Del enclave de Woodstock al escenario de un directo inolvidable de The Doors. Un viaje por clubes y auditorios de EE UU que conservan el espíritu del rock.
Muscle Shoals Sound Studio. En Alabama, una de las grandes fábricas de música de los
sesenta y setenta.Rhona BitnerAuditorio del Instituto de Hibbing (Minnesota). Dylan debutó aquí en 1955. Cantó un hit de Little Richard.Rhona Bitner9:30 Club, Washington. Abierto a los mayores de 16 años, acoge a todo el rock emergente desde 1980.Rhona BitnerClub Desire, Nueva Orleans, en plena demolición. Fue parada obligada para los gigantes de la música afroamericana.
Rhona BitnerGinny’s Little Longhorn, Austin. Otra leyenda texana, un honky-tonk donde domina el country.
Rhona BitnerGranja de Max Yasgur, Bethel.
En 1969, el Festival de Woodstock ocupó estos campos.Rhona BitnerCivic Auditorium, Pasadena. Perfecto para grabar televisión, allí estrenó Michael Jackson su moonwalk.
Rhona BitnerSound Factory, Los Ángeles. Todavía en activo, un estudio donde los rockeros se sienten cómodos.
Rhona BitnerSilver Slipper, Houston. Cordial club texano, especializado en zydeco de Luisiana
y blues. Rhona BitnerIntramural Sports Building, Ann Arbor. Allí actuaron The Doors en 1967; los vio Iggy Pop y se quedó impactado.
Rhona Bitner
