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Una casa en el cobertizo

Una sala de estar luminosa donde la mezcla de piezas antiguas y contemporáneas armoniza el espacio y le confiere personalidad. El sofá es de Flexform, decorado con cojines de Teixidors. Los sillones de piel y el baúl (que hace de mesa de centro) provienen de un anticuario.
Una sala de estar luminosa donde la mezcla de piezas antiguas y contemporáneas armoniza el espacio y le confiere personalidad. El sofá es de Flexform, decorado con cojines de Teixidors. Los sillones de piel y el baúl (que hace de mesa de centro) provienen de un anticuario.Raúl Candales Franch

El antiguo almacén de madera se ha convertido en esta acogedora vivienda del oeste de Londres. Un hogar lleno de luz natural y espacios abiertos que se comunican entre sí y aíslan a sus habitantes del ruido de la gran ciudad

ESTE HOGAR familiar era un antiguo almacén de madera ubicado entre medianeras, en el oeste de Londres. Como resultado de ese contexto y sus restricciones espaciales, los arquitectos de la compañía De Rosee (de North Kensington) tuvieron que ceñirse a una estricta planificación. Necesitaban soluciones innovadoras para proporcionar a los clientes la mayor cantidad de luz natural en un espacio limitado y sin posibilidad de usar ventanas clásicas. Para resolverlo, crearon tres patios interiores distribuidos en los 37 metros de largo que tiene el solar, y con una serie de tragaluces colocados sobre cada uno de ellos consiguieron iluminar esta residencia alargada y estrecha que se llama The Courtyard House (la casa en el patio) y por la que recibieron el Premio New London Architecture 2017.

El primer patio se hundió para darle dos alturas. En el sótano alberga el segundo dormitorio y un cuarto de baño y en la planta baja separa los dormitorios de los espacios comunes. El segundo patio aísla la cocina del salón. Y el tercero separa la casa de la entrada principal, creando una zona para el almacenamiento de bicicletas o contenedores. Unas puertas de acero y vidrio de estilo Crittall conectan todos estos patios con las estancias principales. En los meses de verano se pueden abrir, generando la sensación de que los espacios exteriores e interiores se convierten en uno solo. La paleta de materiales se mantuvo simple: paredes blancas y parqué de roble dentro, y paredes revestidas con listones de cedro rojo occidental en los patios. Un guiño al almacén de madera que fue este lugar en el pasado. 

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