Teresa Helbig y 'Busa', el Jagger de la moda
TERESA HELBIG considera que su bulldog francés (“más bien de Perpiñán”, porque resultó que de pedigrí había poco) es tan humano que lo compara con uno de los seres vivos más activos y famosos del planeta. “Busa es Mike Jagger”, informa la diseñadora que hace uno de los mejores prêt-à-porter a medida de España (200 horas de bordado artesanal en un vestido, por ejemplo). “¿Pero es que no lo veis?”, interroga Helbig entre risas, ya que Busa, por muy galán y rockero que haya sido en el pasado, hoy está más bien en modo abuelete (como el líder de los Stones, que, al menos en la jerarquía familiar, ya ha alcanzado la categoría de bisabuelo).
Decir Busa es decir beso en árabe, “una palabra que nunca deja de ser bonita”, explica Helbig en su luminoso atelier de Barcelona. “Ahora está casi sordo, tiene una hernia y está cansado, pero no puedo imaginar el día que no esté”, relata rememorando la pérdida de otra mascota, León, cuya muerte, anterior a la llegada de Busa, dejó un ambiente de drama que los ajenos no entendían. “Los perros son grandes compañeros y el dolor que sientes cuando los pierdes es indescriptible”. Amén a la afirmación.
Busa es marca registrada, forma parte de la Helbig Gang, está en el taller, corretea entre las costureras y tiene un perfume en su honor: A Bulldog in the Atelier. Nunca ha estado en las bambalinas ni ha desfilado en pasarela porque “le generaría mucho estrés”, confirma Helbig (Barcelona, 1963), que parece estar imbuida también por la energía de Jagger. Como toda celebrity, Busa tiene sus excentricidades: sentarse en los bolsos caros-carísimos de las clientas que visitan el showroom.
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