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Los albinos de Malaui se enfrentan a un repunte de violencia

La impunidad asociada a este tipo de delitos "instiga el homicidio", denuncia Amnistía Internacional en un nuevo informe

En Malaui, hay entre 7.000 y 10.000 personas con albinismo.
En Malaui, hay entre 7.000 y 10.000 personas con albinismo.Amnistía Internacional
Tiziana Trotta
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Mark Masambuka, de 22 años, salió de su casa del pueblo de Nakawa, en el distrito de Machinga, en el sur de Malaui, para comprar una estera y nunca más regresó. Su cadáver se encontró un mes más tarde, enterrado en una tumba poco profunda. Jean Ngwedula, de dos años, también desapareció. Mark y Jean murieron por el color de su piel y sus casos solo son los más recientes en un país en el que la violencia hacia las personas con albinismo sufre un nuevo repunte, fomentada por la impunidad. Desde noviembre de 2014, Amnistía Internacional ha registrado 21 asesinatos, según revela su último informe Acabar la violencia contra las personas albinas: hacia una justicia criminal más efectiva en Malaui, publicado este jueves.

El padre de Jean fue detenido tras la desaparición de la pequeña, acusado formalmente de asesinato. Presuntamente, vendió su hija a un curandero tradicional para que la empleara con fines rituales en Mozambique, uno de los destinos más frecuentes para el comercio transfronterizo de partes del cuerpo de personas con albinismo —junto con República Democrática del Congo, Sudáfrica, Suazilandia y Tanzania—, al considerar que tienen propiedades mágicas y atraen riqueza y buena suerte.

En Malaui, hay entre 7.000 y 10.000 personas con albinismo —uno por cada 1.800 habitantes, mientras que en España se estima que sea uno por cada 3.000— que se enfrentan al riesgo de abusos por parte de bandas criminales o incluso de los mismos familiares, empujados por la pobreza en uno de los países en la cola del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas. Amnistía Internacional alerta de que el sistema de justicia penal débil y la impunidad asociada a este tipo de delitos “instiga el homicidio de personas con albinismo”.

Amnistía Internacional ha registrado 21 asesinatos de personas con albinismo en Malaui desde noviembre de 2014

La Policía malauí ha registrado 148 delitos denunciados contra personas con albinismo desde noviembre de 2014, incluyendo 14 asesinatos — un dato inferior al proporcionado por el estudio— y siete intentos. Pero la organización de defensa de los derechos humanos teme a que las cifras reales podrían ser más elevadas. En 2014, detectó un fuerte incremento de violencia hacia los albinos del país, seguido por una cierta estabilización en 2016. Sin embargo, desde enero de 2017 se han registrado al menos otros cuatro casos y han vuelto a producirse homicidios. "Siempre nos quedamos cortos con las cifras", explica Carmen Mormeneo, responsable del trabajo de la organización sobre el país africano.

El informe de Amnistía Internacional concluye que las personas con albinismo enfrentan grandes retrasos en la obtención de justicia, tanto en la investigación de los casos como en la celebración de audiencias. Entre los motivos de esta lentitud están la falta de fondos y el número limitado de altos magistrados competentes para juzgar este tipo de causas.

La inmensa mayoría de los crímenes hacia personas con albinismo ni se resuelven ni se castigan. Solo un 30% de los 148 casos denunciados se ha cerrado, según las últimas estadísticas de la Policía de Malaui y del Ministerio de Justicia y Asuntos Constitucionales, un porcentaje inferior a otras tipologías de delitos. Apenas un caso de asesinato y uno de intento de asesinato se han juzgado “satisfactoriamente”, alega Amnistía Internacional.

Mormeneo insiste en la necesidad de abordar el problema a escala regional, teniendo en cuenta la permeabilidad de las fronteras. "Países como Suazilandia, Mozambique, Sudáfrica, República del Congo y Tanzania necesitan revisar sus sistemas normativos para que la violencia hacia las personas con albinismo deje de estar englobada en la trata de personas y se cree una legislación específica", agrega.

Malaui, según la experta, ha marcado algunos avances, pero no puede bajar la guardia y necesita trabajar duro en algunos aspectos. "Se han creado comités técnicos para garantizar el derecho a la educación de las personas con albinismo, por ejemplo. Las penas impuestas en caso de condena por un delito hacia ellas empiezan a ser consistentes y las autoridades están comenzando a recopilar información, pero estos avances son insuficientes", asegura Mormeneo. "Se necesita un cambio cultural, porque las personas afectas por albinismo aún no se consideran del todo seres humanos como los demás. El hecho de matar a una de ellas para muchos es menos grave que matar a una persona de piel negra. Hay padres que dejan de llevar a sus hijos al colegio por miedo. El Gobierno tiene que ser proactivo".

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Sobre la firma

Tiziana Trotta
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, principalmente en Planeta Futuro y en la Mesa Web. Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Urbino (Italia), Máster en Ciencias Históricas, Filológicas y de las Religiones por la Universidad Sorbona (Francia) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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