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¡Al rico helado!

Te presentamos algunas de las mejores heladerías en distintas ciudades españolas

Heladería de la cadena Regma.
Heladería de la cadena Regma.

Con estas altas temperaturas, lo que más apetece es comerse un helado, de esos que se derriten dejándonos las manos y los bigotes bien sucios. Y es que es con estos pequeños placeres de la vida con los que todos nos convertimos en niños. Pero, ¿dónde se esconde el mejor helado? Seguramente cada uno tiene su favorito. Aquí os hablaremos de cinco de las mejores heladerías del momento en España.

Zùccaru

Zùccaru abrió sus puertas en mayo y ya se ha hecho un nombre en la plaza de Oriente de Madrid. Lo regenta una pareja joven, Juan y Rossana, un madrileño y una siciliana. Esta heladería artesanal tiene los mejores dulces de la cocina siciliana como los cannoli rellenos de ricota, el mítico tiramisú o una fresquita granita aún más buena si se moja con un brioche. Pero, sin lugar a dudas la estrella de este lugar es el helado siciliano, ese que se sirve dentro de un brioche. Una fórmula muy curiosa que esta joven pareja ha sabido instaurar en la capital. Incluso han encontrado una panadería que les hace el brioche como en Sicilia. Sus helados son cremosos y sabrosos, hechos sin colorantes, aromas artificiales, ni grasas hidrogenadas. Además, tienen muy en cuenta las intolerancias alimentarias, así que su oferta es sin gluten, sin lactosa y hasta hay alguna cosita para veganos. Solo nos queda ir y escoger, y los peques también gracias a una banqueta donde podrán subirse y asomarse al mostrador.

Menorca.
Menorca.

Sa Gelateria

El pasado mes de junio, Sa Gelateria de Menorca cumplió 35 años, que se dice rápido, pero realmente son muchos años de trabajo y pasión por el helado. En todo este tiempo han conseguido una clientela fiel, y es que todo aquel que va a Menorca termina tomándose sí o sí un helado de Sa Gelateria sentado en una silla menorquina. Siempre al frente Eduard y Maria Jesús, que en 1982 abrieron su primer puesto en una cueva del puerto de Ciutadella, donde antiguamente los pescadores guardaban sus barcas y utensilios del mar. Aquí empezaron a construir este pequeño y dulce mundo del helado. Actualmente tienen más tiendas en Menorca y más de 60 sabores, muchos con especial atención a las alergias e intolerancias alimentarias. Los favoritos de los niños son el chocolate, vainilla, cookies, fresa, yogurt y menta “esquitxada”. Y los adultos prefieren avellana, pistacho, piñones, chocolate guanaja con naranja, yogurt con cerezas o canela. El lema de su propietario, Eduard, define muy bien su filosofía: “Un helado no es necesario para vivir, pero si lo es para ser feliz”.

Gelatería Deliziosa

Considerada la mejor heladería de Barcelona por muchos, ha sabido crecer manteniendo sus inicios. Tiempo atrás la heladería del barrio de Gràcia era regentada por una madre y su hija, cuarta y quinta generación de heladeros italianos procedentes de Roma. Su receta propia y personal era su secreto mejor guardado hasta que el catalán Eduard Gassó les propuso adquirirla y lanzar la marca. Así fue como en 2008 la “Gelateria Caffetteria Italiana” pasó a llamarse Gelatería Deliziosa. En ella podemos seguir disfrutando de los mismos gustos de helados cremosos, sorbetes y la especialidad de la casa, los de chocolate. Uno de los más elegidos es el de chocolate del abuelo, con la receta original del abuelo de las primeras dueñas. Pero también son sabrosísimos los de pistacho, canela, higo o pera. Y siguen ofreciendo cafés e infusiones, gofres, crepes, churros, bebidas o bocadillos. La verdad es que todo sigue igual, por eso a veces se echa de menos a sus simpáticas y divertidas creadoras. El negocio ha ido creciendo, y ahora tienen dos heladerías más, una en el Barrio de la Ribera y otra en el barrio de la Barceloneta. En cada una se elabora a diario este helado natural al más puro estilo, artesano, con la misma receta inicial y el know how de los antiguos heladeros italianos.

Helados Italianos Brustolon

En Valencia hay una heladería que todo el mundo conoce porque solo al entrar ya se respira tradición y pasión. Es la de Mario y Flavio Brustolón, nietos de Angelo y Dora, una pareja joven del norte de Italia que en 1932 decidió probar suerte en Valencia. Su receta ya tiene más de 80 años y sigue gustando a toda su fiel clientela por su sabor y textura únicos. El secreto es seguir haciendo el helado tal y como lo hacían los artesanos italianos. Tienen mil y un gustos de frutas como cereza, coco, limón… y otros de temporada. Los más solicitados son el de chocolate negro y el de piñones. Pero en su terraza también te puedes tomar una deliciosa horchata o granizado de limón. Eso sí, lo más valorado por todo aquel que entra en esta heladería llena de historia es el trato amable y dicharachero de los Brustalón. Porque además de servirte un helado, tienen una sonrisa y ganas de conversar. Aunque reconocen que su profesión también es sacrificada e intensa durante los meses de verano y algo aburrida el resto del año.

Regma

Una cadena de heladerías y reposterías con larga tradición, cercanía y sabor natural desde 1933. En sus inicios Marcelino Castanedo Miera ya apostó por los productos de calidad, utilizando únicamente ingredientes naturales. El primer local lo compró en la calle Hernán Cortés de Santander, una antigua heladería de una familia italiana. Y lo bautizó Regma, haciendo un mix de los nombres de sus dos hijas Regina y Margarita. Sus primeros helados ya tenían mucho éxito, como el conocido pinocho, un polo con forma de la nariz más famosa del mundo infantil, o los cortes de nata. En los años sesenta se incorporó al negocio familiar su hijo Jesús, y más tarde lo haría su nieto Jaime. En la actualidad cuentan con 28 heladerías, siete confiterías y cuatro cafeterías repartidas por Cantabria, Asturias y Castilla-León. Y tienen una gran variedad de helados, confitería y otros productos alimenticios. Todos ellos marcados por el “sabor Regma”.

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