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PUBLIRREPORTAJE: HABLA CGCOO

Las preguntas que le ayudarán a descubrir qué óptica le conviene

Es fácil perderse en el aluvión de ofertas agresivas y establecimientos ‘low cost’. Lo que de verdad importa a la hora de corregir sus problemas de visión son estas cuestiones

Con la ingente cantidad de publicidad de productos para la visión que nos bombardea constantemente en televisión, carteles e Internet, echamos de menos alguna advertencia del tipo “consulte con su óptico”, que nos recuerde que los profesionales que nos atienden no son únicamente vendedores. Por ello, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) ha puesto en marcha la campaña “Mucho que ver contigo”, en la que anima a los pacientes con problemas de visión a consultar las dudas con su profesional de confianza.

Además, este colectivo pretende servir de guía útil para encontrar el establecimiento que mejor se adapte a nuestras necesidades, dentro de esta marea de ofertas y regalos que hacen las grandes empresas. Para ello, desde CGCOO, han elaborado la siguiente lista de preguntas que hay que realizar a los ópticos-optometristas para cerciorarnos de que la óptica en la que vamos a realizar nuestro tratamiento se centra en la parte optométrica y no únicamente en la comercial.

¿Qué examen me va a realizar?

Según cuentan desde el Consejo, “medir cuánto vemos no puede ser la única forma de saber qué corrección necesitamos. Hay que saber cómo lo hacemos y descartar cualquier patología que requiera de un especialista diferente. Preguntar a su óptico cuál va a ser la prueba que le va a realizar le ayudará a encontrar profesionales que estarán más preparados para velar por su salud”.

Para una valoración completa, el óptico-optometrista después de una primera anamnesis realizará un examen de refracción, que consiste en colocar varias lentes de distintas potencias con una gafa de prueba y preguntar cuándo son más fáciles de ver unas letras de diferentes tamaños (tabla de Snellen). Pero aunque este es el examen más conocido, los expertos aseguran que es limitado: dependiendo del problema de cada uno, “debería complementarse con pruebas de visión binocular apropiada (estereopsis); estado acomodativo, revisión de los músculos oculares y examen de las pupilas”. Asimismo, el profesional realizará pruebas de retina, párpados, córnea, conjuntiva, esclerótica e iris.

¿Me harán un estudio para saber si me adaptaré a las lentillas?

“Es muy raro que un profesional sanitario de atención primaria en salud visual prescriba o distribuya unas lentes de contacto sin un examen contactológico completo, porque no todo el mundo, debido a distintos problemas de fisiología ocular u otras limitaciones físicas, se adapta a este sistema”, dicen desde CGCOO. Así que si alguien pretende venderle unas lentillas sin asegurarse antes de que le van a sentar bien, cambie de óptica.

Normalmente, los exámenes para la adaptación de lentes de contacto consisten en la realización de pruebas oculares para determinar el defecto refractivo y su graduación; realización de cover tests para comprobar cómo funcionan ambos ojos a la vez; exámenes con lámpara de hendidura, con los que el óptico-optometrista obtiene una visión aumentada de las estructuras de los ojos para poder determinar el estado de salud ocular del paciente; pruebas de tonometría (tensión ocular) para desechar la posible presencia de tensión ocular y observación con lámpara de hendidura de distintas estructuras oculares.

¿Con qué progresivo voy a tener mejor eficacia visual?

“Con esta pregunta, usted podrá discriminar si en esa óptica tienen los conocimientos necesarios y, además, le van a dedicar tiempo en estudiar su caso y ofrecerle una atención personalizada”, cuentan. El desconocimiento, en este caso, puede perjudicarnos seriamente. “Lo que es importante entender es que si en algunas ocasiones nos decantamos por una opción teniendo en cuenta únicamente su precio, sin tener en cuenta nada más, puede que tengamos una difícil adaptación”.

Quizá le parezca simplemente que este tipo de lentes son incómodas por naturaleza y que “adaptarse a las gafas con cristales progresivos es muy difícil”, pero desde el Consejo aseguran que “con una atención personalizada, hay muy pocos casos en los que el cliente no lo hace”. En cualquier caso, debe identificar exactamente las limitaciones que se podrían presentar, para saber si las gafas a las que intenta acostumbrarse le provocan molestias normales o debe acudir a que se las cambien: “Al llevar varias graduaciones repartidas en la misma lente, hay que mirar por la zona correcta para enfocar a cada distancia; el campo lateral está también reducido respecto a una gafa monofocal, por lo que es habitual ver algo borroso al mirar a los laterales, lo que implica que deberá girar la cabeza más frecuentemente”.

Y cuando haya elegido cuál es la óptica que más le conviene para la salud de sus ojos, los ópticos-optometristas le aconsejan confiar en ellos para solventar cualquier duda relacionada con la visión. “Antes de recomendar cualquier producto, nos aseguraremos de que es un problema que podemos tratar nosotros, descartando con los exámenes patologías que competan a otros profesionales de la salud”, aseguran.

Estas son las preguntas que, normalmente, los pacientes no hacen a estos profesionales (y ellos querrían que les hicieran):

¿Los cristales pierden eficacia con el tiempo? A veces pensamos que las lentes tienen una vida útil más corta de la real, y nos olvidamos de que lo importante es su cuidado: “Las lentes oftálmicas no pierden su eficacia si seguimos algunos consejos en su limpieza y mantenimiento. Es muy importante limpiarlas con frecuencia del modo correcto, así como tenerlas bien ajustadas y centradas para mantener siempre la máxima calidad de visión y prolongar su vida útil”, dicen.

Si me pongo las lentes de contacto mensuales más tiempo, ¿me puedo pasar algo? La lente de contacto se adapta sobre la córnea, la parte más externa y transparente del ojo, que no tiene vasos sanguíneos por lo que se nutre del oxígeno del aire. “Si el fabricante aconseja usarla de forma mensual, no se debe tener más tiempo del recomendado porque podría perder sus propiedades, entre ellas el aporte de oxígeno, algo esencial para la óptima salud ocular”.

¿Puedo cambiar de líquidos sin problemas? “No es conveniente cambiar de solución si no nos lo ha aconsejado previamente el óptico-optometrista”, afirman los expertos. Cada tipo de lente de contacto tiene un método de mantenimiento y desinfección diferente, por ello “es importante que pregunte a su experto de referencia qué producto usar para cada tipo de lente de contacto”, recomiendan.

¿Cuándo es aconsejable revisar la visión de los niños? “Se debe realizar la primera revisión visual completa en el primer año de vida y, sobre todo, antes de los tres años (previa al inicio de la Educación Infantil), y a los 6 años (inicio de la Educación Primaria)”, dicen desde el Consejo. Normalmente, pensamos que las preguntas referentes a la salud de los niños debemos hacerlas exclusivamente al pediatra, pero “para velar por la correcta visión de los más pequeños, el óptico optometrista es un profesional adecuado. Si observáramos alguna anomalía, el óptico-optometrista les explicará con detalle en qué consiste y les asesorará sobre el mejor tratamiento: lentes de contacto, gafas o entrenamiento visual”, concluyen los optometristas.

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