado y magnificado para gozo de sus seguidores y de los medios. Ella sonreía tímida y natural, tal y como demostró ser a lo largo del concurso en el que su calidad como intérprete se unió a la fascinación que ejerció en los espectadores su historia de amor con Alfred, otro de los concursantes del talent show. Pero los oropeles del éxito de los conciertos que siguieron al programa ocultaron que Amaia estaba desbordada, descolocada por la nueva situación que había arrasado con su forma de vida anterior, la de una joven anónima de Pamplona que solo tiene 20 años.
Ahora en una conversación con la revista Lecturas confiesa que ha tenido que visitar a un terapeuta para asumir lo que se le vino encima: "Cuando salí no me enteraba de nada y me vino todo encima. De hecho, todavía no termino muy bien de digerirlo. Sigue habiendo temporadas en las que estoy un poco loca". La intérprete aclara que se sintió "superinestable emocionalmente" y afirma: "Sí, he ido algunas veces al terapeuta".
Amaia Romero es la única de los cinco finalistas del concurso que no ha sacado disco todavía, más de un año después de haber acabado Operación Triunfo. Ha colaborado con algún grupo, entre ellos Carolina Durante, del que es solista Diego Ibáñez, con quien se la ha relacionado sentimentalmente tras su ruptura con Alfred, pero su carrera musical va con calma. En diciembre estrenó un disco sencillo, Un nuevo lugar, cuya promoción la volvió a poner sobre el escenario de Operación Triunfo, que afrontaba la siguiente edición con nuevos concursantes. Con ellos habló Amaia y a ellos les confesó los miedos sobre su vuelta a la realidad que la asaltaron durante sus últimos días en la Academia.
Ahora la cantante navarra se pasea por los photocalls, actuó en la gala de los Premios Goya y mide sus apariciones artísticas a la espera de ese disco que Narcís Rebollo, presidente de Universal, ha anunciado saldrá el próximo mes de septiembre. Mientras Amaia Romero sigue estudiando piano, continúa grabando su disco —motivo por el que ha viajado a países como Argentina y Chile— y no se manifiesta abiertamente sobre si tiene una nueva relación amorosa. "Tengo 20 años y estoy conociendo a mucha gente nueva. Me lo paso muy bien. Ahora estoy viviendo en Barcelona y estoy muy a gusto. Sobre estas cosas no pienso mucho, me dejo llevar", confiesa a la revista.
Allí también aclara que Alfred y ella siguen siendo amigos y que no es cierto que no quiera reencontrarse con él. Un comentario que tiene que ver con su ausencia en la presentación de la canción La Venda, de Miki, que representará a España para Eurovisión. Ella lo atribuye a que la vergüenza por el puesto en el que quedaron ella y Alfred en el festival, el 23, no la hacía sentirse cómoda como para pasar el testigo al siguiente cantante español que acudirá a Eurovisión.
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