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en busca del pelo perdido | una odisea capilar

¿Cuánto duele el tratamiento de injerto capilar? Así se vive desde dentro del quirófano

Capítulo 3. Estos dos cuarentones decididos a recuperar su pelazo han llegado por fin al primer paso del proceso: en pocas semanas su cabello lucirá más fuerte y denso

"No puedo decirlo lo suficiente. Cambia tu cabello, cambia tu vida". Thomas Pynchon

¿Sabían, queridísima muchedumbre de lectores (por entusiasmo que no quede), que alopecia es una palabra de origen latino derivada de la transcripción del griego alôpekia, que a su vez deriva de alopex (zorro)?

Nosotros tampoco, pero como andamos ligeramente obsesionados por el asunto no paramos de curiosear en Google y aprender. Por lo visto, los griegos, que aparte de eruditos, constructores y guerreros eran unos cachondos mentales, comparaban el drama del pelo a la fuga con la muda del pelaje del zorro, qué tíos.

El saber, como el pelo, no ocupa lugar. Ahora, al lío

Hoy nos toca el tratamiento Regenera Activa, dos palabras positivas, que insuflan ánimo, como "jubilación anticipada" o "barra libre". Esta mañana nos miramos en el espejo con menos aprensión y congoja que de costumbre. Esta mediocre y feble masa capilar tiene los días contados. "¡¡¡¡AH, AH, AH, AH!!!", reímos histéricos contra nuestro reflejo. "¡HAS-TA-NUN-CA-PE-LU-CHO!", gritamos, provocando que la vecina del quinto dé un respingo y nos ponga mala cara y los chavales del tercero se echen a llorar desconsoladamente. Qué le vamos a hacer, en nuestro edificio, en hora punta, es complicado pillar el ascensor para uno solo. Por cierto, ¡buenos días!

Llegamos a la clínica Millán & Vila-Rovira, nuestro sancta sanctorum capilar, y nos cruzamos con algunos pacientes con gorra que han venido a revisión tras el transplante. Aprovechamos para lanzarnos miradas de solidaridad, complicidad y empatía que dicen a las claras "Estamos juntos en esto, somos como una especie de hermandad, somos una fraternidad, estamos en el mismo barco" y cosas así.

Mientras esperamos nuestro turno en la sala de espera, y dado que empezamos a notar la incomodidad del resto de pacientes, hartos de que dos individuos les miren fijamente y les tiren guiños y les pongan muecas con cara de dementes, aprovechamos para pegar la hebra con Marisa, gerente y relaciones públicas del centro. Es la persona encargada de recibir, escuchar y asesorar a aquellos que vienen en busca de una mejora en el estado de su cabellera. De angustias capilares sabe un rato.

El cambio psicólogico y físico se ve en la sala de espera

"En general todos los pacientes tienen una historia detrás, raro es el que viene por capricho. Esto del pelo tiene un componente psicológico muy elevado, la mayoría vienen con baja autoestima, algún tipo de complejo... Gente que se sienta y te cuenta que su pareja le ha dejado, que viene a ponerse barba porque cree que no es demasiado macho para su pareja... Hay casos espeluznantes. Y después del tratamiento hay gente que cambia no solo a nivel psicológico sino también físico. Recuerdo un director financiero, con un look muy solemne, trajeado, rancio... Se hizo el trasplante, al año volvió a revisión con su flequillo y ya le veías con sus vaqueros, su americana sport... Les sube la autoestima, sonríen más, no sabéis cómo cambia la cara de las personas desde la primera consulta hasta que les empieza a salir el pelo”, nos cuenta.

Como ha señalado Marisa, al centro no solo acuden hombres preocupados por la alopecia. También se trasplantan pelos para barbas, cejas... Incluso hay mujeres que acuden a ponerse vello púbico, arrepentidas de una depilación extrema anterior. Y luego están los que viene a tratarse las secuelas de un accidente. "Casos como el de una niña muy joven, de 20 años. Los padres vinieron llorando. De pequeñita, la madre le derramó por accidente aceite hirviendo sobre la cabeza y le quedaron cicatrices en el cuero cabelludo. Tenía problemas en los estudios, sufría bullying, no se relacionaba por el complejo. Esta niña se operó, vino al la revisión al año y es una niña feliz, salía, se arreglaba, se echó noviete...", relata.

Después de escuchar esta historia nos sentimos culpables de frivolidad, aunque no tanta como muestran otros pacientes: "Hay gente que cuanto más se pone más quiere, vienen pasado el año a la revisión, están perfectos e insisten en que quieren más y más... Se lo desaconsejamos, claro. Y también a gente que padece tricotilomanía —cuyos afectados sienten el impulso irrefrenable de arrancarse pelos—, a esos también les desaconsejamos el trasplante salvo que estén curados". Gracias por la información, Marisa, estaríamos horas preguntándote cosas sobre el pelo pero la enfermera nos reclama, toca pasar a la acción.

El paso 1 del implante de pelo: Regenera Activa

Como paso previo a la operación de transplante, a la que nos someteremos dentro de un mes, nos van a aplicar uno de los últimos procedimientos médicos para tratar y prevenir la alopecia androgénica, el Regenera Activa: una terapia regenerativa mediante microinjerto autólogo, es decir del propio pelo (el objetivo es que el cabello que hoy se encuentra sano dure más años en ese estado brioso y el débil se fortalezca). Es necesario estar bien de salud (nuestras pruebas así lo acreditan) y no padecer estrés (¡¿Esqué?!).

Una vez en el quirófano, primero se obtienen muestras de tejido no afectado por la alopecia androgenética que contengan folículos pilosos, en nuestro caso la zona detrás de la oreja. De momento, y desde el punto de vista del paciente, esta intervención es bastante sencilla. Como previamente nos han anestesiado la zona, esta parte del proceso no duele, aunque sí que notamos al doctor trasteándonos por el cogote.

Por ahora esto del Regenera nos resulta coser y cantar, bastante menos sufrido que una visita al dentista, aunque el doctor nos cuenta el caso de un paciente que, presa de un ataque de histeria y pensando en que podría morirse, pidió a gritos ver la foto de sus hijos, a modo de despedida. "Tardamos tres horas en realizar una intervención que normalmente dura una", nos cuenta. "Y se fue gritando '¡Me habéis quitado algo!', como si le hubiéramos amputado una pierna", recuerda. Caray, sí que son aprensivos algunos.

"Qué buena muestra", dice el doctor, "la mejor de todas las que he extraído". Sus palabras son música para nuestros oídos.

Una vez extraídas las ocho muestras de tejido, estas se procesan inmediatamente de tal forma que se produce un disgregado del tejido obtenido y se filtran las células progenitoras del estroma (el armazón que recubre los folículos y que contiene células madre). Como producto final se obtiene una suspensión de estas células progenitoras y factores de crecimiento propios de la zona donante capaces de regenerar los tejidos que se encuentran afectados por la alopecia androgénica.

Tumbados en la camilla, escuchamos a la maquinita mezcladora hacer su trabajo. Su runrún también es música para nuestros oídos.

La parte más dolorosa del proceso...

Es el turno de la jeringuilla y la aguja. Se supone que esta parte del proceso, en la que te inyectan pequeñas dosis del mejunje revitalizador mediante pinchazos en el cuero cabelludo, es la más dolorosa del proceso, y no lo es tanto. Una enfermera nos aplica hielo en la cabeza para insensibilizar primero y aliviar el dolor después. Casi lo más duro de soportar es el hecho de tener la cabeza congelada, pobre Walt Disney.

El doctor tiene que cambiar la aguja un par de veces porque según va llegando el preparado al final de la jeringuilla aparecen grumos que atascan la finísima aguja. Gracias a esa finura las microheridas cicatrizan en cuestión de horas. En total, nos han puesto unos 125 pinchazos a cada uno.

Comunicado oficial. Esto que vamos a decir puede que suene pretencioso, pero tanto el Sujeto 1 como el Sujeto 2 somos bastante resistentes al dolor, casi como aquel chiquillo espartano que aguantó sin inmutarse la mordedura del zorro que llevaba escondido bajo la túnica —o como quiera que se llame el modelito que llevaban los espartanos— con tal de no enfrentarse al castigo que le hubiera caído encima por parte del instructor, que menudos eran los instruct... Basta, este símil se nos está yendo de las manos. Que somos tirando a burros, vamos.

En un mes, mejora la densidad capilar

En teoría, en el transcurso de un mes se observará una reparación de la mayor parte de los cabellos miniaturizados por el efecto devastador de la alopecia andrógenica, lo que obviamente implica una mejoría en la densidad capilar. Además, se reduce la caída y mejora de la calidad del cabello en general. Este tratamiento es, además, ideal como preparación para el trasplante que nos haremos en cuestión de semanas.

Salimos de la clínica con un esparadrapo en forma de trébol en la zona izquierda del cogote y un par de recomendaciones: no nos podemos tumbar en las próximas cuatro horas (lo cual no supone ningún problema: desgraciadamente, no solemos tener oportunidad de tumbarnos más allá de las seis horas que dormimos, otra cosa es que fuéramos probadores de colchones o fakires, pero, ¡ay!, somos emprendedores periodísticos autónomos) y no podemos lavarnos la cabeza en las próximas 48 horas (aunque sí mojarla).

El esparadrapo tapa ocho pequeñas cicatrices, siete de ellas formando un círculo y otra en el centro del mismo. Las tapa el pelo y a la larga acabarán desapareciendo, pero por ahora pensamos enseñarlas alegremente y decir que pertenecemos a alguna mara peligrosísima o a una sociedad secreta tipo Illuminati.

Esa tarde nos llaman nuestras madres para ver cómo ha ido la cosa. Como tanto ellas como nosotros nos vamos a liar con conceptos como "microinjerto autólogo", "disgregado", "estroma" y cosas por el estilo, decidimos contarles una versión más de andar por casa pero, creemos, efectiva. "Mira, madre, te pegan ocho pellizcos detrás de la oreja para sacarte siete torreznitos; cada trocito arrancado incluye su pelo, su piel, su grasa y su carnecita, los meten en una especie de batidora para obtener una sopa de torrezno y nos la pinchan en la cabeza, es como si nos echaran fertilizante, ¡nos han abonado la cocorota, madre! Oye, que todo esto me está dando hambre, ¿haces el domingo un cocido? [En el caso del Sujeto 2 la conversación es básicamente la misma pero cambiando "cocido" por "ajoarriero"].

¡No se pierdan la próxima entrega de esta aventura capilar, todos los jueves en su web de salud favorita!

Canción sugerida

Salimos en un estado de euforia tal después del tratamiento que nos liamos la manta a la cabeza y proponemos pinchar este Despeinada de Pelito, perdón, Palito Ortega.

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