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Guía definitiva para saber de dónde vienen los huevos y si pueden estar contaminados

Así funciona exactamente el sistema de trazabilidad usado para identificar los huevos con fipronil en Bizkaia

Fipronil. Una nueva palabra que se introduce en nuestro vocabulario diario y que pertenece al grupo de aquellas que aprendemos a fuerza de crisis. En este caso ha sido la de los huevos contaminados con el insecticida de ese nombre que, hasta donde se sabe, salió de Rumanía, se importó a Bélgica donde una empresa local lo mezcló con otros permitidos para productos alimentarios y, finalmente, Holanda utilizó en sus granjas.

Quienes hayan conseguido desconectar en vacaciones —felicidades, han seguido diligentemente los consejos de BuenaVida— deben saber que esta crisis alimentaria ha puesto en alerta a toda la Unión Europea, ha afectado ya a 17 países y ha enfrentado a Bélgica, Holanda y Francia.

Ante el temor de que esos huevos contaminados puedan llegar a su nevera, hay tres preguntas que vamos a responder: si puede verse España afectada en esta crisis, cómo sé si estoy comprando un huevo contaminado y si el fipronil supone, como el E.coli, un riesgo para la salud.

¿Es peligroso comer un huevo contaminado con fipronil?

Deberían ingerirse grandes cantidades de productos contaminados con este pesticida para que supusiera un peligro para la salud pública, según informaron los expertos de la agencia alimentaria británica después de que se encontraran cerca de 700.000 huevos procedentes de granjas holandesas afectadas en Reino Unido. Por tanto, solo el consumo reiterado de productos contaminados, y no el esporádico, podría afectar a la salud.

¿Pueden llegar a España?

Puesto que los huevos se consumen frescos, y que la alerta se lanzó el 20 de julio, "es difícil que puedan encontrarse ya unidades contaminadas", sentencia Mar Fernández, directora de la Asociación Española de Productores de Huevos (ASEPRHU).

Por otro lado, "diría que el 100% de los que se venden en España se han producido en nuestro país", explica Fernández, pues España no es solo una de las potencias productoras de huevos en Europa, sino que además, según datos de ASEPRHU, exportamos entre el 15% y el 20% de los huevos que ponen nuestras gallinas. "No tiene sentido, por tanto, que se vendan aquí huevos de otros países, teniendo tan cerca tantas granjas desde donde llegan mucho más frescos al supermercado".

"España es un gran productor de huevos: es extramadamente raro que se importen de otros países" (Mar Fernández, directora de ASEPRHU)

Y, ¿cómo sabemos que no se ha usado este insecticida en las granjas españolas? "Todo indica que esto no ha sido un error, sino que se trata de un caso aislado de fraude ejecutado a conciencia por parte de una empresa de desinfección", lamenta Fernández. "La Aecosan (Agencia Española de Seguridad Alimentaria) es la que está en contacto con las agencias de los otros países y controlando que no se haya importado este insecticida a España para su uso en granjas [está permitido, por ejemplo, para desinsectar a perros y gatos]. Nadie podía imaginar que pudiera ocurrir una cosa así en esa parte del proceso —cuando acaba un ciclo de puesta de huevos, se vacía el gallinero y se desinfecta antes de que entren otras gallinas—, para el que dependemos de empresas externas; por eso, ahora se intensificarán los controles también en este punto".

Ahora el foco está en los productos del huevo, como la partida de 20.000 unidades de huevo líquido que se inmovilizó en Bizkaia este fin de semana. "En el caso de la industria es más normal la importación, debido a las cantidades que se manejan [de productos derivados, como el huevo líquido, que se vende cascado, pasteurizado y con la yema y la clara por separado], por ejemplo para la repostería", acepta Fernández.

Entonces, ¿cómo sabemos que no vamos a comprar productos hechos a partir de huevos contaminados? "El caso de Bizkaia es un ejemplo de lo eficaz que es el sistema europeo de trazabilidad. Desde el momento en que se conoció la crisis se localizaron todos los productos que salieron de las granjas afectadas. Por eso pudo pararse su distribución en un tiempo récord: se localizó la partida y en cuanto entró en España se retiró".

Cómo leer la etiqueta del huevo

El número que lleva impreso indica no solo si el huevo es ecológico o de jaula, sino también su lugar de procedencia. En el caso de España, podemos saber el país, la provincia y el municipio. "En el etiquetado aparece también el código único de la granja", explica Fernández, "que aunque el consumidor no tenga modo de identificarla, sirve para que las autoridades sanitarias tengan cada huevo fichado en todo momento".

Fuente: ASEPRHU.

"No existen evidencias científicas que avalen que los huevos ecológicos sepan mejor ni sean mejores en lo nutricional" (Marta Miguel, Instituto de Investigación de Ciencias de la Alimentación del CSIC)

El primer número indica el tipo de producción: ecológico, campero, de suelo o de jaula. Los ecológicos provienen de gallinas que se crían en espacios abiertos, de al menos un metro cuadrado por cada cuatro gallinas, están alimentadas con productos orgánicos, son tratadas con medicamentos concretos y tienen un mínimo de ocho horas ininterrumpidas de descanso con oscuridad.

Los camperos han sido puestos por gallinas en libertad con un espacio garantizado, pero la normativa no obliga que cuenten con el resto de condiciones que se deben dar en los ecológicos. Las gallinas de suelo viven en grandes naves y pueden caminar en ellas, pero no salen al exterior y se alimentan de piensos. Los huevos de jaula, marcados con el 3, representan el 93% de la producción en España: las gallinas que los ponen viven en espacios con unas condiciones de bienestar mínimas que marca una directiva que entró en vigor en enero de 2012, y que garantiza, entre otras cosas, un espacio de movimiento, para dormir y para alimentarse.

“Por el momento no existen evidencias científicas que avalen que el consumo de huevos ecológicos es mejor desde el punto de vista nutricional”, explica a BuenaVida Marta Miguel, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC. “Tampoco las hay desde el punto de vista sensorial, aunque la sociedad cree que el gusto de un huevo ecológico es diferente y mejor. Esto no se ha comprobado científicamente”. Aunque hay una razón de peso por la que sí vale la pena sacarse el bolsillo y comprar huevos ecológicos: el bienestar de los animales.

Para saber si los huevos que está comprando vienen de España, el código del país debe ser "ES". Según la Comisión Europea, se han encontrado huevos sospechosos de estar contaminados en Bélgica, Holanda, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Polonia, Austria, Rumanía, Eslovaquia, Irlanda, Dinamarca, Eslovenia, Italia, Luxemburgo, Suiza y Hong Kong. Estos son los códigos de los países que utilizan el sistema europeo de trazabilidad.

Los dos números siguientes corresponden a la provincia y los tres que van detrás, al municipio. "Los cinco se corresponden por lo general con el código postal", explica Fernández, "aunque alguna vez me han reportado que en algún municipio no coincidía, es así en la mayoría de los casos".

Por último, se encuentra una serie de números que corresponden al identificador único de la granja. "Solo las Comunidades Autónomas tienen acceso a los nombres de los centros a los que corresponde cada código. Este dato se utiliza para localizar rápidamente el origen de una partida defectuosa, por ejemplo, y es el que ha hecho posible que se detecte el huevo líquido inmovilizado en Bizkaia", dice Mar Fernández.

A veces, hay una letra al final del todo. "Identifica el gallinero concreto dentro de una granja; cada letra se corresponde con el número que ocupa en el abecedario", concreta la portavoz de ASEPRHU. "De este modo, si hay que paralizar una producción no es necesario tirar todos los huevos de la granja porque muchas veces el problema se encuentra en un solo gallinero".

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