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Stephen Hawking, el hombre que nos enseñó desde pequeños que no necesitábamos un cuerpo

Apareció en 'Los Simpson', en 'The big bang theory', en canciones de Pink Floyd... Y su inusual estampa se convirtió en familiar para los niños

Su historia ganaba porque no solo era de superación y valentía: también rozaba la ciencia ficción. En la imagen, Stephen Hawking, en 1979 con 37 años, durante una conferencia en Princeton (Nueva Jersey). En vídeo, las apariciones de Hawking en pantalla.
Guillermo Alonso

Se ha muerto Stephen Hawking (Reino Unido, 1942–2018) y hoy cientos de artículos recordarán al físico que consiguió convertir un libro sobre el Big Bang y los agujeros negros en un éxito editorial sin precedentes. El que hizo que los ciudadanos de a pie se interesasen por la cosmología, las supercuerdas y la parte más compleja de las matemáticas. Muchos jóvenes de dos o tres generaciones vimos ese libro en nuestras casas junto a novelas rosas, biografías históricas, periódicos y revistas de sociedad. Aquel libro, Breve historia del tiempo, brillaba porque no se parecía a los demás. Pero la imagen más poderosa se la llevaba el propio Hawking.

La imagen de Stephen en su silla de ruedas, la cabeza levemente torcida y el sintetizador que emitía palabras por él, dado que una traqueotomía lo dejó sin voz en 1985, hubiese sido impactante para cualquier niño si no fuese porque todos crecimos viéndola y la convertimos en una estampa al mismo nivel que la de Ronald McDonald o Papa Noel. Su presencia constante en los medios de comunicación era un extraordinario recordatorio de que con determinación uno podrá llegar a aprender a vivir con una enfermedad cruel.

Hawking consideraba a 'Los Simpson' la mejor serie de todos los tiempos. Así fue representado en uno de los capítulos.
Hawking consideraba a 'Los Simpson' la mejor serie de todos los tiempos. Así fue representado en uno de los capítulos.
La cabeza levemente torcida y el sintetizador que emitía palabras por él hubiese sido impactante para cualquier niño si no fuese porque todos crecimos viéndola y la convertimos en una estampa al mismo nivel que la de Ronald McDonald o Papa Noel

Su figura de autoridad del mundo de la ciencia saltó al de la cultura pop. Aparecía en Los Simpson, era homenajeado en cientos de series y películas de ciencia ficción y, en un juego entre cruel y autorreferencial, era imitado por los niños en los colegios. “Te vas a quedar como Stephen Hawking”, se escuchaba en los colegios tras las caídas en clase de gimnasia.

Su historia ganaba porque no solo era de superación y valentía: también rozaba la ciencia ficción. Hawking quedó discapacitado a causa de la esclerosis lateral amiotrófica, la ELA, que se le diagnosticó con 21 años. Durante el verano de 2014 esa enfermedad se hizo popular gracias a un reto llamado el Ice bucket challenge, basado en que famosos y anónimos se echasen un cubo de agua helada sobre el cuerpo para conseguir atención y fondos para la lucha contra este mal. Pero él fue su primer gran embajador.

Es habitual que los que lo sufren mueran en un espacio de tiempo mucho más breve que el que le fue concedido a Hawking (¡le dieron dos años de vida tras serle diagnosticada su enfermedad y vivió con ella 55!). Impedido ya en sus últimos años para mover ningún músculo de su cuerpo que no fuese su mejilla, un sensor situado en su silla de ruedas interpretaba los movimientos de esta para convertirlos en palabras. Desde 2014, Intel creó para él (y después liberó para el resto del mundo) un sistema que aprendía sus palabras más habituales y las predecía, con lo cual se podía comunicar mucho más rápido y navegar por Internet.

El científico se interpretó a sí mismo en un episodio de la quinta temporada de la serie 'The big bang theory'.
El científico se interpretó a sí mismo en un episodio de la quinta temporada de la serie 'The big bang theory'.

Gracias a todo esto, Hawking se quedó muy lejos de ser un genio enfermo encerrado en su casa. Podía aparecer en programas de la BBC discutiendo fenómenos culturales como Los Simpson (de la que dijo que era la mejor serie de la historia de la televisión estadounidense). En esa serie apareció dibujado varias veces, pero más mérito tuvo su aparición en The big bang theory –telecomedia que, como su obra, convirtió las ciencias más complejas en algo atractivo para millones de espectadores–, donde su cameo fue de carne y hueso y supo reírse de sí mismo cuando reírse no era ni siquiera una posibilidad física para él.

Apareció también en Star Trek, en programas de humor nocturnos como el de Conan O’Brien y llegó a poner su voz en Keep talking, del álbum de Pink Floyd The division bell. Y, por supuesto, en dos premiadas películas que retrataron su vida, Hawking (2004) y La teoría del todo (2014). De esta última película un crítico dijo: “Mientras lo más fascinante de Hawking es su intelecto, no esperen de esta película ninguna sustancia sobre ese aspecto de su vida. Está más interesada en su silla de ruedas que en su cerebro”.

Eddie Redmayne y Felicity Jones dieron vida a Hawkings y su primera mujer Jane Wilde en la película 'La teoría del todo' (2014).
Eddie Redmayne y Felicity Jones dieron vida a Hawkings y su primera mujer Jane Wilde en la película 'La teoría del todo' (2014).

La película que concedió a Eddie Redmayne su primer, y de momento único, Oscar gracias a su interpretación de Hawking muestra la faceta más privada del físico: su fructífero matrimonio con la experta en literatura medieval española Jane Wilde. Estuvieron juntos 30 años y llegaron a tener tres hijos a pesar de la enfermedad degenerativa del científico. En 1995, abandonó a Jane y se casó con la enfermera Elaine Mason, su segunda y última mujer (de quien se separó en 2006). Pero, ¿cómo intentar comprender esa mente privilegiada en 123 minutos? El mundo no lo consiguió en 76 años. Sin embargo su silueta, su silla de ruedas, era algo que se comprendía al segundo.

Hawking era un hombre con una mente tan brillante que había empezado a funcionar independientemente de la movilidad de unos músculos. Un cerebro tan poderoso que muy pronto comprendió que no necesitaba al cuerpo y decidió emprender carrera en solitario. 

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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