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Coordinado por Lola Huete Machado
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CINE AFRICANO

‘aKasha’: amor en tiempos de la guerra sudanesa

El largometraje de Hajooj Kuka presenta una comedia sucia, irreverente y romántica sobre un triángulo amoroso entre un chico, una chica y un AK-47

Fotograma de la película aKasha.
Fotograma de la película aKasha.

Lo suele acompañar un abultado gorro de lana que cubre sus largas rastas allá donde sus trabajos cinematográficos se presentan. Tiene un caminar pausado, estatura media, nariz perfilada y unos enormes ojos que hacen resaltar la mirada sobre su tez oscura. Y una cosa: siempre sonríe a la prensa y a todo aquel que se acomoda a su lado. Al conocer al realizador sudanés Hajooj Kuka (aunque él prefiera ser conocido por la escritura de su nombre en letras minúsculas) las imágenes que se tienen sobre Sudán pueden dar un respingo cuando este artista de 42 años comienza a explicar una tras otra historias de su país repletas de desafíos, pero rebosantes de humor.

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Lo hizo con su primer trabajo Beats of the Antonov (2014) que ganaba el premio del público como el mejor documental en la 39ª edición del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF). Una cinta construida de forma elegante con tintes humorísticos, pero realistas, y que hilaba con suma delicadeza un mensaje político y de esperanza por la paz en el Nilo azul y las montañas Nuba de Sudán.

La película desmonta la retórica de la guerra con humor, anula los roles de género y muestra la vida cotidiana de las poblaciones afectadas por la contienda civil
Una película pacifista y de vanguardia que, a pesar de su bajo presupuesto, revela el talento de su director

Esta vez, en aKasha (2018), el primer largometraje de ficción de Kuka, la historia tiene lugar en el mismo contexto geográfico y durante la guerra civil que estalló en 2011 en las zonas rebeldes del país. Es aquí, durante la temporada de lluvias y de lodo, cuando el conflicto se detiene y los rebeldes regresan a sus hogares. Y es en este receso donde comienza una comedia sucia, irreverente y romántica sobre un triángulo amoroso sin precedentes entre un chico, una chica y un AK-47.

Adnan es un revolucionario, un héroe de guerra en servicio que ama a Lina, su novia; pero lo hace tanto como a Nancy, su rifle customizado de fabricación soviética con el que consiguió derribar a un dron. Cuando, como muchos otros jóvenes, intenta escapar de sus deberes como soldado, el comandante Blues lanza una kasha, es decir, una redada para arrestar a los soldados perezosos que no acuden de nuevo a su unidad. Sin embargo, el protagonista es sorprendido y se aventura en una huida en la que se encuentra a Absi, un desertor pacifista ¡en medio de la zona rural! Esta extraña pareja se preparará para escapar y tratar de recuperar la confianza de Nancy y Lina.

Rico en citas célebres (desde Fanon a Bob Marley y pasando por escenas de los grandes clásicos del cine africano), aKasha desmonta la retórica de la guerra con humor, anula los roles de hombre/mujer, juega con la construcción de los géneros, usa imágenes psicodélicas con ligereza, pero, y sobre todo, muestra la vida cotidiana de las poblaciones afectadas por la guerra civil.

Una película pacifista y de vanguardia que, a pesar de su bajo presupuesto, revela el talento de un director que se mueve con gracia en un juego de equilibrio entre el realismo y la visión.

Se estrenó en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Venecia, donde desafortunadamente los dos protagonistas Mohamed Chakado y Kamal Ramadan, originarios de las montañas Nuba, no pudieron llegar junto al director porque estaban bloqueados en Uganda esperando recibir el estatus de refugiados políticos. También se ha presentado en el reciente TIFF y ha sido seleccionado en el Festival de Londres que termina el próximo domingo.

Hajooj es una de las figuras más interesantes de la escena creativa sudanesa: es el director creativo de 3ayin, una red que se ocupa del conflicto en Sudán; es miembro de la productora Refugee Club; forma parte de un movimiento de resistencia no violenta en su país llamado Girifina, cuyo objetivo es cambiar el gobierno que se encuentra actualmente en el poder; y organiza talleres de actuación y cine para las poblaciones del Nilo Azul y las montañas Nuba. En sus seminarios se aprende a documentar la vida cotidiana a través del lenguaje visual y la narración de historias.

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