P. Diddy, el famoso que gana más que Beyoncé o Drake
El rapero que triunfó en los 90 ocupa el primer puesto de la lista de los famosos con mayores ingresos este año, por encima de las grandes estrellas actuales
En cualquier encuesta sobre quiénes son las estrellas de la canción más populares del momento aparecerían los nombres de Beyoncé, Adele, Justin Bieber, Drake, Rihanna o Taylor Swift. Todos ellos aparecen en la lista Forbes de los famosos que más dinero han ganado el último año, pero ninguno de ellos se sitúa por detrás de un artista que hace tiempo que dejó de tener en la música su principal actividad. Se trata del rapero P. Diddy, también conocido como Puff Daddy o Sean Combs (su verdadero nombre), que encabeza esta lista por encima de nombres que aparecen a diario en los medios y deportistas de élite en el mejor momento de sus carreras como Cristiano Ronaldo o LeBron James. 130 millones de euros, unos 110 millones de euros, es lo que ha ganado (sin descontar impuestos) Diddy, 25 millones más que Beyoncé que está segunda. A los 48 años el músico neoyorquino simboliza como nadie la reconversión de un artista en empresario y la capacidad de seguir en lo más alto sin salir en los medios ni sacar discos. No ha hecho nada de eso, pero lo cierto es que no ha parado para llegar a facturar semejante cifra.
Sí ingresó parte de esa cantidad con una gira de reunión de su Bad Boy Family, junto a Lil’ Kim y Faith Evans entre otros, pero la mayor parte vino de otros negocios. Principalmente su acuerdo con la marca de vodka Ciroc que le aporta cada año un 50% de los beneficios. Además, Combs vendió un tercio de su firma de moda por alrededor de 60 millones. De acuerdo a lo publicado por Forbes, el rapero ha empleado “la fama y el carisma ganados hace años con sus canciones para construir un imperio empresarial que incluye música, televisión, bebidas, moda y más”. La publicación también recoge declaraciones del propio Diddy, en las que cuenta que empezó a hacer negocios “como un chico normal” a los 12 años, “desde repartiendo periódicos a trabajando en los baños de las gasolineras”. También trabajó como bailarín y estilista, “para acercarse todo lo posible a la industria de la música”.
Combs se lanzó al mundo empresarial nada más asaltar las listas de éxitos. En 1998 lanzó su marca de ropa Sean John y en poco más de un año fue nominado a diseñador del año por el Consejo de Diseñadores de Moda de America, premio que ganó en 2004. Cinco años después del lanzamiento de la firma, el multimillonario Ronald Burkle invirtió cien millones en la compañía. En la década de los 2000, su actividad discográfica fue disminuyendo y Diddy se dedicó plenamente a sus empresas. En 2008 lanzó un perfume masculino de nombre ‘I am King’ (Soy un Rey), en homenaje a Barack Obama, Muhammad Ali y Martin Luther King. En 2016 su firma lanzó una primera colección para chicas. En estos años, Combs Enterprises, como se llama su conglomerado de negocios, también ha cosechado fracasos. El rapero abrió dos restaurantes en Nueva York y en Atlanta, llamados Justin’s como su hijo. Ambos terminaron cerrando.
Ha diseñado la camiseta alternativa del equipo de la NBA Dallas Mavericks, y desde hace diez años se lleva la mitad de las ganancias de la marca de vodka Ciroc. En 2009 compró una de las líneas de ropa de Liz Claiborne por 16 millones de euros. Desde 2014 tiene una participación mayortitaria en Revolt TV, una cadena de televisión que también produce películas. Hace dos años P. Diddy comenzó su último proyecto junto al actor Mark Wahlberg. Se trata de Aquahydrate, una bebida para deportistas sin calorías. La preside el dueño de la marca de agua mineral Fiji. Hace quince años la revista Fortune ya nombró a Combs en el puesto 12 de su top 49 de empresarios menores de 40. Hoy, Forbes estima su fortuna en 820 millones de dólares, unos 696 millones de euros.
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