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Eterna modernidad

Juan Carlos de Marcos

EL HERITAGE Monopusher Chronograph (acero, 4.700 euros) viene a llenar un vacío en la colección vintage de Montblanc, que hasta ahora no contaba con un cronógrafo. Este elegante guardatiempos cuenta con una esfera de color blanco-plata, cristal de zafiro abombado y agujas Dauphine. Solo algunos detalles azules matizan la sobriedad de la esfera. La elección de un cronógrafo monopulsador remite a la época dorada de la relojería. Concretamente a la mítica marca Minerva, hoy propiedad de Montblanc. La mejora del rendimiento fue lo que más tarde llevaría a la popularización de los cronógrafos dotados de un segundo pulsador, tal vez a costa de la estética. Esta nueva pieza, que estará disponible a partir de junio, hará las delicias de los amantes de los relojes añejos que no renuncian a las prestaciones modernas. 

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