Julio Iglesias pone trabas para escabullirse de la demanda paternidad
El cantante pide que le manden las notificaciones a República Dominicana y no a su casa de Málaga, lo que alarga y encarece el proceso
Julio Iglesias, el cantante en español que más discos ha vendido, está resultando también uno de los más escurridizos ante la justicia, según denuncia el abogado Fernando Osuna, que representa a su supuesto hijo Javier Sánchez, en el procedimiento de parternidad que instruye un juzgado de Valencia. Iglesias ha pedido que le envíen las comunicaciones del proceso a República Dominicana y sus empleados dejan a los procuradores de su supuesto vástago esperando durante horas a la puerta de su finca de Málaga.
Hijo de la exbailarina portuguesa Edit Santos, con quien el cantante habría mantenido una relación en 1975, Sánchez interpuso la reclamación de paternidad el pasado septiembre. Siete meses después, Iglesias no solo no ha contestado la demanda, sino que no la ha recogido.
La primera actividad del músico ante el órgano judicial de Valencia, a través de un procurador y de un abogado de Castellón, ha consistido en pedir que las notificaciones le sean remitidas a Punta Cana, en la República Dominicana, donde posee una suntuosa vivienda.
A la pretensión se ha opuesto el abogado de Sánchez. "Supondría un retraso y unos gastos innecesarios, y tampoco sé hasta qué punto funciona bien la justicia dominicana. La ley permite que si tiene un domicilio en España, en el que además tiene empleados, se le pueda notificar en él", dice. El juez, de momento, ha rechazado la petición por una cuestión formal, al no haber presentado los representantes legales de Iglesias el poder que los acredita como tales.
La gran finca de Ojén, Málaga, adquirida por el cantante en los años setenta, ha sido escenario de lo que Osuna considera un ejemplo de falta de juego limpio procesal. Aunque los juzgados realizan las comunicaciones por sí mismos, la Ley de Enjuiciamiento Civil permite que los demandantes puedan entregar directamente el escrito a la otra parte. Para acelerar el procedimiento —el juzgado de Ojén, un municipio de 3.500 habitantes, solo funciona un par de día a la semana—, el 1 y el 15 de marzo los procuradores del supuesto hijo de Iglesias se presentaron en la casa para cumplir el trámite. Pero en ambos casos los empleados les dieron largas, haciéndoles esperar en vano hasta ocho horas. "Dijeron que la persona que podía firmar la recepción de la demanda no estaba, que llegaría má tarde, y al final no apareció", lamenta Osuna.
El letrado, especializado en acreditar paternidades a través de muestras de ADN utilizando para ello a detectives —como hizo en este caso—, anuncia que se personarán una tercera vez en la finca cercana a Marbella. Y que irán acompañados de testigos y con cámaras para registrar lo que prevé otro intento infructuoso.
Si nadie recoge la demanda, el abogado pedirá al juez que la recepción sea sustituida por la publicación de edictos en los juzgados y medios de comunicación. Y si a pesar de ello sigue sin haber reacción, solicitará que el rey de la canción romántica en español sea juzgado en rebeldía, es decir, sin estar presente.
Evitar que pase como en los noventa
Osuna persigue que no quede sombra de indefensión, la argucia empleada por Iglesias en los años noventa, cuando otro juez de Valencia ya declaró que Sánchez, entonces un adolescente y ahora un hombre de 41 años, era su hijo. La sentencia fue anulada en apelación con el argumento de que Iglesias no había recibido el requerimiento para hacerse la prueba de ADN dictado por el magistrado.
A pesar de las dificultades, también hay elementos positivos para Sánchez. La principal es que a pesar de no haber recibido la demanda, Iglesias se ha personado en la causa, aceptando así la competencia de la justicia española. Existía la posibilidad de que el cantante pidiera que el procedimiento se trasladara a Miami (Estados Unidos) —donde se recogió la muestra de ADN que presuntamente demuestra la patenidad y posee una mansión— o a República Dominicana, donde también tiene domicilio. El letrado se mantiene optimista en que el juicio se celebrará antes de que acabe el año si no se llega antes a un acuerdo.
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